A agosto de este año, el valor de las exportaciones de carbonato de litio (Li2CO3) creció en 313% frente a igual periodo de 2021. Datos del INE muestran que hasta agosto de 2021 las ventas llegaron a $us 6,6 millones y a similar periodo de 2022 esa cifra llegó a $us 27,3 millones.

En tanto, a agosto de este año el volumen de ventas se redujo en 40,4% respecto a igual periodo de 2021. Entre enero y agosto del año pasado se exportó 812,2 toneladas de carbonato de litio y al mismo periodo de este 2022 se comercializó 483,8 toneladas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Según el análisis realizado por La Razón, Bolivia exportó este año a $us 56.407 el precio en promedio de la tonelada de carbonato de litio, mientras que durante 2021 ese promedio fue de $us 9.759 la tonelada.

Según la publicación del portal La Jornada de México, con cifras de Trading Economics, del 12 de este mes, el precio internacional de la tonelada de carbonato de litio alcanzó los $us 70.800, lo que representa su nivel más alto desde que hay registros y un repunte de más de 10 veces en dos años, resultado de una combinación de mayor demanda y menor oferta.

En agosto de este 2022, el expresidente Evo Morales destacó el incremento en el precio del litio en el mercado internacional que, en la última década, se incrementó de $us 4.450 a $us 73.582 la tonelada.

“El precio del litio subió de $us 4.450 la tonelada en 2012 a $us 17.000 en 2021 y $us 78.032 en 2022. Pese al impacto de la pandemia del COVID-19 la fabricación de autos eléctricos se incrementó en 50% en 2020 y en 2021 se vendieron casi siete millones, todos con baterías de litio”, escribió el exmandatario en su cuenta oficial de Twitter.

Según estudios, en el salar de Uyuni, departamento de Potosí, Bolivia tiene 21 millones de toneladas de reservas de litio, una de las mayores del mundo que prevé se incrementará con los resultados que se obtengan en Coipasa y Pastos Grandes.

En tanto, en febrero de este año, el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, dijo que se prevé tener “buenos precios por lo menos hasta 2024”, según las proyecciones de la Agencia Internacional de Energías.

“La demanda tendría un incremento casi del 500 por ciento, dada la necesidad y el requerimiento que tienen los países asiáticos, europeos y americanos”, dijo la autoridad de Hidrocarburos.

La producción actual del Li2CO3 tiene origen en la planta piloto de Carbonato de Litio, ubicada en la población de Llipi, en el salar de Uyuni, Potosí, y tiene una capacidad de 1.000 toneladas por año.

El presidente ejecutivo de la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), Carlos Ramos, dijo en julio que para este año se prevé superar las 800 toneladas de producción.

A partir del siguiente año, con el inició de operaciones de la planta industrial, que se emplazada en Llipi, se proyecta subir esa cifra ya que la factoría tiene una capacidad de producir 15.000 toneladas por año.

Se prevé que la planta inicie operaciones a partir del segundo trimestre de 2023 y producir inicialmente más de 2.500 toneladas.

Mientras que, para 2025, se tiene proyectado generar 40.000 toneladas de carbonato de litio por lo que, a los precios actuales, se tendría ingresos cercanos a los $us 2.000 millones por la venta del Li2CO3, dijo Ramos.

En lo que va del año, el principal mercado de exportación del carbonato de litio boliviano es el ruso con 433,5 toneladas, lo que representa el 89,6%, mientras que el segundo país que compra el metal blando es China con 50.228 toneladas, el 104%.

Respecto al valor de las exportaciones del Li2CO3, Rusia pagó $us 23,5 millones (86,3%) y el mercado chino erogó 3,7 millones.