Santa Cruz quiere ser Santa Cruz

 

La marcha del gobierno nacional con funcionarios públicos, militantes del MAS y organizaciones sociales el día jueves 25 de agosto en la ciudad de La Paz, fue claramente una reacción a las jornadas de paro cívico en Santa Cruz. Es llamativa e incisiva la frase emitida por el presidente Arce en dicho acontecimiento: “La derecha siempre va a buscar excusas para desestabilizarnos, para desgastarnos con la complicidad de varios actores en la sociedad; hoy el censo politizado pretende beneficiar a unos cuantos”. ¿Habitamos unos cuantos en Santa Cruz?



En Santa Cruz habitan casi tres millones y medio de habitantes y se ha consolidado como el centro de la dinámica económica en Bolivia. Por ejemplo, genera el 80% del volumen y el 75% del valor de las exportaciones de productos no tradicionales en al país. Su riqueza beneficia a muchos ciudadanos y ciudadanas del interior que migran al departamento de forma continua. Es decir, su crecimiento económico de orden privado es una promesa de bienestar que se ha desplegado de manera muy atractiva a nivel nacional.

Una dinámica económica que ha generado transformaciones sociales, ampliación del ámbito de actividades de las instituciones estatales autónomas, e incentivado la participación política de la gente en demanda del respeto a sus derechos.

Los paros cívicos en días pasados y la programación de un cabildo para el próximo 30 de septiembre, a raíz de la necesidad de que el Censo se realice en 2023 y no en 2024, son modalidades de participación política de los ciudadanos, motivados por la defensa de sus derechos a la educación y salud, como lo establecen los artículos 17 y 18 de la Constitución respectivamente.

A nivel departamental, las instituciones estatales autónomas son las encargadas de garantizar el cumplimiento de dichos derechos, sin embargo, la ampliación de su ámbito de actividades no está respaldada con los suficientes recursos financieros que posibiliten la atención y procesamiento adecuado de las demandas ciudadanas causadas por las transformaciones sociales como efecto del crecimiento económico.

Santa Cruz quiere ser Santa Cruz significa el anhelo de recuperar su alma institucional y consolidarse como fortaleza política regional demócrata liberal. Por ello, deben correr en paralelo las instituciones estatales autónomas -con suficientes recursos financieros provenientes de la esfera pública- y las transformaciones sociales -que ha generado la riqueza económica producida desde la esfera privada-, para evitar un colapso político institucional como efecto de la asimetría entre las múltiples demandas ciudadanas y limitadas respuestas de los gobiernos autónomos.

El presidente Arce debe visitar más frecuentemente el departamento cruceño como forma de conocer mejor las instituciones autónomas y su gente, para dialogar y consensuar mirando a los ojos del adversario, no limitarse a su círculo azul que alimenta su sesgo ideológico contra la mayor potencia económica donde habitan millones de ciudadanos provenientes de todos los lugares del País.