Caída libre de la economía

Hambre, conflictos sociales y violencia, es lo que le espera al mundo debido a la caída libre de la economía global, pero como se explica este estado de cosas, vamos a analizar la economía desde el punto de vista de la política económica y para ello utilizaremos la filosofía económica para evaluar el impacto y proyectar el escenario económico futuro que le espera a la población mundial.

Comencemos por analizar el bosque económico en su conjunto, el mundo está a punto de cambiar, como consecuencia de la pandemia y los conflictos bélicos, muchas organizaciones internacionales, advierten que la crisis alimentaria que se viene es inevitable, para nadie es desconocido que la escasez y la inflación están arruinando a escala global a todos los países en su conjunto, el crecimiento económico se encuentra estancado en las grandes potencias Rusia, China y Estados Unidos, la enfermedad se llama estanflación, (Bajo crecimiento económico más inflación), los mercados internacionales se derrumban y el mundo entero está entrando al borde de una recesión global, las señales son claras, lo que traerá el colapso de la banca es inimaginable, los bancos en Estados Unidos están empezando a quebrar y el riesgo sistémico de que todo se venga abajo, está más presente que nunca, en este contexto los encargados de tomar decisiones en materia de política económica, intentan salvar lo que se pueda.



Silicon Valley Bank (SVB), Credit Suisse en Europa, solo son la punta del iceberg, que indican que ya comenzó el colapso bancario mundial, la crisis financiera que se nos viene, será peor que la crisis del 29 y para rematar esta situación Rusia y China se unen para poner fin al dominio global del dolar estadounidense, el gran ajuste financiero ha llegado, este es el año del derrumbe global, China y Rusia estan detrás de la caída del sistema financiero, pero eso no es todo, están comenzando los despidos masivos, el auge de la inteligencia artificial cuyo objetivo no es otra cosa que caos social, violencia en las calles y un ambiente propicio para la guerra.

En Latinoamérica es escenario no es nada optimista, lo que presenciamos es la destrucción sistemática de Venezuela, Argentina, Cuba, Chile, Colombia, México, Perú y Brasil, lo destruyeron todo, comencemos por nuestro vecino, en Argentina, el dólar sin techo, destruyeron el sueldo promedio, viven de los planes sociales y la inseguridad está a la orden del día, en Chile los empresarios huyen, el miedo se apoderó de los emprendedores, la caída de su PIB y los elevados niveles de violencia afecta el atractivo del país para invertir, en Perú la crisis política está matando la economía, los turistas ya no vienen, la violencia y los conflictos de ingobernabilidad han hecho su paraíso en el país incaico, en México su presidente admite usar a los pobres, sus gobernantes quieren producir más pobres para mantenerse en el poder, en Cuba el desabastecimiento es el pan nuestro de cada día, se sobrevive y solo una clase política privilegiada vive en medio del lujo, en Colombia su vicepresidente solo quiere viajar en helicóptero en medio de una población con hambre y mucha violencia producto del narcotráfico y Brasil se encuentra en una polarizacion política extrema, con elevados indices de inseguridad pública, donde los inversores tienen miedo a invertir por falta de seguridad jurídica, donde los mas pobres sobreviven en las favelas y mueren por falta de oportunidades.

La línea política económica impuesta en todos estos países hermanos es hiperinflación, los controles de precio o «precios justos» son un fracaso total, sus gobiernos impiden huir a su gente, el éxodo de hermanos latinoamericanos es una odisea de dolor y sufrimiento, es decir presenciamos la «Cubanizacion de Latinoamérica», en Argentina y Venezuela se necesitan kilos de billetes para comprar algo, en Argentina en otros tiempos gran productor de carne, ahora los argentinos sin carne con los precios por las nubes, es decir el común denominador en estos países es hiperinflación, «0» crecimiento económico y desempleo masivo y constante.

Ahora analicemos desde el punto de vista de la política económica a Bolivia, como dicen lo mejor se deja para lo último, lo que ocurre en Bolivia es algo suigéneris y paradójico, después de una supuesta bonanza económica y que todo lo malo que ocurre en Bolivia es producto del «golpe de estado de 2019», obviamente el gobierno boliviano sufre de Alzheimer y de una demencia patológica, de locura colectiva y dislate total, lo real y concreto es que existe un escaso nivel de reservas internacionales en el Banco Central de Bolivia, este Gobierno y la anterior gestión del expresidente Morales, están dejando un BCB destrozado patrimonialmente; lo que está haciendo este Gobierno es dejar un campo minado, a la sociedad boliviana, Bolivia se está quedando sin dólares, la sangría de reservas deja un saldo negativo en lo que va del año para el país.

Lo que sucede en Bolivia no es culpa de los analistas, sino que es simplemente la fragilidad del banco central, el gobierno boliviano ni siquiera informa el dato de sus reservas brutas, el problema detrás de esta cifra oficial desconocida, se encuentra un escenario de fragilidad entre préstamos, depósitos privados y otras deudas, tenemos una deuda externa fenomenal y no tienen el activo para pagar esa deuda y esa deuda juega en contra de los depósitos de la gente, es por eso que el presidente Arce quiera hechar mano de las jubilaciones de miles y miles de jubilados, hoy jubilarse con el nuevo sistema de pensiones o la Gestora pública, es un depósito individual de jubilación de alto riesgo, es decir a todos los bolivianos nos están dejando un grado de endeudamiento de corto plazo muy difícil de dominar, porque el déficit fiscal ya no tiene margen de movimiento.

Lo peor de todo es que están poniendo trabas a la exportación de soya y otros activos de ganancia de dólares para el mercado interno nacional, en pocas palabras un «harakiri económico brutal», la política de sustitución de importaciones no está dando resultados, lo único que ocasiona en Bolivia, es el crecimiento del contrabando y un enorme ejército de desempleados, o sea todo lo contrario a lo que la teoría económica dice, pues en la práctica están matando la economía nacional. La inflación, supuestamente, la más baja de la región, no puede soportar el aumento en el precio de la papa o el huevo.

Los subsidios a los combustibles, el pago de bonos y el pago de salarios a funcionarios públicos ineficientes, que no es otra cosa que burocracia parasitaria más corrupción encubierta en diferentes programas de vivienda y alimentos para ganarse la lealtad partidaria y proyectos improductivos, plantas procesadoras que no son otra cosa que un gasto innecesario, solo para satisfacer a dirigentes y comunidades, que no saben lo que quieren y obras públicas con sobreprecio, que no son otra cosa que «elefantes blancos» sin oficio ni beneficio, que se convierten con el tiempo, en un nido para las palomas y otros animales, con todo esto están reventando el Banco Central de Bolivia y están liquidando los dólares de las reservas del BCB.

El presidente como economista sabe lo que está ocurriendo, otra cosa es que se hace al loco o piensa realmente que está haciendo bien las cosas o Arce Catacora miente, miente y miente, lo real es que el actual gobierno boliviano tiene un gasto público desenfrenado, con inversión pública improductiva, gasta más de lo que entra a las arcas del Estado y no entran dólares al BCB, por diferentes razones no pueden sumar reservas, una por el efecto sequía, la falta de incentivos a las exportaciones netas, la falta de inversión en YPFB, para descubrir nuevos yacimientos de gas y un tipo de cambio fijo del dólar que en vez de reactivar la economía, lo único que genera es estancamiento económico. Están haciendo lo imposible para que no quede nada de reservas y aguantar todo lo posible para que la gente no se dé cuenta de la crisis del modelo económico social comunitario productivo.

Nuestra economía está enferma, no es nada saludable y se ve la crisis económica por donde quiera que vaya usted, se ve en la mega corrupción de construcción de carreteras, todavía mal hechas, se ve en los niños del área rural, que piden comida porque tienen hambre, en esas mismas carreteras mal hechas, nuestra economía está totalmente paralizada, no por culpa de las marchas o los bloqueos está paralizada porque sufre de un mal endémico que se llama «corrupción».

El supuesto «éxito» del modelo económico social productivo, no es que despierte el interés de todo el mundo, todo lo contrario somos la burla de todo el mundo, porque el supuesto éxito no es otra cosa que el resultado del narcotráfico, contrabando y tráfico de tierras es por esa razón que Bolivia es el país con la tasa de inflación más baja, lo que respalda y mantiene a nuestra economía es lo ilegal, alguien tenía que decirlo, pero no solo son resultados económicos para aquellos que hacen sus actividades dentro de lo ilegal, también son resultados sociales, no es que nuestra esperanza de vida se haya elevado a los 74 años, cuando nuestros adultos mayores viven en la completa miseria y el abandono.

No estamos logrando crecimiento e industrialización, todo lo contrario nuestra economía cada vez va en decaimiento y desempleo agresivo, sin igualdad de oportunidades, a no ser que defiendas los colores del partido en el poder, matando la exportación nacional con sustitución de importaciones, sobre la base del contrabando y el aniquilamiento de la manufactura nacional, porque hasta para recibir apoyos e incentivos debes estar dentro de la lista de los que apoyan al partido, yo le pregunto al presidente Arce Catacora, ¿Esta política económica implementada por su gobierno, nos da una mejor calidad de vida a los bolivianos?

– Yo creo que no, señor presidente, porque en Bolivia estamos más divididos y más fragmentados que nunca, señor presidente, y eso se lo debemos al partido al cual usted representa y así no podemos salir adelante.

¡Bienvenidos al mundo de la política económica…!

Jhonny Vargas es Politólogo