Emprendieron y sacan adelante a sus familias

Siete testimonios de madres que han logrado impulsar sus proyectos para beneficio de los suyos. Producen y elaboran sus productos que se venden en el mercado

Juan Carlos Fortún/Deisy Ortiz Duran

Emprendieron y sacan adelante a sus familias | El Deber



Fuente: El Deber

En Bolivia existen más de 2,3 millones de madres, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La mayor parte se concentra en Santa Cruz, con un 29,4 por ciento, y corresponde a jóvenes entre 35 y 39 años.

Muchas de ellas deciden emprender y sacar adelante a la familia, pues la persistencia y el amor por los suyos hace que no decaigan y prosperen en sus negocios.

En víspera del Día de la Madre se conocen algunos testimonios de mamás que, como muchas otras, se esfuerzan por levantar a sus familias y por ser el ejemplo de superación para los hijos.

Testimonios

Para Sunty Arteaga la llegada de su hijo Adrián fue el empuje para iniciar Hecho con Amor-Made with Love, el emprendimiento gastronómico artesanal que ahora es parte de la oferta cruceña.

Comenta que los meses de su embarazo fueron claves, pues la animaron a dar el puntapié en esta tarea, porque le preocupaba que con la llegada de su primogénito se aproximada una época de muchos gastos.

Eliana Tellez Saucedo tiene su emprendimiento en la miel. Es parte de la empresa familiar (Apícola Don Justo) donde trabajan con la miel y sus derivados que comercializan en el mercado boliviano. “Siempre he querido transmitir a mis hijas que hay que hacer las cosas que uno quiere, pero hay que darle el espacio y ponerle pasión, entonces el trabajo se convierte en algo muy lindo y uno lo desarrolla con mucho amor”, manifiesta.

Alejandra González es propietaria del Rincón del Tenis. Esta ingeniera industrial tiene dos mellizas de tres años y se las ingenió para pasar más tiempo con ellas.

Carola Huisman, propietaria de la empresa Iténez Productos Orientales, tiene una hija de 18 años y otro de 14. En 2011 inició este emprendimiento que tiene como base la extracción del aceite.

Liliana Chávez tiene tres hijas que la inspiran a crear accesorios bordados a mano.

También emprende en la costura Tatiana Flores, que tiene un taller con maquinaria industrial y apunta a tener su propia marca de ropa en el mercado. Decidió abrir su taller para cuidar de sus hijos y al mismo tiempo tener el sustento para darles.

Chizuro Amo es copropietaria de Viga Vista y tiene a su cargo la venta de los productos que fabrican.

Todas ellas combinan el rol de madre con el de empresaria y tienen como inspiración a sus hijos.

Historias

Alejandra González – Propietaria de Rincón de Tenis

“Puedo compartir mucho más tiempo con mis hijas”

Es ingeniería industrial y hace poco más de dos años decidió retirarse de su trabajo en una empresa petrolera para dedicarse al cuidado de sus mellizas de tres años. Con la idea de estar cerca de sus hijas, decide abrir una tienda especializada en el deporte blanco y también en el pádel. Esto complementa la academia de tenis de su esposo.

Eliana Tellez Saucedo – Apícola Don Justo

“Mis hijas y mi madre han sido mis mejores profesoras”

Creció entre el trabajo con las abejas, pero desde sus 16 años incursionó en el oficio. Tiene una propiedad familiar que es un santuario para las abejas, incluso cuando se hace rescate de enjambres en la ciudad los lleva a que se desarrollen en ese lugar. “He aprendido de mis hijas, porque son emprendedoras y persistentes. Mi madre y mis dos hijas han sido mis mejores profesoras”, dice.

Tatiana Flores – Confeccionista

“Con el ejemplo enseño a mis hijos el valor del trabajo”

Propietaria de Confecciones Tatiana, es una madre que impulsa a sus hijos a emprender. Aficionada a la costura desde que era una niña, siendo joven ingresó a trabajar a un taller, donde perfeccionó la técnica de la costura; sin embargo, cuando nacieron sus dos hijos decidió abrir su propio taller para cuidar de ellos mientras labura. Ahora busca colocar en el mercado su propia marca.

Chizuro Amo – Encargada de ventas

Emprender pensando en la ecología

Es la encarga de comercialización de Viga Vista, una empresa que maneja con su esposo y que se decida a fabricar portacelulares ecológicos. Elabora cajas acústicas que amplifican el sonido de los celulares sin necesidad de batería ni electricidad. Ha sabido combinar su vida profesional con su rol de madre. Tiene cuatro hijos que ya son profesionales.

Sunty Arteaga – Propietaria de Hecho con Amor

La impulsó la llegada de su primogénito

Impulsa un negocio que se destaca por ofertar comida artesanal, como jugos naturales, tortas, pizzas, pastas, desayunos y salados, entre otros. Comenzó cuando se encontraba esperando a su primogénito porque le venían muchos gastos. Al principio entregaba desayunos, pero durante en la pandemia amplió su menú. Estudia gastronomía y le falta poco para concluir. Piensa expandir su negocio.

Carola Huisman – Dueña de Iténez Productos Orientales

Sus hijos la incentivan a crecer en el negocio

Tiene dos hijos de 18 y 14 años. Cuenta con un negocio de aceites medicinales. Su emprendimiento surgió en 2011, cuando encontró una prensa en frío, que es un instrumento para extraer aceite. Este negocio, que le permite sacar adelante a su familia, comenzó con cuatro productos y ahora oferta 40. Antes de poner en marcha esta actividad colaboraba en la empresa de su padre.

Liliana Chávez – Artesana

Inicia el emprendimiento animada por sus hijas

Encontró en la bijutería una forma de ganar el sustento familiar y de superar el dolor por el fallecimiento de su padre. Ahora tiene un taller, donde confecciona vinchas y moñas personalizadas. Sus tres hijas la inspiran a crear. Su venta primero era reducida a su círculo más cercano, pero ahora tiene una tienda.

 

 

Eliana Tellez Saucedo de Apícola Don Justo / Foto: EL DEBER

Tatiana Flores de Confecciones Tatiana / Foto: EL DEBER

Chizuro Amo de Viga Vista / Foto: EL DEBER

Sunty Arteaga – Propietaria de Hecho con Amor / Foto: EL DEBER
Carola Huisman – Iténez Productos Orientales / Foto: Jorge Ibáñez
Liliana Chávez crea accesorios artesanales / Foto: EL DEBER