El ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, Edgar Montaño, acusó ayer al expresidente y jefe del MAS, Evo Morales, de llevar a ese partido político a la “sepultura” por hacer caso a las personas que le mienten, le engañan y tienen “angurria de poder”.

“Hay angurria de poder porque muchos de los que han estado siempre en el poder, ahora le rodean al compañero Evo y esos con seguridad le llevan información mentirosa, engañosa. Además de eso, hacen quedar mal a nuestro instrumento. Tienes que alejarte de esas personas porque de otra manera estarás llevando a la sepultura a nuestro instrumento político”, mencionó Montaño en el acto de entrega de 213 viviendas en la urbanización San Pedro de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

La autoridad indicó que pese a esas arremetidas seguirá peleando en las calles hasta su último aliento, porque —dijo— ese instrumento político es del pueblo y de todos los bolivianos.

Montaño también reprochó los comentarios de Morales, esto debido a que el expresidente criticó la gestión de Luis Arce al indicar que el actual mandatario no es ideólogo del actual modelo económico, que se implementó desde 2006.

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El viernes, en un acto público en Arani, Cochabamba, Morales indicó que en el gabinete de su gobierno, “Lucho” era conocido como “cajero”. Además, indicó que en tres años de gestión hundió la economía del país.

“Como exdiputado quiero dirigirme al compañero Evo (Morales). ¡Cómo es eso hermano Evo! de un cajero, ¿cuántas veces nos ha dicho que el Ministro de Economía, en ese entonces el compañero Lucho, era uno de los mejores ministros? ¡Qué ha cambiado hermano Evo! ¡Qué te ha hecho cambiar hermano Evo! en esta gestión se siente en los bolsillos de todos los bolivianos la recuperación de la economía después de un golpe de Estado”, indicó.

Montaño mencionó que han ido soportando todas sus arremetidas, pero no quieren seguir en la confrontación. “Somos hombres de paz y unidad, pero cuando se meten con nuestro Presidente, obviamente aquí está el pueblo para defenderlo”.

Con la declaración de Morales, la división del Movimiento al Socialismo se ha convertido en una guerra abierta y se acentúa el quiebre en el interior del partido político.

Esto se vio reflejado con la conformación de dos bloques en la Asamblea Legislativa, una denominada bloque arcista y el otro como bloque evista.

También estos impasses afectaron a los movimientos sociales, donde aparecieron organizaciones paralelas en la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y  la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB), afines Morales y Arce.

El viernes, el exmandatario acusó a la derecha de tratar de “criminalizar” para dividir y “destruirlo”. Indicó que el instrumento político resistirá y derrotará nuevamente a “los afanes del divisionismo, el provenzalismo y paralelismo”.

Las diferencias en el MAS han cobrado fuerza desde el 3 de septiembre de 2022, cuando Morales denunció que el gobierno de Arce implementaba, a través de algunos de sus ministros, un supuesto “plan negro” en contra suya y su entorno.

“Hay un plan negro para destrozar a Evo Morales, también para Andrónico (Rodríguez), el compañero (Leonardo) Loza y Gualberto (Arispe)”, dijo entonces en un ampliado cocalero en el Trópico de Cochabamba, bastión del exmandatario.