«Quechua Chic», la iniciativa de una ‘influencer’ potosina

Entrevista a T’ikita Wara, creadora de contenidos de tipo intercultural. Se le ocurrió esta idea en los días de la cuarenten

EMPRENDEDORA. La potosina Lidia Fuertes se ha convertido es una sensación de las redes sociales.

Fuente: correodelsur.com

Tikita Wara, es una joven potosina que por medio de sus redes sociales dio vida al proyecto “Quechua Chic”, con el que enseña ese idioma y comparte información de lenguas nativas en general.



Se trata de una iniciativa que surgió durante la cuarentena, enfocada a la integración de todo tipo de individuos por medio del espacio intercultural que creó principalmente en TikTok, en donde tiene más de 75.000 seguidores.

P. ¿En consiste y cómo nació Quechua Chic?

R. Quechua Chic es un proyecto que aborda la enseñanza y aprendizaje de la lengua nativa, sobre todo del quechua, desde el ‘social media’ y las redes sociales, con un concepto de integración, diferente al de inclusión, que se ha puesto de moda durante los últimos años. Hago énfasis en esto porque, por un lado, la inclusión hace referencia a que todos somos parte de un grupo o un todo y que ahí hay alguien diferente, externo, ajeno, otro, y nosotros “lo incluimos”. Sin embargo, Quechua Chic asume la integración, puesto que no hay alguien que está afuera sino que todos somos diferentes, con valores, criterios y experiencias de vida muy diferentes que nos hacen ricos en cuanto a elementos para compartir entre todos. En ese sentido, se respeta la diferencia y a partir de ello se apuesta por un enriquecimiento cultural desde la vivencia de cada uno.

Así es como el proyecto empieza y apunta a una sociedad más integrada, democrática, tolerante y que le dice “no” a los prejuicios y a los estereotipos que han recaído sobre los quechuas parlantes o sobre alguien que habla alguna lengua nativa indígena. Si bien es cierto que muchas de las lenguas nativas están asociadas con lo rural o con las vivencias agrícolas, son experiencias que ya se comparten y comunican por medio de contenidos “mainstream”. Por eso es importante empezar a entender las lenguas nativas y asociarlas con lo moderno.

Esta iniciativa comienza como una idea de compartir videos y experiencias propias. Durante la pandemia, agarré un celular y me puse a grabar cantando en quechua, y lo hacía en ese idioma porque es mi lengua favorita; así, mucha gente se empezó a sumar. Así como la gente empezó a conectar con T’ikita Wara, muchas otras me reprocharon argumentando que no podía hablar quechua porque no vivía en el campo, no tenía trenzas o abarcas ni tampoco criaba animales. De esa forma, los contenidos en quechua adoptaron un criterio “chic”, en el sentido de que se trata de una identidad muy auténtica y personal que no cae en estándares ni mucho menos en un “indigenómetro” que permita a la gente a comunicarse como guste.

P. ¿Cómo aprendiste a hablar en quechua?

R. Cuando era una niña; mis papás, que tienen el quechua como segunda lengua, hablaban “en código” para que las guaguas no entendamos sus conversaciones; me dio curiosidad y quería entender qué era lo que querían decir. Por otro lado, mi familia siempre estuvo ligada a la música, y las tonadas en quechua con charango no faltaban. De esa manera me fui vinculando con la lengua.

P. ¿Cómo te fue con el aprendizaje de la gramática?

R. Ese interés me llevo a querer profundizar más sobre este idioma e hice estudios universitarios lingüistas para aprender más de la gramática que, cuando se empieza a hablar, no es tan complicado. Sí es importante entender la lógica al momento de escribir quechua porque es una lengua aglutinante, porque una palabra puede estar compuesta por tres o cuatro expresiones. Son reglas necesarias para hacer una carrera en ese sentido.

P. ¿Qué diferencias notaste al conversar con quechuaparlantes de otras regiones?

R. Hay que entender que el quechua es una de las lenguas nativas más habladas en el mundo, que se extiende desde el Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina… de hecho, hay regiones en Colombia que la hablan. Que existan tantas variantes ha generado que muchas personas crean que “su quechua” es el correcto. Pero, más que una diferencia gramatical, creo esta variación tiene mucho más que ver con aspectos sociales y sociológicos. Cada quien tiene su toque, creo que es importante respetar esas diferencias.

P. ¿Qué tan fuerte es el quechua en esta región a diferencia de lenguas nativas de otros lugares?

R. Creo que el contexto sociopolítico y cultural ha permitido que esta lengua se expanda probablemente más que otras; si bien en el país tenemos más lenguas nativas, estas siguen en un proceso de expansión. El quechua tiene esa presencia porque se ha ido fusionando, quizá hasta de manera sutil, en el mismo castellano: ya existe el “quechuañol”, que ha permitido que alcance más espacios y regiones.

P. ¿TikTok resultó efectivo para este proyecto?

R. Ha sido una herramienta clave en la pandemia para poder conectarse con el mundo exterior. Por eso, realizar contenido en quechua en esta plataforma logró que muchos se identifiquen con este proyecto. Luego, muchas personas solicitaron clases para aprender la lengua y paso de un “lugar” para hacer entretenimiento a consolidarse como un espacio educativo. Llegaron a sumarse gente de otros países, incluso de Europa o EEUU.

P. ¿Estamos lejos de las producciones “mainstream” hechas 100% en quechua?

R. Ya vemos manifestaciones quechuas en productos comerciales, como es el caso de Q-pop (Quechua Pop), similar a la industria coreana, pero con temáticas relacionadas a la cultura quechua. Si bien en el país nos falta impulsar estas iniciativas, algunos países vecinos ya lo están haciendo en relación a la cultura quechua como una fusión con lo contemporáneo, lo tecnológico y las tendencias. Es un movimiento muy grande; de hecho, algunas películas ya están traducidas al quechua. Estamos a un paso muy corto de poder hacer contenido mainstream cien por ciento en quechua. Algo que Quechua Chic hará con nuevos contenidos, como narraciones y podcasts enfocados a aquello.