Investigadores logran que microrobots inteligentes se muevan de forma autónoma

Llamados también sistemas micromecánicos (MeMs), las micromáquinas son aparatos que poseen un tamaño inferior al de un cabello humano, siendo usadas en tareas que resultan difíciles de llevar a cabo por el hombre o las máquinas comunes.

Con el paso del tiempo, las máquinas microscópicas han sido sometidas a diferentes cambios y ajustes con el propósito de mejorar su desempeño.



La última novedad en esta materia viene de parte de un equipo de investigadores de la Universidad de Cornell que llevaron a cabo la instalación de «cerebros» electrónicos en robots de 100 y 250 micrómetros alimentados por energía solar, de manera que estos pudieran ejercer su locomoción de forma autónoma sin requerir de algún tipo de control externo.

Cabe mencionar que en el pasado los investigadores de Cornell habían desarrollado máquinas microscópicas capaces de arrastrarse, caminar, nadar y plegarse, aunque esto solo podían hacerlo con ayuda de cables o algún mecanismo que requería estar conectado, de manera que pudieran recibir la corriente eléctrica necesaria para efectuar el movimiento.

Ahora, con la implementación de estos cerebros en su cuerpo, los robots pueden andar sin la ayuda de cables. Gracias a esta innovación se abre la posibilidad de desarrollar una nueva generación de dispositivos microscópicos que tengan la capacidad de realizar tareas como rastrear bacterias, detectar la presencia de sustancias químicas, realizar microcirugía, remover la placa de las arterias y eliminar agentes contaminantes.

En lo que respecta al cerebro de los robots microscópicos, este está compuesto por un circuito de reloj de metal-oxido-semiconductor complementario (CMOS) en el cual se ha integrado mil transistores, junto con diodos, resistencias y condensadores.

Así también, el circuito CMOS que viene integrado en este reloj este hecho de manera que emita una señal capaz de producir una serie de frecuencias de ondas cuadradas desfasadas que controlan la marcha del robot.

Actuadores de platino sirven como patas del robot, las cuales junto con el circuito son alimentadas por energía fotovoltaica.

Cabe mencionar que estos nuevos robots poseen un tamaño 10 mil veces inferior al de los robots a macroescala que tienen integrada electrónica CMOS y se desplazan a una velocidad por encima de los 10 micrómetros por segundo.

Para la fabricación de estos microrobots fue usado un proceso orientado a personalizar la electrónica de la fundición, dando como resultado una plataforma en la cual otros investigadores pueden tener la posibilidad de desarrollar sus propias aplicaciones para incorporarlas en microrobots, ya sea detectores químicos u ojos fotovoltaicos que les permitan orientarse en un entorno detectando los cambios de luz.

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