Miopía general

La miopía de nuestros líderes nacionales y regionales ha provocado la desorientación y mayor confusión en la mayoría de la población boliviana. Este estado de ánimo generalizado en la ciudadanía, alimentado por grupos radicales, que lo que menos les importa es el interés de la Patria y el bien común, nos está llevando de forma precipitada e inexorable al abismo. No podemos destruir el país bajo el argumento «que el gobierno actual no atiende las demandas y aspiraciones de una o varias regiones del país», argumento que es válido, sin embargo, estamos en la obligación de meditar profundamente, evaluar y aplicar otras medidas que no causen un efecto desastroso como el de un paro y bloqueo Cívico de 35 días. ¿Cuánto tiempo va a costar recuperar el tiempo perdido y revertir las pérdidas millonarias provocadas por esta medida? ¿Puede darse el lujo un país como el nuestro de actuar de esta manera?

Lo extraño es escuchar voces de lideres de opinión que propagan a «ganadores y perdedores», tratando de justificar esta medida, que en realidad ha tenido como único gran perdedor al pueblo boliviano, a todos los estantes de nuestra sociedad y a los más desposeídos en particular. Además, alentando a la población irresponsablemente a prepararse para otras batallas fratricidas, demostrando la incapacidad de generar propuestas dirigidas a la concertación nacional, eventualmente en el marco de un “Gran Pacto Social”.



En definitiva y resumen, observamos a líderes que están lejos de tener el nivel de los grandes desafíos actuales, a una población desorientada en un país que tiene un potencial enorme y una extraordinaria oportunidad desaprovechada inconcebible e irresponsablemente.

Lo natural y coherente sería, que todos bolivianos reflexionemos para decidir qué hacer de este extraordinario país, que, como pocos, tiene todas las condiciones de tener un mejor porvenir para el bien de las presentes y futuras generaciones.

Fernando Crespo Lijerón – Vecino de Porongo