La concejal Claudia Flores, conocedora de que, hoy viernes, la Justicia ordenó el “inmediato” destapiado de las puertas del Concejo, expuso su satisfacción, puesto que considera que ya puede volver a trabajar de forma física en el ente deliberante.
Asumió el resultado del amparo constitucional accionado por ella como un «logro» no personal, sino de Cochabamba.
«Han impedido el derecho al trabajo tapiando las tres puertas del Concejo Municipal y, de la misma manera, movilizándose con amedrentamientos. La Justicia se ha reivindicado y nos ha otorgado la tutela. De esta manera, no ha ganado Claudia Flores, ha ganado Cochabamba porque inmediatamente vamos a empezar a trabajar en beneficio de la población de Cochabamba», dijo Flores, quien en las elecciones del Concejo, del 3 de mayo pasado, fue elegida como secretaria de la nueva directiva.
La legisladora, de la alianza Súmate, se encuentra en la mira de esa agrupación, liderada por Manfred Reyes Villa, pues ese grupo la acusa de supuesto transfugio político. Los miembros de Súmate entienden que Flores se habría «vendido» al Movimiento Al Socialismo (MAS) a cambio de ocupar la Secretaría.
Mientras tanto, los movilizados que participan de la vigilia frente a las puertas del Concejo, medida que hoy cumple 24 días, anunciaron que “continuarán” con la medida de presión, aunque resaltaron que dejarán trabajar a Flores y a Daniela Cabrera, presidenta electa del ente fiscalizador.
«Ellas tienen que ingresar. Vamos a continuar con nuestro derecho a la protesta. La Policía va a resguardar, y lo que me asombra es que la concejal Claudia Flores a una vocal le haya mentido, porque el día 16 de mayo nos estaba sacando foto ella», manifestó Mariza Crespo, una de las mujeres que lidera la vigilia en la plaza 14 de Septiembre.
«Uno de los derechos que ha pedido la concejal es que se le permita su acceso al trabajo».
Crespo también intentó convencer de que las personas movilizadas en la vigilia, con carpas, ollas comunes, baños químicos y más, no responden a intereses políticos, sino que han llegado de diferentes zonas de la ciudad.
«Es más, se ve en los letreros, que son de diferentes zonas, diferentes organizaciones. La protesta continúa, siempre y cuando no obstaculicemos su derecho al trabajo. No se va a hacer más nada».