Bolivia: La Inquisición política

Si nos centramos en las persecuciones por cuestión de credos y creencias, no podemos dejar de mencionar a la Inquisición, un organismo que surgió en Europa, para controlar la fe de la población. De la misma manera se instauró en Bolivia una especie de policía política del instrumento político.

Tenemos a la Policía boliviana, al servicio del poder, a los jueces y fiscales del órgano judicial, al servicio del poder, es el apogeo de la inquisición política, bajo la tipificación delictiva, al servicio del poder político, cuya finalidad es preservar el sistema absolutista y totalitarista del Régimen y con él, los intereses de la élite política del Movimiento al Socialismo (MAS).



El MAS secuestró el poder, es por eso que terminará por convertirse en uno de los ejemplos más acabados de totalitarismo de toda la historia boliviana, el MAS hace uso de la política del miedo que tan buenos resultados les da en las elecciones.

El MAS es un verdadero suicidio de la democracia, el control sobre la población boliviana se completó con el uso que los “guerreros digitales” hacen de los diferentes medios de comunicación (internet, redes sociales, Bolivisión) el Ministerio de Comunicación es uno de los brazos operadores de la dictadura que más dinero recibe del presupuesto gubernamental.

Este fascismo autoritario de corte populista, apela a los sentimientos, más que a la razón, realiza actos de homenaje llenos de emotividad y por supuesto dicen cosas sencillas, simplificadas al máximo, que son muy fáciles de comprender hasta para el individuo menos inteligente, y dicen: los que no opinan como nosotros, están en contra nuestra y repiten mil veces desde múltiples perspectivas la misma idea antiimperialista y un odio desenfrenado al oriente. No en vano una mentira repetida mil veces se convierte en verdad, esa es la propaganda fascista goebbeliana.

La política económica no es lo que más importa al instrumento político, si es que no se han dado cuenta, lo preeminente es la cuestión racial, la preservación y posterior expansión al oriente boliviano de la raza de los señoríos Aymara, Quechua, el fin último es la eliminación de las razas que representan al oriente boliviano, ese es el fin último del proceso de cambio. Quisiera ver analistas y politólogos que hablen de esta verdad, pero no los veo porque tienen miedo, yo no tengo miedo porque la verdad es un instrumento más fuerte que la calumnia.

El MAS precisa un país, sumiso y para eso no se limita en reprimir los conflictos con el uso indiscriminado del gas lacrimógeno, oprimir a los dirigentes disidentes con mandamientos de aprehensión y decisiones extrajudiciales con medidas cautelares en menos de 24 horas o negarle el derecho al trabajo a los dirigentes cívicos, su fin es eliminar a los opositores al partido, por otra parte, también se hace necesaria la limpieza de casa para adentro, especialmente para aquellos que piden al interior del partido “renovación” mala palabra para aquellos que se creen dueños del instrumento político, al mejor estilo jacobino el espíritu de Robespierre, sigue teniendo influencia demoniaca, que incita ordenando hacer una gran purga y deshacerse de las fuerzas que obstaculizan (Arce, Choquehuanca) o le hacen sombra al jefazo, para la toma máxima del poder. Ellos quieren deshacerse al interior de los cuerpos políticos incómodos, quieren depurar las fuerzas indeseables al interior del cuerpo político.

Esto es en el fondo el tan cacareado proceso de cambio, para mí toda una decepción, el presidente Arce es un defensor a ultranza del keynesianismo, que no es otra cosa que el inmovilismo y la parálisis nacional de la economía. La Bolivia Plurinacional se ha convertido en una nación rota, con un gobierno inoperante. Señor presidente Arce, su gobierno terminará en un proceso de degradación progresiva en todos los niveles (Ministerios, Gobernaciones y Municipios). El MAS no caló en la población boliviana, pues desconfía de este fantoche de poder, que ha sido impuesto por los enemigos de Bolivia, que se afana en esconder su completa dependencia de la mafia criminal internacional que controla los hilos del poder en Bolivia.

“El Sistema corrupto, masista, destruyó el cuerpo enfermo del Estado Plurinacional de Bolivia, que está a punto de acabar. La Bolivia Plurinacional del expresidente Morales se hundirá, irremediablemente, presa de sus propias inseguridades”.

Hace poco Bolivia cumplió 40 años de vida democrática; que no se nos olvide que la democracia es la única regla del juego válida. El MAS garantiza con su participación en las próximas elecciones presidenciales 2025 una debacle electoral, ahora vive en su interior una debacle interna partidaria, que terminará por socavar sus propios cimientos.

 

Jhonny Vargas es Politólogo