Los diestros y los siniestros

 

En un ambiente caracterizado por arduas imputaciones, peleas y peloteras, hace unas horas concluyó el acto de inauguración del IX Congreso departamental del MAS en la localidad de Yapacaní-Santa Cruz donde, después de mucho tiempo, acudieron juntos los principales dirigentes de ese partido, Evo Morales y Luis Arce Catacora.



Como era de esperarse, ambos líderes invocaron a la unidad de sus prosélitos, para  enfrentar a la “derecha nacional e internacional”, sin embargo, dicho mensaje de unidad fue lanzado para opositores e incrédulos, como muchos ministros del actual gobierno, que al sentirse vetados por el expresidente y no contar con su simpatía para seguir en sus respectivos despachos, prefirieron abandonar el ring de la  pelea, trabada entre dos calvos por un peine.

En una singular llamada de atención a su ex tesorero, y adelantándose a frenar la carrera que este emprendió hacia la gerencia del instrumento político, el ex CEO de la empresa, con ínfulas de académico de Harvard, manifestó socarronamente que Bolivia no estaba bien económicamente, y que, por lo tanto, ese congreso no sólo debería ver quién será el próximo dirigente máximo, sino también debatir la situación en el nuevo orden mundial, ayudando al hermano Presidente a salvarla,  con la aplicación de nuevas políticas sociales para la gente humilde y pobre, inyectando recursos económicos y evitando políticas de contracción que la afecten, como la entrega de un doble aguinaldo a las personas de la tercera edad, puesto que hay muchos ancianos que viven en soledad y no cuentan con recursos.

Por su parte, el vapuleado exministro de economía, recogiendo el guante lanzado por su exjefe y actual competidor, al manifestar su seguridad de ganar este desafío, repitió dos veces un latinajo de muy fácil comprensión de sus compañeros aimaras: “Estamos seguros de que vamos a salir con un elemento central, invaluable, una condición “sine qua non” para el éxito, que es ¡la unidad, la unidad es el requisito “sine qua non” para ganar a la derecha!”.

Influidos por la sabiduría del líder cocalero, no se puede entender, cómo ese socialismo pasteurizado nos ha venido gobernando durante estos últimos 17 años, y que nuestra amada patria aún resista semejante embate. Sin el ánimo de controvertir tanta sapiencia, pero cuidándonos de no recaer en esa pandemia política, igual o peor que la de la sopita de murciélago chino, quizás debamos coincidir con el Presidente cuando  aconseja tomar en cuenta los riesgos y amenazas que apremian actualmente a su proceso socialista: “son aquellos que vienen de afuera y afirman que el Litio es su reserva, que nuestras reservas de agua les interesa y, por tanto, debemos estar alertas ante semejante peligro externo”. ¡Ojo! no   menciona a  los norteamericanos empero, insiste que se debe estar a la altura del desplante de la derecha nacional e internacional. Un magnífico manifiesto de adscripción a la izquierda rusa o china que nos coloca ante la disyuntiva de escoger, entre los Diestros y los Siniestros

 

Álvaro Riveros Tejada