Vivir bien en el populismo cocalero, gracias al gas y la coca gorda no a las vacas

 

Selecciones del Reader’s Digest. Datos para la historia, pillados por aquí y por allá.



A partir del 2006, las calles de las principales ciudades de Bolivia empezaron a llenarse de edificios suntuosos, rascacielos y cholets; autos, aviones y helicópteros de último modelo y otros lujos. En los medios internacionales se empezó a hablar del milagro boliviano y de un “Indígena”, produciendo un milagro económico.

Los empleados públicos, que llegan a 550.000 masistas, viven más que bien. Tienen más estímulos y posibilidades de corromperse y las aprovechan con toda impunidad, pues tienen poder para decidir sobre leyes, contratos, subvenciones, pegas, coimas y tucuimas y todo gracias al MAS.

En septiembre del 2003 el precio del petróleo rondaba los 25 dólares por barril y empezó a ascender hasta alcanzar un precio máximo el 11 de julio de 2008, siendo de 147 dólares. Este año 2023, ronda por los 74 dólares.

En los primeros años del populismo, entre el 2006 y hasta el 2013,  los precios de los hidrocarburos y del gas habían alcanzado precios inéditos. Evo y su juntucha cocalera se apropiaron de esta enorme fuente de recursos, también de la coca y eso les dio chance para enriquecerse, gastar y dilapidar el dinero de los contribuyentes en canchitas de fútbol, museos al Ego, industrias inviables, gasto burocrático y en cualquier cosa que produzca comisiones. A su vez, el ochenta y cinco por ciento de la población vive en informalidad, trabajando como comerciantes, cuentapropistas, contrabandistas, cocaleros, narcotraficantes, etc. y también como empleados públicos. Gran parte ronda el nivel de pobreza.

Los años 2006 y 2013 producto del petróleo y el gas, se vivió la época de las vacas gordas. Como producto del auge, en el 2014 las Reservas Internacionales Netas eran de más de 15 mil millones de dólares y este mismo año es cuando empiezan los problemas, pues caen los precios del gas y peor aún, empiezan a agotarse las reservas de hidrocarburos que heredaron del gobierno anterior.
Como tienen estas grandes reservas en el Banco Central, se las gastan y en febrero del 2023 solo quedan 3.538 millones y las reservas en divisas son 372 millones de dólares. Como ven que la vaina se complica, empiezan como locos a endeudarse interna y externamente, pues un masista que se acostumbró a la plata, no puede vivir sin ella.

Estábamos engañados, Evo es el mago de la economía y no el Lucho. Evo, mientras espera recuperar la silla, anda quejándose de su actual sueldo sin trabajar, de 21. 640 bolivianos y no menciona que tiene cuentas de verdes en el exterior, casas, museo propio y usa como propios, autos, camionetas, aviones, helicópteros e imillas de quince.  Es uksachiq, astuto y también wawamikhuy, nomás es.

Ahora que la crisis se avizora y cada vez más rápidamente, empiezan las pugnas y los compañeros del sindicato narco cocalero, alegan que ellos verdaderamente son los que aportaron a la economía del país, construyendo edificios de Condominios y Departamentos en todo el país, incluso cuando hay una descomunal sobreoferta en el mercado. Ellos son lo que traen cientos de q’epis con dólares y bultos de mercaderías del extranjero, hasta papa y tomate, lo que ayuda a mantener la estabilidad y bajos los precios. Esto es su otro aporte al Proceso de cambio: de coca por plata, y son ellos los que seguirán aportando.

El poder es una droga y recordemos que Evo terminado su tercer mandato, busco perpetuarse en el poder, pues es su derecho humano. En las elecciones para su cuarto mandato, el 2019, comete un fraude muy evidente y el problema es que lo confirma y denuncia la OEA, y él se asusta, renuncia y se escapa. Ahora vuelve hecho el wahisman a sacarlo al Lucho que no quiere devolverle su silla. Evo tiene un problema con las sillas, hasta en las fiestas y celebraciones.

Nos aconseja un Yatiri: Si quiere ser rico, inscríbete al MAS; esa es la clave. Leímos un reciente ejemplo, entre otros varios, y es el de José Rengel Terrazas, diputado suplente del MAS, que transfirió más de 51 millones de dólares (US$ 51.346.671) al exterior. Cuentan sus compañeros chismosos y envidiosos de bancada en el Parlamento: “Llegaba con su traje moda Evo”, relojes “de alta gama” y con una “billetera gorda”. “Nos mostraba sus dólares y presumía de su fortuna”.
El Rengel necesitaba nomás, sacar sus dolaritos que están inflando sus cuentas y no quiere que los opositores y los hermanos envidiosos lo molesten y además afuera están más seguros. Inscríbete al MAS esa es la clave.

Fuente: ovidioroca.wordpress.com