Bobaryn reaparece y afirma que “nada nuevo vendrá de los de siempre”

El exviceministro planteó la creación de un “Frente Amplio” que aglutine a diferentes fuerzas políticas.

Un artículo del exviceministro de Coordinación Gubernamental Freddy Bobaryn retrata su regreso al ring de la pugna masista. Esta vez critica al “Caín del proceso de cambio”, en aparente referencia a Evo Morales, el jefe del partido, y plantea un “Frente Amplio” que aglutine a diferentes fuerzas políticas, es decir más allá del MAS.



El exfuncionario que fue echado del cargo después de criticar a Morales, entregó su despacho a Gustavo Torrico, activista leal al líder del MAS.

Cuatro meses después, Bobaryn responde uno a uno los dardos lanzados por el jefe de su partido, a quien llama “Comandante Desertor” y el “Apóstol de la impostura” en referencia a Juan Ramón Quintana.

“Caín es la herencia de la génesis bíblica de la envidia. Hoy en Bolivia podemos corroborar que la envidia, traducida en soberbia y ambición desmedida, intenta convencernos de que es un privilegio morir en sus manos. A esta idea se aferran aquellos para quienes la alternancia y la renovación nunca serán una opción. Como decía Carlos Marx: ‘La historia se repite primero como tragedia y luego como farsa’”, arranca el exviceministro en su artículo publicado en Oxigeno.bo.

“Dios rechazó la ofrenda de Caín, pero el problema no era la ofrenda, sino el ofrendante. El problema radicaba en el corazón de Caín, en su actitud. La envidia es lo primero que le afecta. Su rechazo radica en el menosprecio por el triunfo ajeno, la amargura interna por ver que su hermano tenía lo que él deseaba. En este sentido, el primer asesinato bíblico ocurrió por causa de la envidia”, ilustra para dejar en claro a quién se refiere como Caín.

Ingresando en materia, reflexiona: “Nada nuevo vendrá de los de siempre. La alternancia no es un programa político, así como tampoco lo es la renovación, y quien se instale en esa letanía terminará perdiendo el horizonte político, y con ello, precipitará el agotamiento de su grupo dirigente”.

“La política en el MAS-IPSP debiera ser plural e integradora, plantearse como sumatoria de posiciones divergentes, de diferentes legitimidades y actores que encarnen esa pluralidad. Pero la inercia del pasado, metida en los tuétanos de nuestra organización, es un lastre que debemos soltar para crecer. Necesitamos reinventarnos, crear una nueva narrativa, y un nuevo horizonte de futuro simbólico y compartido”, plantea.

Y en la misma línea, Bobaryn manifiesta: “Enfrentarse al cambio, o retrasar su llegada, es hacerle el juego a Caín, un juego evoísta, es decir el juego egoísta del jefismo”.

“Sobre el reclamo a BoliviaTv, la Tv pública sólo puede pasar los discursos de autoridades de Estado, en vivo. Sobre el caso de la ABC, la empresa china en cuestión se adjudicó varios contratos en gestiones previas a la de Lucho Arce, sería bueno que se diga en qué año se adjudicó la polémica obra. Sobre el supuesto ´Plan negro´ más parece una cortina de humo orquestada por el principal apóstol de la impostura, que busca desvirtuar la información contenida en el supuesto celular perdido para -curarse en sano- le decimos por estos lares. Pero ya se cruzan todas las líneas rojas cuando Caín involucra a la familia, utilizándola como arma arrojadiza para dañar al otro”.

“En este sentido, pudiéramos comenzar a preguntarnos si el instrumento político necesita clarificar su ‘para qué social’. El MAS-IPSP necesita definir si sólo es una maquinaria de ganar elecciones, o sí el objetivo es más trascendente, lo que demandaría detenerse a reflexionar respecto a su para qué social”, reflexiona.

Luego sugiere “desmadejar el ovillo trenzado entre liwiliwis como JRQ (Juan Ramón Quintana), máximo representante del ‘Patria o Muerte’ impuesto a esos ‘militares patriotas’ a quienes responsabilizan de filtrar información, y que no dudaron en cambiar de bando durante el golpe”.

“Simplemente se trata de la cobardía de vociferar algo en lo que no se cree. El vehemente apóstol de la impostura ahora quiere sorprender a nuestras organizaciones sociales, exigiendo obsecuencia para el Comandante desertor. Añádasele unas briznas de victimismo, envidia, show mediático, impostura y soberbia, y se visibilizarán los ingredientes de la llamada ‘Revolución dentro de la revolución’ en la disputa por la narrativa del llamado pensamiento único”, critica el exviceministro en referencia a la conminatoria de Quintana de que en ese partido no pueden militar enclenques (liwiliwis, en aymara) y que los militantes deben tomar como modelo a Morales.

La cuarta vía: El “Frente Amplio”

“Ahora bien, tan importante como la renovación de las personas es la renovación de las ideas, por ello planteamos la reflexión sobre una cuarta vía. Se trata de pensar en un Frente Amplio que aglutine a diferentes fuerzas políticas, siendo imperativo reintegrar a la izquierda a un debate necesario para afrontar este nuevo tiempo que no termina de cuajar. Es hora de que todas las fuerzas progresistas empiecen a mirar nuevamente hacia la izquierda”, plantea casi al final del artículo.

“El pensamiento transformador nunca ha necesitado tanta reflexión, y nunca han sido los foros tan hostiles. En democracia, las decisiones de unos pesan, incluso a su pesar, sobre la de los otros. Quien busque solventar los problemas sin incorporar la renovación de ideas comete el imperdonable delito de lesa política”, finaliza.

Entre algunas de las personas que reaccionaron al artículo, se encuentra el Procurador General del Estado, Wilfredo Chávez. Éste se volcó a las redes sociales para calificar a la exautoridad como “agente de la división”.

“Se destapa el objetivo de este advenedizo entristecido. Agente de la división, agente de la derecha. Si cabía alguna duda ahora no. La unidad nos hace fuertes”, escribió, junto a una imagen que hace referencia al escruto de Bobaryn.

Fuente: paginasiete.bo