Long COVID ahora tiene una definición de caso de trabajo en los EE. UU según un estudio, pero la realidad no es así

12 síntomas clave identifican el trastorno, sugieren investigadores de EE. UU.

Los doce síntomas clave del long COVID  incluyen malestar general después del esfuerzo, fatiga, confusión mental, mareos, síntomas gastrointestinales, palpitaciones, cambios en el deseo o la capacidad sexual, pérdida o cambio en el olfato o el gusto, sed, tos crónica, dolor en el pecho y movimientos anormales. dijo Andrea Foulkes, ScD, del Hospital General de Massachusetts y la Facultad de Medicina de Harvard en Boston, y colegas del consorcio RECOVER de los NIH.



Se usaron datos de encuestas de casi 10,000 personas para definir los 12 síntomas distintivos, informaron los investigadores en JAMA. Los hallazgos también incluyeron un sistema de puntuación basado en los síntomas para ayudar a los médicos e investigadores a identificar mejor el Long COVID  e investigar los tratamientos.

Una de las grandes conclusiones de este estudio es la heterogeneidad del Long COVID : el Long COVID  no es solo un síndrome, es un síndrome de síndromes», dijo Foulkes en un comunicado. «Comprender esta idea es un paso realmente importante para investigar más y, en última instancia, administrar intervenciones informadas».

Ahora que podemos identificar a las personas con Long COVID, según los autores, podemos comenzar a realizar estudios más profundos para comprender los mecanismos biológicos en juego.

Desde 2020, varios investigadores han documentado una amplia gama de síntomas que surgen después de una infección aguda por SARS-CoV-2. Muchos estudios se han visto limitados por el diseño retrospectivo, la dependencia de los datos de registros de salud electrónicos o la falta de un grupo de control, lo que ha llevado a un desacuerdo sobre qué tan común es la duración de la COVID, qué tan graves pueden ser ciertos síntomas y qué patrones definen la duración de la COVID.

Las definiciones de casos incorrectas pueden retrasar los diagnósticos, disminuir la posibilidad de encontrar mecanismos subyacentes y conducir a tratamientos ineficaces y mal dirigidos para el Long COVID  (también conocida como secuelas post-agudas de la infección por SARS-CoV-2 o PASC).

Para clasificar el Long COVID , con un presupuesto de 1.15 BILLONES de dólares, Foulkes y sus colegas analizaron datos de una encuesta de síntomas distribuida en 85 hospitales, centros de salud y organizaciones comunitarias en 33 estados, Washington, D.C. y Puerto Rico. Los participantes se inscribieron en la cohorte de adultos de RECOVER antes de abril de 2023 y completaron una encuesta 6 meses o más después del inicio de los síntomas agudos o la fecha de la prueba.

Un total de 9.764 participantes cumplieron con los criterios de selección. De estos, 8646 personas estaban infectadas con SARS-CoV-2 y 1118 eran controles no infectados.

La mayoría de los participantes (71%) eran mujeres y la mayoría eran blancos; El 16% eran hispanos o latinos y el 15% eran negros. La mediana de edad fue de 47 años. Más de la mitad (58 %) de los participantes estaban completamente vacunados en la fecha índice. Los participantes no infectados tenían más probabilidades de estar completamente vacunados (77 % frente a 55 %).

En general, 37 síntomas tenían una frecuencia del 2,5 % o más y un índice de probabilidades ajustado de 1,5 o más para los participantes infectados frente a los no infectados. Los síntomas con una diferencia absoluta de más del 15 % en las frecuencias entre los participantes infectados y no infectados incluyeron malestar posterior al esfuerzo (28 % frente a 7 %), fatiga (38 % frente a 17 %), mareos (23 % frente a 7 %), confusión mental (20 % frente a 4%) y síntomas gastrointestinales (25% vs 10%).

Los análisis estadísticos identificaron 12 síntomas distintivos. Los investigadores asignaron puntos a cada uno de los 12 síntomas y dieron a los participantes una puntuación PASC basada en combinaciones de síntomas. La proporción con una puntuación PASC calificada en la cohorte completa (sujeta al sesgo de selección) fué del 23 % de los participantes infectados y del 3,7 % de los participantes no infectados.

Ciertos síntomas ocurrieron juntos, lo que permitió que algunos participantes del estudio se agruparan en uno de cuatro subgrupos. El grupo 1 se caracterizó por pérdida o cambio en el olfato o el gusto; grupo 2 por malestar y fatiga postesfuerzo; grupo 3 por niebla mental, malestar postesfuerzo y fatiga; y el grupo 4 por fatiga, malestar postesfuerzo, mareos, confusión mental, síntomas gastrointestinales y palpitaciones.

Long COVID  era más común y tenía manifestaciones más graves en personas infectadas antes de Omicron. En un subconjunto de 2231 pacientes con infección inicial el 1 de diciembre de 2021 o después (cuando Omicron estaba en circulación), el 10 % dió positivo para Long COVID  a los 6 meses.

Los resultados de la encuesta no son definitivos y se validarán con pruebas de laboratorio e imágenes, según los NIH. La puntuación PASC está operativa y necesita más refinamiento, agregaron los investigadores. El sesgo de selección en la cohorte era probable, reconocieron, y todos los síntomas fueron autoinformados. Nunca se preocuparon en investigar conjuntamente la identificación de biomarcadores en el laboratorio. Clínico que coadjuve al diagnóstico de Long Covid.

MI PUNTO DE VISTA

Antes de desarrollar una definición de caso para Long COVID , es importante considerar si estas secuelas representan un proceso fisiopatológico único o más bien múltiples condiciones diferentes desencadenadas por una infección anterior por SARS-CoV-2, por las vacunas anti-Covid o ambas (ver abajo sobre esto).

Además, es importante saber si son secuelas directas de la propia infección o están mediadas por lesiones y disfunciones de órganos específicos. Por ejemplo, la infección grave por SARS-CoV-2 que requiere el ingreso en la unidad de cuidados intensivos puede dar lugar a un síndrome posterior a cuidados intensivos bien descrito con muchas características que se superponen con las secuelas posteriores a la fase aguda.

Yo, personalmente, basado en mi experiencia clínica personal con pacientes infectados y pacientes infectados y vacunados con Covid-19 y la ávida lectura de la literatura sobre Long Covid-19, me es muy difícil determinar que el Long Covid se debe o presenta en personas que únicamente han tenido una infección viral con SARSCoV-2 ; me inclino más [a medida que conocemos más la frecuencia y diversidad de efectos indeseables de las vacunas contra Covid, particularmente las que usan plataformas de mRNA (Pfizer y Moderna), que el Long Covid puede resultar de una infección, la vacunación con vacunas contra Covid o ambos.

El Long COVID  posterior  a las vacunas mRNA es común.Los síntomas  de Long COVID varían, pero a menudo incluyen fatiga, dificultad para respirar, confusión mental, trastornos del sueño, fiebre, problemas gastrointestinales, ansiedad y depresión. La gravedad varía de leve a debilitante, y el trastorno comparte muchas similitudes con las lesiones posteriores a la vacunación.

Muchas personas que han recibido vacunas contra el COVID-19 reportan síntomas prolongados similares a los del Long COVID, como problemas de memoria, dolores de cabeza, visión borrosa, pérdida del olfato, dolor neuropático, fluctuaciones en la frecuencia cardíaca, cambios drásticos en la presión arterial y debilidad muscular.

En un estudio de principios de la pandemia, más de dos tercios de los que informaron síntomas  de Long COVID tuvieron pruebas de anticuerpos negativas, lo que sugiere que al menos algunos de ellos ni siquiera tenían COVID-19.

La principal diferencia entre los síntomas prolongados de COVID después de la vacunación y los síntomas prolongados de COVID después de la infección es que, en las personas que contraen la infección, se suspendió el tratamiento temprano y la infección resultante fue grave. El Long  COVID  posterior a la vacunación, por otro lado, puede ocurrir después de una infección muy leve o sin ninguna infección.

Casualmente la mayoría de los pacientes estudiados en este reporte de Foulkes y colaboradores publicado en JAMA] fueron vacunados completamente con vacunas mRNA.

Es muy importante tener en cuenta que los síntomas  frecuentemente asociados con un diagnóstico de Long Covid se deben a la inmunohematopatología, ahora bien conocida ,causada por la particular proteína espiga del virus expresada en las distintas células de los diferentes órganos y que pueden ser desencadenadas( como también sobre estimuladas )  tanto  por la infección  con el virus o sus variantes como  por las proteinas espigas alteradas de las vacunas mRNA o la combinación de ambos.

Es increíble que el estudio de Fowkles y colaboradores publicado en JAMA y que costó 1.15 BILLONES de dólares americanos sólo haya repetido lo que ya se sabía antes de ese estudio  y la verdad no aporte nada nuevo. Con tanto dinero para investigación, es increíble que no hayan buscado tener biomarcadores objetivos que permitan coadjuvar a la clinica en el diagnóstico de Long Covid. Ni qué hablar de haber realizado ensayos clínicos para tratamientos del Long Covid y el 1 de cada 13 personas que tuvieron infección o vacunación contra el Covid y padece de síntomas que se pueden deber al Long Covid, no tienen tratamiento efectivo  ni estudios de laboratorio que objetivamente coadyuven al diagnóstico del Long Covid desde hace ya 3 años, a pesar de la enorme cantidad de dinero dado a los NIH por el congreso de USA. Increíble pero cierto y lamentable.