Sin agua en lagunas y represas en alerta: sequía azota la Llajta

El líquido del embalse Escalerani, uno de los principales proveedores de la ciudad, alcanza para 30 días, alerta un experto. Autoridades no tienen planes de contingencia.

Fuente: paginasiete.bo



“El agua de (la represa) Escalerani alcanza sólo para 30 días porque después tienen que bombear. No hay agua en las lagunas que bajan o se alimenta. En Cochabamba habrá problemas de racionamiento y escasez. En 40 años que conozco (esa represa) es la segunda vez que veo tan bajo su nivel”, alerta Gonzalo Maldonado, miembro de la Coordinadora de Defensa del Agua.

En una región constantemente azotada por la escasez de agua, la situación que atraviesa Escalerani es alarmante porque es uno de los principales proveedores del recurso para el municipio de Cochabamba, según Maldonado, quien visitó la presa el 30 de noviembre.

Esta crisis -atribuida a la falta de lluvias y el cambio climático- pudo evitarse, según Maldonado, si desde los niveles departamental y municipal hubiesen aplicado planes de contingencia y mayor inversión.

El escenario de Escalerani no es aislado. Algo similar sucede en las demás represas, lagos, ríos y lagunas de los valles, del Cono Sur y zona andina del departamento de Cochabamba debido a las sequías “extremas” que azotan a todo el país. En la Llajta 17 municipios de 47 están en emergencia y analizan emitir declaratorias de desastre; algunos ya aprobaron leyes para canalizar más recursos.

Represas y escasez

Las represas más importantes y grandes de Cochabamba son Misicuni y Corani; pero también están otras de menor embalse como Escalerani y WaraWara. Éstas proveen de agua potable, para riego y para los animales de corral de la zona central y parte de los valles. También hay ríos y lagunas que aportan significativamente a la región, pero debido a las sequías los niveles de almacenaje están reducidos.

La represa Escalerani y WaraWara, junto con Misicuni -situados en la provincia de Quillacollo- son los principales proveedores de agua potable y para riego para el municipio de Cochabamba. Escalerani, en época de lluvia, alcanza un embalse de 6.000 metros cúbicos y WaraWara, 3.500 metros cúbicos, mientras que Misicuni llega hasta los 100 mil, según datos del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa).

Actualmente, Escalerani tiene un embalse de 28% de su capacidad y WaraWara, 35%. Sin embargo, estos datos no son alarmantes para el gerente de Semapa, Luis Prudencio, quien anunció que se aplica un plan de contingencia para que Misicuni incremente la dotación del recurso. Pese al reducido nivel, Prudencio aseguró que no es necesario un racionamiento, por lo que garantiza el suministro habitual de agua al municipio de Cochabamba. “Creo que la situación aún no es crítica y si las lluvias no nos acompañan, evidentemente se puede complicar, pero por el momento tenemos agua para poder dotar de manera coordinada con el cronograma establecido”, dijo Prudencio en contacto con los medios.

Sin planes ni inversión

La crisis se extiende a los valles, el Cono Sur y la zona andina de Cochabamba de al menos 17 municipios que se encuentran en emergencia y alistan su declaratoria de desastre para activar planes de contingencia. Para Maldonado, esta crisis de agua a causa de las sequías pudo evitarse si las regiones hubiesen aplicado, oportunamente, planes, proyectos y mayor inversión económica antes de la época seca.

“La crisis de agua en los valles de Cochabamba, zona central y Cono Sur es recurrente porque la Gobernación no tiene una planificación de recursos hídricos actualizada, estudios de todas las fuentes de abastecimiento de agua, planes, programas y proyectos. Desde luego se requiere realizar inversiones, no sólo estudios”, afirma el representante de la Coordinadora en Defensa del Agua.

También se refiere específicamente al Cono Sur, la región más carente de agua de la Llajta. “El Cono Sur es un ejemplo típico de la ausencia de proyectos. Necesita trasvase o varios proyectos, embalses que podrían asegurar el agua para vivir y producción agrícola. Omereque y Pasorapa tienen ríos con poca agua, pero la solución son embalses de magnitud adecuada. Si se tienen buenos estudios y se los ejecuta habrá agua para la época de estiaje”, dijo.

En el caso de las lagunas, como Alalay, Coña Coña y Quenamari, que también sufren los embates de las sequías, están abandonadas, según el presidente del Control Social Ambiental (Cosac), Jaime Ponce. Estas acequias, si bien no proveen de agua para el consumo ni el riego, son el refugio de diversas especies de aves y peces que están en riesgo.

“Las lagunas sufren el abandono de la gestión ambiental tanto de la Gobernación como del municipio del Cercado. Son varias las obras de ingeniería y proyectos de rehabilitación que hasta el momento no se han ejecutado”, afirma Ponce.

$!Hay alerta por la situación de los animales en esa región.

Alerta que la biodiversidad que habita en estas lagunas está en peligro de desaparecer. “La biodiversidad ha sido afectada a tal punto que han desaparecido prácticamente todas las especies de peces por la sequía y la contaminación, particularmente en Coña Coña y Alalay. Sufren especies de mamíferos y principalmente de aves”, advierte.

Sequía extrema

Los 17 municipios que atraviesan sequía severa son: Arque, Cocapata, Morochata, Capinota, Sacabamba, San Benito, Santivañez, Arani, Omereque, Pasorapa, Raqaypampa, Vila Vila, Totora, Mizque, Aiquile, Tarata y Pojo.

El pasado miércoles, el gobernador Humberto Sánchez hizo la entrega de 25 tanques de plástico para almacenamiento de agua con capacidad de 5.000 litros cada uno y 125 rollos de politubos a 12 municipios afectados, que beneficiarán aproximadamente a 1.040 familias de 25 comunidades.

“Estamos atravesando una situación delicada con el tema de agua para consumo humano y riego. Las vertientes escasearon su caudal”, dijo el alcalde de Pasorapa, Ismael Ríos, durante la entrega.

Pasorapa es una de las regiones más azotadas por la escasez de agua. Es una zona ganadera y posee más de 1.500 atajados de agua, pero menos del 40% está activo.

$!Sembradíos del Cono Sur están afectados por falta de lluvia.

En Omereque, el diputado Héctor Arce por la circunscripción 25 que pertenece al Cono Sur, informó que al menos 100 cabezas de ganado murieron debido a la escasez de agua. Los comunarios bombean agua del río Mizque, pero no es suficiente para paliar la necesidad. “Hay una sequía extrema producto del cambio climático”, lamentó el parlamentario. El panorama a nivel nacional es casi similar. El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Remmy Gonzales, informó que se puso en ejecución el Plan Plurinacional de Respuesta Inmediata a la Sequía, que busca garantizar la provisión de agua para consumo humano, riego y ganadería en 153 municipios de ocho departamentos. Garantizó una inversión de 122 millones de bolivianos. Se calcula que la sequía afecta a 102.440 familias y sus cultivos de 2.020 comunidades del país, según datos de la estatal ABI.

17
MUNICIPIOS
de 47 que tiene Cochabamba sufren los efectos de la sequía.
153
MUNICIPIOS
de ocho departamentos son afectados por la falta de lluvias.

Fuente: paginasiete.bo