En menos de un mes varios servidores públicos del Sedem denunciaron maltrato y hostigamiento laboral. Un gerente considera que una mujer “no puede ocupar cargos jerárquicos”, según una de las denuncias.
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Las oficinas del Sedem en la ciudad de La Paz.
Fuente: paginasiete.bo
En un mes, 14 funcionarios del Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas (Sedem) presentaron denuncias por discriminación, acoso laboral y violencia psicológica contra directivos de la entidad pública descentralizada. La Defensoría del Pueblo investiga los casos y ya hay un proceso en curso.
“Investigamos dos casos en el Sedem. El primero es seguido de oficio por la Defensoría a raíz de la carta que presentaron 13 personas por maltrato y discriminación. El segundo es de una exfuncionaria que denunció acoso laboral y discriminación de género contra un gerente”, informó la delegada defensorial de La Paz, Mabel Martínez.
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Pese a los reiterados intentos de Página Siete por obtener contrapartes y el compromiso de los implicados para “devolver la llamada”, en el Sedem prima el silencio. “El ambiente es hostil. No se trata de la cantidad de trabajo porque somos trabajadores; el problema es el maltrato, la discriminación y las injusticias”, dijo un funcionario que pidió reserva en su identidad por miedo a represalias.
Insultos y maltrato
El 7 de julio de 2022, el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural recibió una carta de trabajadores del Sedem que denunciaban violencia psicológica, acoso laboral y discriminación. La misiva, dirigida al ministro Néstor Huanca, lleva 13 firmas. La carta apunta a la asistente de Gerencia General, Jeny Flores, quien -sostienen los denunciantes- maltrata y discrimina a los servidores públicos.
“La señora se cree dueña del Sedem, sobrepasando la autoridad de la MAE y del coordinador, tomando decisiones que no le corresponden y procurando el despido de varios funcionarios que a simple vista no son de su agrado”, sostiene la carta.
En este caso, la Defensoría intervino de oficio. “Se ha tomado contacto con el ministro, con la unidad de Transparencia para el auto inicial de sumarios. Actualmente hay un proceso disciplinario y tras las notificaciones, la acusada tiene diez días para presentar descargos”, informa la delegada defensorial.
“El acoso laboral consiste en una amplia gama de actitudes y comportamientos claramente agresivos, hostiles, humillantes o discriminatorios hacia alguien que desempeña su labor en un ámbito laboral; actitudes y comportamientos ejercidos por jefes inmediatos, superiores jerárquicos, compañeros o compañeras de trabajo y, en ocasiones, hasta por subalternos de la oficina”, define la cartilla El acoso laboral vulnera los derechos humanos, publicada por la Defensoría.
“A pesar de que estas conductas utilizan tácticas muy sutiles y tienen carácter clandestino, pues no dejan huellas externas, ni se cuenta con testigos dispuestos a revelar lo que han presenciado, la evaluación del acoso en el trabajo debe ser prioritariamente objetiva y no meramente subjetiva”, añade el documento.
No obstante, los límites aún no están claros y la falta de una normativa específica en Bolivia causa que varios casos no sean denunciados o que se presenten quejas sin fundamento.
Sobre esta denuncia colectiva, la gerente del Sedem, Fátima Pacheco, declaró a Erbol que “no se puede hacer caso a una misiva anónima”. Para Martínez, en estos casos los afectados no dan su nombre por temor, no obstante su denuncia es válida.
Discriminación de género
El 1 de agosto se presentó otra denuncia por acoso laboral en una entidad dependiente del Sedem. Apunta al gerente de la Empresa Estratégica de Producción de Semillas, Carlos Osinaga.
La denunciante refiere que pese a buen desempeño laboral no fue ascendida porque el gerente manifestaba “que una mujer no puede ocupar un cargo jerárquico por no tener condiciones físicas ni intelectuales”. No obstante, cuando ella cambió su puesto de trabajo a otra empresa del Sedem, fue hostigada permanentemente por el que fue su jefe y su contrato, que debía ser hasta el 31 diciembre, fue emitido sólo hasta el 31 de julio.
La afectada presentó antes dos quejas ante el Comité de prevención de la violencia del Sedem; sin embargo, nunca obtuvo respuesta. “Me siento agredida, no escuchada y mellada en mi condición de mujer y de profesional”, dice la denunciante.
Este caso está en investigación por la Defensoría. “La denunciante pedía además su desvinculación laboral y pago de salario, con lo que ya se cumplió. Está en curso el caso por acoso laboral. También se pedirá un informe al Comité contra la violencia del Sedem”, asegura la representante defensorial.
“Es inconcebible que a estas alturas se considere que una mujer no es apta para un trabajo por ser mujer”, añade.
Silencio en el Sedem
Las denuncias de acoso laboral se suman a los reclamos por supuesto sobreprecio en varios de los productos del subsidio que da el Sedem. El viernes, esta entidad fue notificada con la acción popular interpuesta por madres de familia, apoyadas por María Galindo y Mujeres Creando, que piden subsidio en dinero en efectivo.
Desde la unidad de comunicación del Sedem no hay respuestas después de la primera llamada, hace diez días, y la solicitud de entrevista de Página Siete con la gerente, Fátima Pacheco. Tampoco responde el gerente denunciado ni el director jurídico, a quienes este medio pidió contrapartes. Nada, sólo silencio.
Fuente: paginasiete.bo