El proyecto denominado BOL 110 fue inaugurado en 2019 por el entonces presidente Evo Morales cuando el ministro de Gobierno era Carlos Romero.
Fuente: Brújula Digital
El diputado de Comunidad Ciudadana Ingvar Ellefsen denunció un sobreprecio estimado en 35 millones de dólares en la construcción del proyecto denominado BOL 110 e inaugurado en 2019 por el expresidente Evo Morales cuando el ministro de Gobierno era Carlos Romero. Además, del sobreprecio, dijo Ellefsen, los materiales adquiridos ahora están en mal estado o fueron entregados de manera incompleta.
“Las preguntas, y de las que estamos haciendo la petición de informe, son: ¿quién ha recibido todas estas cosas que no funcionan y por qué se le ha pagado a esta empresa china los 55 millones a pesar de esos costos?”, dijo el diputado.
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Según Ellefsen, los materiales adquiridos tuvieron un costo de unos 20 millones de dólares, pero se contrató un crédito a China por un valor de 55 millones de dólares, es decir un supuesto sobreprecio de 35 millones.
“En un cálculo, más o menos son unos 20 millones de dólares. ¿Qué ha pasado con los otros 35 millones de dólares? Si han sido pagados, pero no funcionan. El Ministerio de Gobierno va a tener que informar”, sostuvo, según una nota de prensa.
El crédito de 55 millones se lo gestionó con el banco chino Eximbank, para el pago a la empresa estatal China National Electronics Service Company Limited (CEIEC). Esta empresa, que tiene una representación en Bolivia, en Calacoto, está incluida en la lista OFAC por presunto terrorismo, dijo el legislador.
Según el primer contrato, BOL 110 debió implementar un sistema de seguridad en La Paz y El Alto con drones, manillas electrónicas, taxis seguros (con cámaras y botones de pánico), patrullas inteligentes y un centro piloto (final Villalobos), que debía ser el que controlara a todos los demás centros periféricos.
Estos eran los ítems del proyecto:
8 drones. Se pagó un millón de dólares por cada uno, aunque su estado es inutilizable.
De acuerdo con el detalle del diputado, los drones no podían volar por encima de los 4.000 metros de altitud de La Paz, dos de ellos se estrellaron, no cuentan con seguro y tampoco con el personal para su funcionamiento, cuya capacitación demandaba dos años.
100 patrullas inteligentes. Se las compró por 31.000 dólares cada una.
Se adquirieron vehículos a un precio de 23.000 dólares cada uno, pero se cobraron como si fueran de la marca Toyota (por un valor de 31.000 dólares por unidad). Actualmente están en las calles, pero no son “inteligentes” como se estableció, porque les falta conexión con la red de seguridad.
1.000 taxis seguros. Con precio de 1.000 dólares por vehículo.
Con un sistema de cámaras y tres botones de pánico: adelante para el chofer, al medio para el pasajero y atrás por casos de secuestro. Los botones se implementarían para neutralizar cualquier tipo de hecho delincuencial. Sin embargo, aunque se colocaron las cámaras y los botones, los taxistas debían invertir 30 bolivianos como contraparte del servicio para estar conectados al sistema, pero no lo hicieron.
La empresa de radiotaxis más interesada fue Magnífico, que cuyos autos sí tienen los botones, pero no funcionan.
500 manillas electrónicas. Precio de cada una: 700 dólares.
Estas debían ser utilizadas en casos con personas que tengan detención domiciliaria preventiva con derecho al trabajo. Aunque se hicieron pruebas, no sirven, porque el sistema de rastreo con GPS no funciona.
1 centro de control equipado. Precio. 4,3 millones de dólares
Ubicado en la zona de Miraflores, final Villalobos. En actual funcionamiento, aunque casi únicamente para manejo de cámaras y atención de llamadas.
BD/RPU