El clientelismo político

La intermediación política clientelar privilegiando a dos sectores es la característica del MAS en su gobierno.

Tanto los cocaleros del Chapare como los cooperativistas mineros, son la nueva burguesía que ha creado el masismo con un costo y un daño muy alto para el país.



Los primeros han formado una republiqueta en el Chapare donde la presencia del Estado es casi inexistente y la institucionalidad de los gobiernos municipales es nula, ya que son las 6 federaciones del trópico de Cochabamba las que deciden la política en esa región y en el país.

Desde allí operan mafias del narcotráfico, carteles de drogas, se toman decisiones que causan políticas de estado, se decide reprimir y aniquilar a los productores de coca legal de los yungas, se cambian autoridades, se designan embajadores y peregrinan algunos oportunistas políticos y económicos a conseguir la venia del Jefazo, quien es el actor político más importante e influyente del gobierno.

Los cooperativistas mineros son los nuevos barones del oro, son privilegiados impositivamente, han logrado hacer sociedad con empresas chinas y peruanas para la exportación del oro, el beneficio que recibe el país es casi nulo, mientras el comercio formal, los empresarios, pequeños y medianos productores pagan entre el 16 y un 20% de impuestos al Estado, las petroleras pagan cerca del 50% de impuestos en boca de pozo, ellos solo pagan el 4.8% de un negocio que se calcula en tres mil millones de dólares al año.

Ninguno de estos dos rubros de la economía nacional tiene conciencia ecológica ni límites para expandir su producción, y ambas están fuera de la ley, aunque en nuestro país, la ley solo es un instrumento de represión, no de seguridad del ciudadano

Bolivia que era un ejemplo internacional en áreas protegidas, reservas forestales y cuidado de la naturaleza, hoy se ha convertido en tierra de nadie, los cultivos de coca se han extendido a la mayoría de los parques nacionales, la explotación ilegal del oro ha contaminado los ríos con serios daños a la pesca y a la salud de las poblaciones originarias que viven en sus riberas.

Necesitamos rescatar nuestro país, en lo inmediato la ciudadanía democrática tiene que salir a las calles en todo el país, lo delincuencial no puede ganarnos la moral, y desgraciadamente el gobierno el único lenguaje que entiende es de la fuerza, y si tenemos la razón, la conciencia ecológica y queremos preservar nuestra Patria para las futuras generaciones, no podemos seguir en nuestra zona de confort, viendo como destruyen nuestros bosques, nuestros parques y nuestros ríos.

¡VIVA BOLIVIA LIBRE!