La politóloga Susana Bejarano y el periodista Julio Peñaloza coincidieron en que el destituido presidente de Perú, Pedro Castillo, no logró consolidar el apoyo de sectores y organizaciones sociales de su país para sostener su gestión en el gobierno.

“No constituyó un movimiento político (…), este era un gobierno del mundo popular y era una oportunidad histórica para configurar un nuevo sujeto de poder, que se alimente y se vista se toda esa organización social”, afirmó Bejarano.

Castillo fue detenido el miércoles tras ser destituido por el Congreso después de que el entonces mandatario anunciara su disolución.

Según confirmó el propio presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, el expresidente peruano fue interceptado cuando pretendía dirigirse hacia la Embajada de México en Lima.

Tras prestar declaración en la sede de la Prefectura de Lima, Castillo fue trasladado a la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía (Diroes), en Lima, centro penitenciario en el que se encuentra también el expresidente Alberto Fujimori.

Luego de la destitución y posterior detención, y tal como señala la Constitución peruana, asumió la presidencia del país quien hasta entonces era la vicepresidenta, Dina Boluarte.

Este jueves, un tribunal peruano decretó siete días de prisión preventiva para Castillo, mientras se lo investiga por un supuesto delito de rebelión, después que anunció la disolución del Congreso.

Para Bejarano, esta es la consecuencia de haber quedado solo, sin apoyo institucional, pues “Castillo y la izquierda no supieron capitalizar aquello que el voto les estaba diciendo, que era la inconformidad de un mundo popular”.

“Era un gobierno que en lugar de combatir a esa élite política tradicional, intentaba que esa élite política esté más o menos conforme”, agregó la politóloga.

Para Peñaloza, se trata de una “crisis estructural”, porque el exmandatario peruano no logró consolidar al movimiento popular en alianza con la izquierda peruana, con el fin de hacer frente a las élites políticas tradicionales.

En criterio del columnista de La Razón, Castillo comenzó a gobernar sin poder, “condicionado” por las fuerzas políticas del Perú y un aparato mediático “que le hizo la vida imposible”.

Es lamentable que Castillo “no haya podido consolidar un proyecto político y no era el líder que estaban esperando (…). Creo que un proceso constituyente al Perú le vendría muy bien, pero para eso tienen que haber organizaciones sociales, articulación del mundo popular y eso al Perú le está faltando”, afirmó Peñaloza.

El expresidente “nunca llegó a encarnar un proyecto de poder (…), para sentar presencia y consolidar un gobierno en el Perú”, insistió.