El IEP señala en su informe de 2023 que la paz sufrió deterioros en el último tiempo. “El menoscabo de la paz se debió principalmente al aumento de conflictos en curso, muertes por problemas internos, relaciones con los países vecinos y conflictos externos”.
El documento indica que el mundo se volvió mucho menos pacífico por décima tercera vez en los últimos 15 años. El nivel medio de paz se deterioró en 0,42% la pasada gestión. Asimismo, en total, la paz mejoró en 84 países y empeoró en 79, y el informe remarca que las caídas en la paz son generalmente mayores que las mejoras. Afganistán (3.348), Yemen (3.350) y Siria (3.294) repiten como los tres países menos seguros. En este listado, la guerra les pasó factura a Ucrania y Rusia, que bajaron en su índice y ocupan los sitiales 157 y 158, respectivamente. Otras naciones que cayeron en la evaluación son Haití (129), Israel (143) y Mali (153).
Para medir la seguridad en los Estados, el IEP califica a 163 naciones según su grado de conflictividad. El índice tiene varios usos, entre ellos elegir destinos turísticos y empresariales. En los parámetros analizados se encuentran tres grandes categorías: el nivel de seguridad y protección de la sociedad, el alcance de las dificultades domésticas e internacionales, así como la militarización.
Estas temáticas, a su vez, se dividen en 23 indicadores cuantitativos y cualitativos que otorgan un dato numérico a cada país. En su listado, el IEP clasifica a las naciones por grupos: muy alto, alto, mediano, bajo y muy bajo. Bolivia fue incluida en el segmento de los Estados con “seguridad media”.
La Razón intentó contactarse con el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, para conocer los planes gubernamentales en su ámbito, empero, no se lo pudo contactar telefónicamente y su departamento de comunicación no pudo gestionar la entrevista por motivos de agenda.
Anteriormente, Ríos indicó que la nueva política denominada “Plan Sectorial de Seguridad Ciudadana 2021-2025”, rumbo al Bicentenario, se apoya en cinco pilares, entre los que están la modernización de la Policía Boliviana y el régimen penitenciario.
Los cinco lineamientos son: fortalecimiento del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana; reducción de riesgos y fortalecimiento de medidas de protección contra el delito y la violencia; modernización de la Policía Boliviana y la consolidación de la desconcentración de servicios policiales y no policiales; integración del sistema nacional de comando y control BOL-110; y modernización del sistema penitenciario del país.
A partir de esta nueva política estatal trazada en 2020, desde 2021 se aplica un enfoque de prevención, en vez de uno de represión.
Fuente: La Razón