25 hechos que, según la defensa, demuestran que el caso Rózsa fue un montaje

La madrugada del 16 de abril de 2009 (Gobierno de Evo) fueron muertos Eduardo Rózsa Flores, húngaro-boliviano; Árpad Magyarosi, húngaro; y Michael Dwyer, irlandés. Sobrevivieron dos: Mario Tadic, boliviano de origen croata, y Elod Toaso, húngaro. El Gobierno del MAS sostuvo y sostiene que los cinco extranjeros eran terroristas contratados por dirigentes opositores de Santa Cruz para asesinar a Morales. La defensa sostuvo que el objetivo era tender una trampa a políticos y dirigentes regionales para aniquilarlos políticamente.

 

25 hechos que, según la defensa, demuestran que el caso Rozsa fue un montaje

Fuente: Brújula Digital



(Tomado de RimayPampa)

Horas después del asalto de un comando de élite de la policía al hotel Las Américas en la ciudad de Santa Cruz, la madrugada del 16 de abril de 2009, el Vicepresidente Álvaro García Linera informaba que los organismos de seguridad habían desarticulado una supuesta banda de “mercenarios internacionales” que preparaba un “magnicidio” contra el presidente Evo Morales y él mismo.

Ese mismo día, corría la versión de que el hecho había sido un montaje para desarticular la oposición que había surgido en Santa Cruz contra el gobierno del MAS. García basó su acusación en una documentación encontrada en el operativo realizado esa madrugada, donde tres supuestos terroristas murieron en un aparente tiroteo con policías y otros dos fueron detenidos.

“Los documentos, de manera preliminar, hablan de los preparativos de un magnicidio, de un atentado contra la vida del presidente y del vicepresidente de la República”, dijo García aquel día, según la agencia EFE; y agregó que el gobierno tenía datos sobre la presencia de estos “terroristas” en recientes actos públicos de Morales y sobre el seguimiento que habrían hecho al desplazamiento de caravanas del presidente, el vicepresidente y algunos ministros.

La madrugada del 16 de abril de 2009 fueron muertos (ejecutados, según la defensa) Eduardo Rózsa Flores, húngaro-boliviano; Árpad Magyarosi, húngaro; y Michael Dwyer, irlandés. Sobrevivieron dos: Mario Tadic, boliviano de origen croata, y Elod Toaso, húngaro.

El Gobierno del MAS sostuvo y sostiene que los cinco extranjeros eran terroristas contratados por dirigentes opositores de Santa Cruz para asesinar a Morales.

Desde el bando de los acusados, se informó que la persona que contrató a Rózsa fue el coronel Jorge Santiesteban, jefe de Inteligencia de la Policía aquella vez; y su segundo, el capitán Walter Andrade. La Fiscalía imputó y acusó a 39 personas por terrorismo y otros delitos, entre ellos políticos y empresarios cruceños.

La defensa indicó, desde ese mismo momento, que el objetivo era tender una trampa a políticos y dirigentes regionales para aniquilarlos políticamente.

Nueve años y seis meses después, RimayPampa elaboró una infografía a partir de datos de abogados de la defensa, entre ellos Gary Prado, que subrayan 25 hechos que demuestran, en su criterio, que el denominado caso terrorismo no fue terrorismo, sino montaje.

1.- Denuncia del Ministerio de Gobierno

La denuncia del Ministerio de Gobierno ante la Fiscalía fue elaborada 16 días antes del asalto policial al Hotel Las Américas, que se produjo el 16 de abril de 2009, y fue presentada horas antes del atentado a la casa del Cardenal Julio Terrazas, que sucedió la madrugada del 15 de abril de 2009.

2.- Adscripción de Marcelo Soza

La denuncia ante el Ministerio Público fue direccionado a un Fiscal adscrito a Diprove (Marcelo Soza), pese a que había sido constituido para investigar el caso una comisión nacional de Fiscales.

3.- Allanan el Hotel las Américas

El ministerio de Gobierno y la Policía allanaron el Hotel Las Américas de Santa Cruz sin autorización judicial ni presencia fiscal, sin embargo la jueza Betty Yañíquez, hoy diputada del MAS; y el fiscal Soza, hoy prófugo, convalidaron el hecho.

4.- Se apaga el sistema de vigilancia

Los policías de la Unidad Táctica de Apoyo y Resolución de Crisis (UTARC) apagaron el sistema de vigilancia electrónica (cámaras de televisión) del Hotel Las Américas para evitar que sus acciones sean grabadas.

5.- Se borran los registros de internet

Los policías de la Unidad Táctica de Resolución de Conflictos (UTARC) borraron los registros de Internet del Hotel.

6.- Sin prueba de uso de armas

No hay pruebas que demuestren que Eduardo Rózsa, Michel Dwyer y Arpad Magyarosi, supuestos miembros de un grupo terrorista, usaron las armas de fuego que la UTARC secuestró de sus habitaciones en el Hotel Las Américas.

7.- Disparo a colchones

Los policías dispararon contra un depósito de colchones del hotel.

8.- Implicados dan positivo en prueba de guantelete

Los sobrevivientes de la toma policial del Hotel Las Américas, Elod Toaso y Mario Tadic no ofrecieron resistencia al arresto, sin embargo, ambos fueron brutalmente golpeados. Ni los tres muertos ni los dos sobrevivientes utilizaron armas de fuego, pero dieron positivo en la prueba de guantelete.

9.- Pericia balística

La pericia balística es insuficiente para comprobar el supuesto enfrentamiento, que la Policía dice que hubo.

10.- Autopsias

Las autopsias revelan ejecución sumaria de Rozsa y disparos por la espalda contra Dwyer y Magyarosi.

11.- Video de Policías sembrando pruebas

Un video grabado por la Policía muestra a integrantes de la UTARC sembrando pruebas en el Hotel Las Américas, después del operativo.

12.- Allanas Stand de Cotas

La UTARC allanó el stand de Cotas en la Fexpo sin orden judicial y sin presencia fiscal. Por tanto, a nadie consta que allí había lo que dicen haber secuestrado: Armas, municiones y explosivos. Ninguna de esas armas fue sometida a pericia dactiloscópica para comprobar si fueron manipulados por los supuestos terroristas.

13.- Capitán Andrade

El capitán de Policía, Wálter Andrade, tenía contacto personal y telefónico con Rozsa antes de la toma policial del Hotel Las Américas. Según el testigo de la Fiscalía, Miguel Rolando Ocampo, el capitán Andrade era infiltrado del Gobierno en el supuesto grupo terrorista.

14.- Carlos Núñez del Prado

Carlos Núñez del Prado, que en abril de 2016 era funcionario del Ministerio de Gobierno, tenía contacto telefónico con Rozsa e Ignacio Villa Vargas (El Viejo) antes del asalto al Hotel

15.- Soborno en Villa Vargas (El Viejo)

Núñez del Prado pagó, según consta en un video, un soborno de $us31.500 dólares a Villa Vargas, considerado testigo clave del caso Rozsa, para que huya. En las imágenes, se observa, además, al exfuncionario del Ministerio Público Edson Alí Espinoza tomando fotografías del soborno.

16.- Extorsión a Soza

Marcelo Soza, fiscal asignado al caso, extorsionaba a las personas que investigaba

17.- Fiscalía nunca pidió ayuda internacional

La Fiscalía nunca pidió cooperación internacional para investigar a Gabor Dudog, Daniel Gaspar, Tibor Révész, Tamás Lajos Nagy e Ivan Pistovcák, cinco presuntos mercenarios centroeuropeos que estuvieron en Bolivia junto a Rozsa.

18.- Viaje de Soza a EEUU y Canadá

Soza se hizo declarar en comisión, viajó a Estados Unidos y Canadá, pero no salió de las embajadas de Bolivia en ambos países. El gobierno de Canadá le advirtió que no puede hacer ninguna investigación. Debió pedir cooperación internacional antes de viajar, pero no lo hizo porque no quería investigar.

19.- Informe de la Unidad de Investigación

La Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) confirmó a Soza que ningún cruceño hizo giros o depósitos en el exterior para los pasajes de Eduardo Rozsa y Tamas Lajos para viajar a Bolivia.

20.- Único testigo ocular desaparece

El único testigo ocular del atentado a la casa del Cardenal no fue incluido en la nómina de testigos ofrecidos por el fiscal Soza. El sereno de la calle Seminario, donde está la casa de Julio Terrazas, declaró ante la Fiscalía de Santa Cruz que los que pusieron los explosivos fueron dos hombres y una mujer que bajaron de un automóvil Toyota blanco, con placa de control 037-SGC. Después de este hecho, el sereno abandonó su fuente de trabajo y no volvió a ser encontrado.

21.- Vehículo del atentado

Zvonko Matkovic (padre) dijo que ese vehículo, Toyota Starlet, usado para atentar contra la casa del Cardenal fue llevado desde Cochabamba a Santa Cruz y pertenecía al padre de Juan Ramón Quintana, ministro de la Presidencia del presidente Morales en aquel entonces. También dijo que Ignacio Villa Vargas recogió de una esquina al capitán Andrade y a la policía Marilyn Vargas (alias Karen) y una tercera persona más. “El que se bajó del auto y puso la bomba es Andrade (infiltrado del Gobierno en el grupo de Rozsa)”, declaró Matkovic a Erbol el 16 de marzo de 2014.

22.- Vehículo comprado por Rozsa

Según la Fiscalía, el atentado de la calle Seminario fue cometido por tres hombres que bajaron desde un automóvil Hyundai plomo con placa 1371-BGF. Este vehículo fue vendido a Rózsa por el empresario y dirigente de Blooming Carlos Guillen. Los funcionarios del Hotel Las Américas declararon que dicho vehículo ingresó en sus instalaciones el 14 de abril a las 10:00 y que no abandonó el lugar hasta el secuestro policial el 16 de abril.

23.- Testimonio de Villa Vargas

Ignacio Villa Vargas afirmó que Rozsa se reunió con Raúl García Linera, hermano del Vicepresidente Álvaro García, y aquel le entregó un fusil con mira telescópica para eliminar al Presidente. El Fusil no está entre las armas secuestradas y sin embargo hay fotos de Rozsa con el arma.

24.- Testimonio del abogado de Guedes y Mendoza

Denver Pedraza, abogado de Guedes y Mendoza, reveló ante el Tribunal que se reunió con Luis Nolberto Clavijo, funcionario del Ministerio de Gobierno en aquel entonces, en Santa Cruz, después de los hechos en el Hotel Las Américas y negoció una reunión en La Paz, donde habló con Raúl García, quien le aseguró que Villa Vargas era su hombre, que necesitaba sicarios y que querían eliminar a los cívicos cruceños.

25.- Soza reconoce que la investigación fue dirigida por el Ministerio de Gobierno

Marcelo Soza, fiscal que conoció el caso, reconoció que la investigación fue dirigida desde el Ministerio de Gobierno y que él fue utilizado. Además, dijo, en una carta pública difundida en 2014, que fue presionado por el Gobierno de Evo Morales para involucrar a líderes cruceños en el caso terrorismo y fabricar pruebas para incriminarlos.