El joven confesó el delito y decidió someterse a un proceso abreviado. La Fiscalía pidió una condena de 30 años de cárcel por los delitos de infanticidio y tentativa de asesinato.
Fuente: Unitel
El Alto, Bolivia.-
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La justicia dictó 30 años de cárcel en el penal de Chonchocoro para el autor confeso de incendiar una casa en el que murió un niño de casi cuatro años y además golpear brutalmente con un palo de madera a su mamá y generarle heridas cortopunzantes en el cuello.
En una primera instancia, el sentenciado de 18 años fue imputado por el delito de infanticidio y tentativa de asesinato, estos actuados fueron tomados en cuenta en por la justicia. En audiencia de sentencia final, el juez tomo en cuenta todos los elementos que comprometen al acusado de ser el principal responsable de la muerte del niño.
“En esta audiencia se ha tomado en cuenta la predisposición del imputado de someterse a este procedimiento abreviado. Esta persona ha aceptado su culpabilidad en este hecho de muerte de forma violenta de un menor de tres años, conforme se tiene de todos los actos investigativos”, informó el fiscal Edwin Sarmiento.
cuatro años, admitió que inició fuego a a la vivienda con el objetivo de borrar sus huellas y las evidencias que dejó, tras robar la suma de 400 bolivianos.
El delincuente aprovechó la vulnerabilidad de una mujer de 25 años y de su pequeño hijo para ingresar por el muro de la casa y robar dinero; sin embargo, cuando fue descubierto por la víctima, el sujeto usó un palo de madera para golpearla brutalmente para que no lo identifique.
Inmediatamente el hombre procedió a incendiar los muebles y otros objetos de la vivienda aún conociendo que la madre del pequeño estaba en el inmueble.
“Lo que hace para tratar de ocultar este macabro crimen es quemar la casa, las habitaciones donde estaba el menor, principalmente el dormitorio, y se va del lugar”, dijo el fiscal.
Con estos indicios hallados por la Policía, el joven confesó el delito y decidió someterse a un proceso abreviado. La Fiscalía pidió una condena de 30 años de cárcel por los delitos de infanticidio y tentativa de asesinato.