Bolivia, al igual que muchos países, destina una parte significativa de sus recursos financieros al Presupuesto General del Estado (PGE) para asegurar el funcionamiento efectivo de sus distintos sectores, este instrumento refleja las prioridades nacionales y busca garantizar su sostenibilidad, entre los sectores estratégicos sociales principales está la salud y educación.
En los últimos años, Bolivia ha reconocido la importancia de invertir en el sector de la salud. La pandemia ha destacado la necesidad de contar con sistemas de salud robustos y accesibles para todos los ciudadanos. Es fundamental examinar cómo se distribuyen los recursos dentro del presupuesto, particularmente en lo que respecta al sector de la salud, el 10,1% del PGE se destina a programas de salud, hospitales y atención médica en general.
La asignación de recursos financieros permite invertir en la infraestructura hospitalaria, la contratación y capacitación del personal médico y la reducción de desigualdades sociales. Esto fortalece el sistema de salud en su conjunto, mejorando la capacidad de diagnóstico, tratamiento y atención a los pacientes.
Mirar hacia el futuro es esencial, el PGE 2024 plantea dar continuidad a la ejecución del Plan de Hospitales, cuyo principal objetivo es la construcción y equipamiento de establecimientos de salud a nivel nacional, lo cual fue declarado como una prioridad para el Estado Plurinacional, para mejorar las redes y el sistema de salud.
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Destinar recursos a la salud significa garantizar que los ciudadanos tengan acceso a servicios médicos de calidad, lo que contribuye directamente a mejorar su calidad de vida y bienestar general, actualmente el TGN financia más de 45 mil ítems de profesionales y trabajadores en salud y se plantea con el PGE 2024 crear más puestos de trabajo para los hospitales de nueva creación que están próximos o se encuentran en la fase de puesta en marcha, de entorpecer su tratamiento no solo afectaría severamente al crecimiento vegetativo del sector, sino también a la capacitación de personal idóneo que atienda a la población en general.
Una inversión adecuada en salud permite implementar programas de prevención de enfermedades y promoción de la salud con el objetivo de reducir desigualdades sociales. Iniciativas que no solo reducen la carga de enfermedades en la población, sino que también generan ahorros a largo plazo al disminuir los costos asociados con tratamientos médicos intensivos. El PGE 2024 prevé instrumentos jurídicos y técnicos necesarios para llevar a cabo las campañas de vacunación bajo el esquema regular, es decir, sarampión, leishmaniasis, tétanos, fiebre amarilla, entre otros, que son de acceso gratuito a toda la población.
El PGE 2024 contempla reducir las desigualdades sociales, toda vez que se estarían destinando recursos para el Sistema Único de Salud, asegurando que toda la sociedad tenga acceso a servicios médicos, independientemente de su ubicación geográfica o su situación económica.
En conclusión, el análisis del Presupuesto General del Estado en Bolivia con un enfoque en la salud revela la importancia de asignar recursos adecuados para garantizar un sistema de salud sólido y accesible. La inversión en salud es esencial para asegurar el bienestar general de la población.