En septiembre de 2020, el joven boliviano Alexander Bello Ortiz, un cadete de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, apareció muerto en su departamento en el estado de Florida.
Fuente: Página siete
El primer informe policial dio cuenta que se quitó la vida, pero la familia nunca aceptó aquella versión y logró que se reabra el caso, porque sospecha que fue victimado por uno de sus dos compañeros de vivienda.
“Tenemos pruebas directas de que Alex fue asesinado, un proceso para mostrar y sacar esto a la luz para que la comunidad y las personas latinas nos ayuden a sacar a la luz”, contó a la red Unitel Lourdes Ortiz, madre del joven boliviano de 20 años que el 6 de septiembre fue hallado sin vida en su morada.
Esa jornada, Ortiz recibió una llamada telefónica desde un hospital reportándole que su hijo fue ingresado por una herida con arma de fuego y que los médicos ya nada podían hacer por salvar su vida. Unas horas antes, según la familia, Alex tuvo una discusión con uno de los compañeros con los que compartía el departamento en esa ciudad.
“La Policía no hizo el procedimiento investigativo, como acordonar el lugar, hacer preguntas o exámenes de balística”, denunció Ortiz, para quien hay fundadas sospechas que de que su hijo fue asesinado. La madre añadió que tras la muerte del joven, uno de sus amigos llegó junto a su padre para presuntamente limpiar la escena del crimen.
“La persona que tomó la vida de mi hijo también tomó la mía, porque ya no tengo vida sin él”, clamó Ortiz. En primera instancia, la Policía cerró el caso como un presunto suicidio, pero la Fuerza Aérea, donde Alex estaba en el último curso, hizo presión para que el caso sea reabra.
Lourdes Ortiz y su familia impulsaron una investigación privada y la indagación evidenció que su hijo no disparó ningún arma, según el examen de balística que dio negativo, además no tomó drogas, como se insinuó también en un primer momento.
Se tiene previsto que en los próximos días se inicie juicio civil para que la Policía investigue cómo murió Alex.