El protocolo de exequias está registrado en un reglamento que cumplen las FFAA para todos los altos oficiales castrenses
Fuente: El Deber
En las promociones del Colegio Militar (Colmil) el general Gary Prado Salmón era puesto como ejemplo de oficial, por su carisma, su heroísmo y su calidad de militar disciplinado, así recuerda el coronel Orlando Jiménez, un oficial de caballería aérea y aviador militar, perteneciente a la promoción 1984, que pasó por las aulas de ese instituto de formación castrense.
“Él descolló por su participación en la captura del Che Guevara, ahí es donde él se hizo mundialmente conocido, pero además él fue docente en el Colegio Militar, porque fue destinado ahí, era carismático, muy respetado, además hizo mística de la responsabilidad del espíritu de cuerpo”, dijo el coronel Jiménez.
El general Gary Prado Salmón (1939-2023) falleció a los 84 años en la ciudad de Santa Cruz, donde era considerado un héroe, la misma denominación que le asignaban entre los cadetes del Colmil en La Paz.
Jiménez dijo que no tuvo el honor de ser su alumno, porque el general ya se había jubilado cuando ingresó al Colmil, pero los instructores lo colocaban como un referente del heroísmo por la calidad de militar disciplinado, porque supo cumplir la misión que le habían asignado a cabalidad y de ese modo había probado su valentía, “a todas luces”, relató.
También recordó que gracias al cumplimiento de uno de sus destinos en Italia, cuando tenía el grado de capitán, antes de las acciones en Ñancahuazú trajo una canción de los alpinistas italianos a los que pusieron música y adaptaron la letra a los oficiales bolivianos. Envió una carta que habría sido escrita por el propio general Prado y en la que relata cómo mejoraron la letra y música con cadetes de las promociones 63 y 64 del Colmil. Hoy esa marcha se entona cuando concluyen los actos de aniversario en el colegio militar.
“Capitán de Caballería”, es el título que forjó el general Prado junto con nueve cadetes y procuraba grabarla en un estudio y dejar un testimonio.
Por esas consideraciones, dijo que es incomprensible cómo se dejó de lado los homenajes que reciben los altos oficiales jubilados que fallecen. El “reglamento de protocolo y ceremonial militar” establece la forma cómo se deben desarrollar las exequias.
Se trata de una escolta fúnebre que cumple siete pasos: los honores de recepción y despedida; honores de reconocimiento; honores fúnebres; las guardias fúnebres; escoltas fúnebres; salvas fúnebres; y finalmente la rendición de los honores fúnebres.
En el primer paso, se debe destinar un escuadrón de caballería conformado por 81 soldados; se relevan para la escolta fúnebre cuatro soldados cada 2 horas; el escuadrón debe acompañar el féretro que debe estar cubierto por una bandera nacional. también debe destinarse una banda de música.
En la despedida, los 81 conscriptos deben acompañar el cortejo fúnebre y al llegar al cementerio una sección de los mismos, nueve soldados, efectuar las nueve salvas de fusilería; mientras que la banda debe interpretar el “toque de silencio plegaria”; al finalizar el acto, un oficial debe doblar la enseña patria y entregársela a la familia. Todo ese protocolo fue evadido por las FFAA.
Fuente: El Deber