El equipo de rescate policial solo recuperó el casco y la lámpara del minero el lunes 7, más no así su cuerpo que se hundió de la laguna subterránea. En más de 168 horas —desde su desaparición— aún no emerge el cuerpo y ya se nota cansancio en el equipo policial.
Fuente: El Potosí / Potosí
Sin vida: el cuerpo de José Luis Flores continúa desaparecido una semana en el interior de la mina Valeriana. Negativo fue el trabajo de búsqueda tras siete días desde que cayó al rajo del socavón de plata. José Luis entró a trabajar el viernes 4 de noviembre y, desde ese día, no salió más.
El equipo de rescate policial solo recuperó el casco y la lámpara del minero el lunes 7, más no así su cuerpo que se hundió de la laguna subterránea. En más de 168 horas —desde su desaparición— aún no emerge el cuerpo y ya se nota cansancio en el equipo policial.
El grupo de rescate arriesga su vida debido a la presencia de bochorno (gas venenoso) en el socavón que está a más de mil metros de la superficie, donde apenas puede entrar el cuerpo de un minero. La mina Valeriana está ubicada en la comunidad de San Lorenzo, camino Potosí – Tarija, distante a 25 kilómetros de la ciudad de Potosí.
Cuando encontraron el guarda t’ojo todo apuntaba a que encontrarían el cuerpo; sin embargo, ese objetivo se diluye día que pasa. El comandante departamental de la Policía, coronel Roque Arraya, dijo que continuará las labores de rescate del cuerpo pese a las dificultades que tienen al interior del yacimiento minero.
Afirmó que tras 15 horas continúas de trabajo en el rajo donde cayó tuvieron que abortar el objetivo. “Usaron una barra de fierro para ubicar y sentir el cuerpo. Estamos a la espera que haya un resultado”, dijo.
El jefe policial afirmó que continuará el trabajo en el socavón minero y augura que en las próximas horas puedas rescatar el cuerpo.
Entra tanto, la familia del trabajador clama que continúa el trabajo de rescate porque tiene la esperanza de que encontrarán el cuerpo de José Luis. Dos menores de edad quedaron en la orfandad y, ahora, la mamá se convierte también en papá tras la tragedia que llegó a su familia.
“Queremos que encuentren el cuerpo para velármelo y enterrarlo. Quiero tener un lugar donde ir a llorar. Me siento impotente, no sé qué hacer”, dijo sollozando la esposa del minero, María León.
La mujer contó entre lágrimas que sus hijos piensan que su papá saldrá vivo y no pierden la esperanza. Espera que más gente se una a las labores de rescate.
El trabajo para el ingreso de los rescatistas fue dramático ya que el paraje estaba inundado de gas tóxico e incluso el contratista dio la orden de cerrar válvulas para que la compresora deje mandar aires.
Sin embargo, la presión de la familia y algunas autoridades dio paso que se ventile el lugar e ingresen los efectivos policiales que hasta ahora no tuvieron un resultado positivo.
Hoy nuevamente el grupo de rescate irá al lugar para nuevamente ingresar a la mina y buscar el cuerpo.
El número de decesos en los socavones de los yacimientos mineros se elevó en este mes a 67. El gas tóxico, la caída de planchones o la caída a cuadros o niveles son los tres factores que más inciden en la pérdida de vida de los trabajadores del subsuelo.
La presencia del gas se debe en gran medida a la falta de condiciones de seguridad laboral puesto que los dueños de las minas no habilitan “chimeneas” en los diferentes cuadros generando grandes espacios sin ventilación donde se generan las condiciones para la presencia de gases tóxicos.