Analistas alertan del interés del Gobierno de Luis Arce de desestabilizar el Gobierno departamental de Santa Cruz y el liderazgo del movimiento cívico cruceño.
Los cívicos del país reunidos en Santa Cruz. | RRSS
El Gobierno ha optado por el desgaste y el cansancio para dar fin a las protestas en demanda de la liberación de presos políticos, respeto a los derechos constitucionales y otras demandas, porque es parte de una política autoritaria que no abre espacios de diálogo ni de negociación, según los analistas Carlos Alberto Goitia y Marco García.
Los expertos consideran que la protesta sostenida en las calles y un discurso de demandas nacionales serán las principales estrategias para mantener la movilización, ya que otras medidas como bloqueos o paros debilitará más a Santa Cruz, considerando que en noviembre de 2022 soportó más de 30 días de paro. “Es importante evitar un efecto boomerang, porque la población comienza a sentir los efectos”, señaló García.
Por su parte, Goitia habla de la tensión que hay entre el Gobierno, que apuesta por la represión, y la población, que no cesa en sus protestas y comienzan a articularse en el ámbito nacional.
“El Gobierno genera temor, genera miedo y al mismo tiempo apunta al desgaste económico del movimiento cívico como estrategia”.
García asegura que no sólo con paros que se va a resolver el problema, por lo tanto urgen estrategias.
Procesos
El analista menciona que una medida que debe asumirse es la judicialización por los delitos que se cometieron en todo el periodo de gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS).
Además, los analistas alertaron del interés del Gobierno de Luis Arce de desestabilizar el Gobierno departamental de Santa Cruz y el liderazgo del movimiento cívico cruceño.