¿Dónde está Marset? El narco uruguayo huyó hace 52 días y los operativos se intensifican en el Beni

Marset, apodado el “Rey del Sur”, ha mantenido en vilo a las fuerzas de seguridad y la opinión pública durante 52 días desde su evasión de la vigilancia policial.

El capo uruguayo del narcotráfico Sebastián Enrique Marset Cabrera. FOTO: Captura de video.
El capo uruguayo del narcotráfico Sebastián Enrique Marset Cabrera. FOTO: Captura de video.

Fuente: Red Uno

 



 

Santa Cruz, Bolivia.-

Desde que el pasado 29 de julio el capo uruguayo del narcotráfico, Sebastián Enrique Marset Cabrera, de 32 años, se volvió invisible para las autoridades bolivianas, los operativos de búsqueda se han multiplicado especialmente en el departamento del Beni, pero el esquivo fugitivo sigue burlando a la justicia. Marset, apodado el “Rey del Sur”, ha mantenido en vilo a las fuerzas de seguridad y la opinión pública durante 52 días desde su evasión de la vigilancia policial.

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El lunes 18 de septiembre el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Jaime Mamani, informó en una conferencia de prensa que hasta la fecha se han realizado 119 allanamientos en la búsqueda de Marset en el departamento del Beni, donde se cree que podría estar escondido. Los resultados de estos operativos incluyen la incautación de 33 propiedades, la detención de 39 personas (32 bolivianos y 7 extranjeros), y la investigación de otras 103 personas relacionadas con la organización criminal de Marset. Además, se han confiscado tres hangares, nueve aeronaves, 84 vehículos, 1.3151 cabezas de ganado, $us 420.000, Bs 40.070 y 406 kilos de cocaína, lo que suma un impacto significativo en el patrimonio de la organización, estimado en $us 26.582. 000.

La búsqueda de Marset trasciende fronteras, puesto que se encuentra en la lista de fugitivos de cinco países por delitos vinculados con el narcotráfico, y se ha establecido una cooperación internacional con Uruguay, Brasil y Paraguay.

A pesar de los esfuerzos desplegados por las autoridades bolivianas y las especulaciones sobre su paradero, Marset ha seguido eludiendo la captura. En dos ocasiones, el fugitivo publicó videos en redes sociales en los que afirmaba no estar en el país y sostenía que las autoridades “pierden su tiempo” buscándolo.

Allanamientos

En una intensa operación realizada este miércoles 6 de septiembre, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) de Bolivia allanó un domicilio en el municipio de San Ramón, en el departamento del Beni, en busca del fugitivo narcotraficante uruguayo Sebastián Enrique Marset Cabrera, de 32 años de edad. El operativo fue liderado por el viceministro de Régimen Interior y Policía de Bolivia, Jhonny Aguilera.

El pasado jueves 14 de septiembre, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), junto con la Fiscalía, llegaron al colegio donde estudiaban los hijos de Sebastián Enrique Marset Cabrera (32) para solicitar las imágenes de las cámaras de seguridad, esto con el fin de identificar a la persona que sacó a los menores, tres días antes de la fecha en que el narcotraficante uruguayo huyó de la Justicia.

Horas más tarde del 14 de septiembre, la División de Investigación de Delitos Económicos y Financieros de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) en coordinación con la Fiscalía, realizó un intenso operativo en una Notaría ubicada en la avenida Santos Dumont y Tercer Anillo, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Como resultado de esta acción policial, secuestraron una valiosa documentación, archivos y documentos registrados por las personas que acuden a esta oficina.

El objetivo principal de esta pesquisa, fue rastrear la cadena de responsabilidad detrás de los certificados de nacimiento emitidos para los hijos del narcotraficante uruguayo Sebastián Enrique Marset Cabrera, de 32 años.

El narcotraficante uruguayo ingresó a Bolivia en 2018, utilizando el alias de Luis Amorim Santos y haciéndose pasar incluso por futbolista del club Los Leones FC de El Torno. A medida que las investigaciones continúan, la población boliviana sigue a la expectativa de cualquier avance que pueda llevar a la detención del escurridizo fugitivo, cuyo paradero sigue siendo un enigma sin resolver.