La expansión de la minería aurífera somete a la Amazonía; seis municipios son los más afectados

En la gestión 2022, Bolivia alcanzó su mayor producción histórica de oro, con 53,3 toneladas (t) por un valor de $us 3.073 millones. De este total, y al estar los mineros exceptos de pagar impuestos porque el Gobierno les beneficia en ese sentido, entonces las regalías solo llegaron a $us 63 millones, que es lo que representa el 2% de pago.

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El trabajo de las cooperativas auríferas en la Amazonía. Fotos: Cedla.

 

 



San Buenaventura, 20 de noviembre de 2023 (ANF).- La Amazonía boliviana es la mayor zona sometida por la expansión de la minería del oro en Bolivia y seis son los municipios más afectados: Riberalta, El Sena, Villa Nueva, Nueva Manoa-comunidad Puerto Rico, Nueva Manoa-frontera con Brasil e Ixiamas, según una investigación del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla).

Esta expansión se pudo dar a través de un relevamiento geológico que se hizo y fue presentado en el estudio “Oro en Bolivia: Flujos financieros, actores operativos y áreas de expansión” el 11 de noviembre en el municipio de San Buenaventura, en el Norte de La Paz. El autor es el investigador Alfredo Zaconeta.

En la gestión 2022, Bolivia alcanzó su mayor producción histórica de oro, con 53,3 toneladas (t) por un valor de $us 3.073 millones. Siete de los nueve departamentos del país se dedicaron a la explotación de oro; sin embargo, hasta hoy solo dos continúan concentrando el 90% de la producción nacional

En primer lugar La Paz, que registró una producción de 40,3 toneladas (75,5%) de oro el año pasado, y en segundo lugar, Beni, con 8,03 toneladas (15%). El restante 10%, con unas cinco toneladas, se reparten en los otros departamentos del país: Cochabamba, Oruro, Potosí, Santa Cruz y Pando.

Sobre la cantidad de cooperativas mineras, auríferas existentes, solo en La Paz, en 2010 se registraron 499 cooperativas y en 2020 aumentaron a 1.300. Para este año, este crecimiento es de al menos 1.400. (Ver cuadro).

“Esas son las zonas más afectadas por la explotación minera, queda expuesta como la mayor zona de la expansión minera la Amazonía boliviana, Beni, Pando y el norte de La Paz. La minería del oro, que estaba detentada por el capital privado transnacional se asentaba en el occidente y el oriente del país, ahora se asienta en la Amazonía y tiene como protagonista al sector minero cooperativista que prácticamente está monopolizando la producción”, dijo el investigador.

Las características de esta ampliación hacia el dominio de estas nuevas zonas se refleja y replica en el modelo del cooperativista minero, que en varios casos se encuentra asociado “ilícitamente” al capital privado, incluso extranjero y “de dudosa procedencia”, que genera utilidades, que contrata mano de obra asalariada y que se desarrolla a gran escala mediante la maquinización de la misma, a través de dragas y planchones, con un masivo consumo de combustible subvencionado por el Estado.

Trabajo de la minería aurífera en Guanay.

Tres son los factores que han posibilitado este crecimiento. El primero es la cotización del oro en el mercado internacional que llegó a sobrepasar los $us 2.000 la onza troy, hecho que hizo más atractiva esta actividad. El segundo es el estímulo del Estado a través de la flexibilización de la normativa para la explotación de este recurso con la aplicación de política públicas en favor de este sector. Y el tercero es la complicidad del Gobierno. (Ver gráficas de la expansión).

“Con los precios del oro disparándose, la mayor demanda de oro en el mercado internacional, la laxitud de la actual normativa y la silenciosa complicidad gubernamental, la explotación de aurífera se ha convertido en una amenaza creciente para las comunidades de la Amazonia”, se lee en el estudio.

Esta expansión de la actividad minería también implicó extraer el oro, no solo en las orillas de los ríos, también en terreno firme excavando fosas y bajo la modalidad de cielo abierto, así como la explotación de vetas a través de galerías y buzones.

Expansión de la minería aurífera.

Esto también llevó a que en la Amazonía exista la presencia de capital extranjero operando y financiando la explotación de oro. “Esta expansión en algunos casos, cuenta con la complicidad de las autoridades locales de municipios y comunidades, además, la misma aprovecha la debilidad institucional gubernamental y normativa”.

Sobre el trabajo minero cooperativo, el mismo se da en condiciones precarias (pese a sus ganancias), contratando jornaleros e indígenas asalariados en sus propios territorios.

Ilegalidad en la minería del oro

La investigación del Cedla también dio a conocer que pese a tener una tipificación de minería ilegal, establecida en el artículo 104 de la Ley 535 (Ley de Minería y Metalurgia), hay seis aspectos que lo hacen ilegal: la actividad minera que no cuenta con ninguna autorización o inicio de trámite, e ingresa a extraer mineral (1); la que inició sus trámites ante la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) y el Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA) o el Ministerio de Minería y Metalurgia, pero que no espera la debida autorización de estas instancias e inicia operaciones (2) y la operación que logra autorización de la AJAM, MMAyA y el ministerio pero que alquila sus concesiones a operadores privados (nacionales o extranjeros).

Por otro lado, la cooperativa minera que logra la autorización de las concesiones solicitadas, licencia ambiental y se asocia con el capital privado para explotar el área minera -vulnerando el artículo 151 de la Ley 535-, contrata trabajadores, usando maquinaria de alta capacidad y genera utilidades (3).

Las cooperativas que fomentan el desvío de combustible para operadores privados y extranjeros o minería ilegal usando su Hoja de Ruta (4) también es una forma ilegal de ejercer este trabajo, las operaciones mineras que realizan la evasión fiscal y tributaria (5), y las operaciones mineras que adulteran su condición como operador para evadir impuestos (6).

Otro factor que incide en la ilegalidad es el contrabando y esto se comprueba porque el exministro de minería, Ramiro Villavicencio, reconoció en febrero de este año que alrededor de 40 toneladas de oro estimado en un valor de $us 1.800 millones, salen anualmente de contrabando.

Los mismos datos oficiales varían. Si el Ministerio de Minería y Metalurgia se refería a una exportación de unas 45 toneladas en 2021, el Instituto Nacional de Estadística (INE) refería a unos 53 toneladas. En 2022, el primero registraba una exportación de unos 52,3 toneladas, mientras que el segundo unas 69,3. Zaconeta observó estas cifras diferentes.

“Una variación de 17 toneladas el año pasado. Esto te hace pensar que en Bolivia se está blanqueando el oro de contrabando que proviene de otras regiones y también hay la variación en cifras ¿A quién le hacemos caso si son cifras oficiales?”.

Más expansión sin pago de impuestos

Esta expansión de la frontera minera y el crecimiento de las cooperativas mineras auríferas ha significa un incremento en la producción del oro. Mientras que en los años 2000 y 2003 la producción oscilaba entre las 6 y 13 toneladas, en 2022 llegó a su pico más alto con 53,3 por un valor de $us 3.073 millones.

De este total, y al estar los mineros exceptos de pagar impuestos porque el Gobierno les beneficia en ese sentido, entonces las regalías solo llegaron a $us 63 millones, que es lo que representa el 2% de pago.

Las cooperativas mineras en Bolivia están exentas del pago de impuestos al valor agregado, del impuesto a las utilidades y del impuesto a las transacciones. Y la justificación que dan es que por su condición social de origen no generan utilidades, y por ende, no están sujetos a este pago que toca a todos los bolivianos

Al respecto, una investigación que hizo ANF dio a conocer que los profesionales independientes tributan de ocho a 10 veces más los mineros auríferos, lo que es “injusto” pues todos deberían entrar en la Ley del Código Tributario, según expertos en el tema que entrevistó este medio; sin embargo, a este sector minero “nadie les exige ni persigue” para que tributen lo que corresponde.

En la presentación de esta investigación estuvieron presentes varios dirigentes de los municipios afectados, principalmente de Ixiamas, donde la minería también ingresó. Todos coincidieron en que es “urgente” dar una solución al trabajo de la minería ilegal pues además de ser afectados directamente, ellos sufren las consecuencias como la Asociación de Pescadores de la Provincia Abel Iturralde, que ya no pueden proveerse de esta carne como años atrás pues está contaminada con mercurio. El mercurio es un líquido pesado contaminante que usan los mineros para limpiar todas las impurezas que quedan del oro una vez que es extraído.

“Es fácil para la AJAM estar sentados en su escritorio y repartir nuestras tierras como si fuera ganado, nunca han conocido nuestra forma de vida ni nuestros usos ni costumbres, los mineros prometen mejor calidad de vida, algunos caen. No se hace nada para nosotros”, dijo Paola Guerra exsubgobernadora de la provincia Abel Iturralde.

Mineros de una cooperativa en la Amazonía.