El cosmos siempre ha sido una fuente de inspiración para artistas y científicos por igual, por eso no es raro que desde la NASA alguien haya tenido la idea de coger los datos de los telescopios espaciales y transformarlos en música.
El vídeo que os muestro hoy es una fusión única de ciencia y arte, donde la NASA ha transformado los datos capturados por sus telescopios espaciales en una experiencia auditiva, llevando la inmensidad del universo a nuestros oídos a través de la sonificación.
La sonificación es un proceso creativo que permite transformar datos, generalmente de naturaleza visual, en sonido. En este proyecto innovador, la NASA ha colaborado con músicos para interpretar los datos recogidos por sus telescopios, incluyendo Chandra, Hubble y Spitzer, en una composición musical. La pieza, titulada «Where Parallel Lines Converge», es obra de la compositora Sophie Katsner. Esta melodía no sigue las pautas de la música tradicional, sino que emerge directamente de los sonidos del espacio.
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La composición se centra en una parte específica del universo: el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, hogar de un agujero negro supermasivo conocido como Sagitario A. La obra de Katsner utiliza datos específicos capturados por los telescopios para crear una narrativa sonora única. Cada elemento astronómico, como el agujero negro y las estructuras a su alrededor, contribuye a la pieza con su «firma vibracional».
Lo que hace especial a «Where Parallel Lines Converge» es su capacidad de transformar la ciencia en arte. La sonificación no solo hace los datos cósmicos accesibles a un público más amplio, sino que también proporciona una nueva perspectiva para entender y apreciar el universo. Katsner aborda la creación de esta pieza como si estuviera componiendo una banda sonora para una película, dando vida a las imágenes capturadas por los telescopios de la NASA.
Este proyecto de la NASA es un recordatorio fascinante de cómo la ciencia y el arte pueden enriquecerse mutuamente. A través de la sonificación, los científicos y artistas han creado una forma novedosa de experimentar y entender el universo, demostrando que la ciencia no solo se trata de observar, sino también de escuchar y sentir el cosmos que nos rodea.
No es muy melódico, eso es cierto, pero podríamos estar hablando de un Jazz espacial bastante original.
Más información en nasa.gov.
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