Migrantes en la frontera Chile-Perú: ‘Juegan con nosotros como muñequitos’

Tiendas improvisadas, mantas de colores, maletas en medio del desierto. Esa es la imagen que aparece en la frontera entre Chile y Perú, en un espacio vacío en medio del desierto justo antes del control migratorio que conecta a las ciudades de Arica y Tacna.

Por: Yasna Mussa (Chile)

Migrantes venezolanos reciben alimentos mientras esperan información para ingresar a Perú en Arica, en la frontera entre Chile y Perú, el 4 de mayo de 2023.
Migrantes venezolanos reciben alimentos mientras esperan información para ingresar a Perú en Arica, en la frontera entre Chile y Perú, el 4 de mayo de 2023. AFP – AGUSTIN MERCADO

El sol comienza a quemar y cientos de personas salen de sus tiendas de campaña antes de que el calor se vuelva más insoportable. Alexandra, de 32 años y madre de dos adolescentes de 14 y 16 años, ordena sus pertenencias a la espera de alguna novedad.



“Soy madre soltera y para nadie es una ocultación que en Chile un sueldo no alcanza para vivir porque tanto los arriendos como los servicios son bastante costosos, y yo como madre soltera no puedo estar con todo el gasto. No me bastó un sueldo pues, y decido regresarme porque lamentablemente lo mismo que estoy haciendo en Chile, pagando arriendo y sobreviviendo, me voy a mi país y hago lo mismo», explica Alexandra ante el micrófono de RFI.

Las personas migrantes que se han instalado con lo puesto, hacen fila para recibir el desayuno que funcionarios del gobierno chileno reparten desde la carretera: un paquete de galletas, un yogurt y una bebida gaseosa.

Llevan un registro de quienes han llegado y los que se siguen sumando. Sólo el domingo, horas después de que despegó el primer vuelo con destino a Venezuela, llegaron 150 personas a dormir en la arena y esperar respuestas.

“La mayoría quiere irse”

Efraín Escalona quedó fuera de la lista de personas elegidas para volar. «Tengo cinco días hoy. Y vamos hacia Venezuela. Queremos hacia Venezuela. Tengo dos hijos. Nos estamos quedando aquí en una casita que pudimos hacer. La mayoría sí quiere irse. Estamos esperando el segundo vuelo porque el primero ya salió”, dice.

Augusto cree que las autoridades intentan dividir a los migrantes, pero ellos han decidido unirse para intentar pasar el control sin importar si sus pasaportes son haitianos, ecuatorianos, venezolanos o, como el suyo, colombiano.

“Lo que sucede es que nos están convirtiendo en pelotas de acá para allá y de allá para acá. Vienen medios de comunicación de allá, vienen estamentos del gobierno, como la ONU, ACNUR, la Cruz Roja Internacional, todos esos estamentos juegan con nosotros como muñequitos y no nos dan ningún resultado», denuncia Augusto.