En contacto con La Razón Radio, en la última entrevista que dio a un medio de comunicación como Defensora, contó las horas y los minutos dramáticos que le tocó vivir durante las jornadas de octubre y noviembre de 2019.

“Tienen que aguantar, son lo último que le queda al pueblo, nos dijo un amigo en Sacaba, Cochabamba, justo cuando estábamos allí para firmar la pacificación y eso fue lo que le nos dio fuerza para seguir adelante”.

Relató que, en aquellos momentos, cuando la gente moría masacrada en Senkata y Sacaba en el régimen de Jeanine Áñez, se sintió sola y débil, pero supo sacar fuerzas de flaqueza “porque sabía que era lo último que le quedaba a la gente, la Defensoría”.

“Me podían matar, me podían meter presa”, dijo, pero decidió volver a sus oficinas y junto a ella también volvieron sus compañeros.

En aquella época, y aún en estos días, Cruz fue calificada siempre como ‘masista’. Pero ella reivindica y sostiene su independencia partidaria, aunque reconoce su opción política en la que prioriza los derechos humanos, especialmente de los más desposeídos.

En las últimas horas en Funciones, la Defensora deplora la actitud de los políticos que, como en todo, aplican una ‘doble moral, pues cuestionan a un Defensor, cuando son ellos los primeros en politizar la institución.

Más adelante tendrá, amigo lector, la entrevista completa con Nadia Cruz, quien hoy deja la Defensoría del Pueblo y revela varios pasajes que le tocó vivir al frente de esta Institución.

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