Carnaval cruceño

 

El carnaval cruceño es uno de los fenómenos social y culturalmente más importantes que practican los cruceños, además de ser una actividad económica local y nacional que mueve millones de bolivianos, genera fuentes de empleo a cientos de familias cruceñas y del resto del país que viven y participan de la fiesta grande.



¿Qué pasa si se suspende el carnaval cruceño? Las fechas del domingo 19, lunes 20 y martes 21 de febrero son feriados nacionales, donde cada individuo y colectivo continuará con sus actividades planificadas: las iglesias realizarán sus retiros, los carnavaleros viajarán a las provincias, al interior y al exterior a divertirse y la ciudad cruceña quedará vacía. Esta podría ser una oportunidad para organizar un carnaval distinto, uno de protesta donde se pida de manera pacífica la restauración de la democracia y libertad, siempre precautelando y resguardando el orden público, manteniendo el tejido social en armonía y sobre todo expresándonos a través de las culturas locales y de los pueblos orientales, exigiendo el respeto que merecemos como sociedad civil, que merecen las autoridades electas democráticamente, entre otras cosas, en una “expresión cultural” de rechazo al autoritarismo y en defensa de la democracia, la libertad y las voluntades.

Pensar en suspender el carnaval cruceño nos lleva a cuestionarnos: ¿Paramos por ellos (el gobierno) o por nosotros (sociedad civil)? ¿Se puede protestar y divertirse? ¿No se puede? Si bien hay actividades que son organizadas por organizaciones como la ACCC y otras, que sí pueden decidir suspender sus actividades, al final del día el individuo común tendrá la total libertad de decidir por sí mismo que va a hacer los días de feriado. No olvidemos que el carnaval es una práctica de mucho valor simbólico que cohesiona a la sociedad y permite la liberación de tensiones generadas por conflictos internos y externos.

Tenemos que tener un carnaval distinto, que permita preservar una manifestación cultural, e introduzca una acción política para no dejar de lado las exigencias de la historia que vivimos como sociedad, región y país.

  • Que en las precarnavaleras se realicen marchas de protesta, exigiendo la restauración de la democracia y libertad, y que se respete nuestra condición de ciudadanos, como así también la de autoridades electas democráticamente, como la situación actual que vive el Gobernador de Santa Cruz. Se deben respetar los procesos y el derecho a la defensa en libertad.
  • Corso: Que todos los carros del corso sean expresiones de protesta exigiendo el respeto a la democracia y libertad, manifestando nuestra voluntad ciudadana.
  • Los 3 días de mojason: Que la ciudadanía se manifieste a través de la vestimenta con mensajes de libertad y democracia.

El carnaval cruceño sigue siendo una oportunidad para fomentar y promover nuestra cultura, además de expresar socialmente el sentir de la sociedad cruceña, y que tenemos muchos en este momento histórico específico: respeto a las normas, la democracia, la libertad y más que nada a nuestra voluntad.

 

M.Sc . Rafael D. López M.

Presidente del Colegio Departamental de Santa Cruz