En el primer aniversario del secuestro del gobernador Camacho 

Cuando uno es preso político, como lo es Luis Fernando Camacho, lo fortalece el hecho de saber que su sacrificio no es en vano, que la lucha por sus ideales sigue vigente y que su región sigue firme en su defensa.

Lo digo por experiencia propia, he sido preso político de una dictadura y exiliado por dos dictaduras.



En una época donde la gente es reacia a la reflexión sobre temas políticos, quiero que se me entienda bien lo que voy a escribir porque somos más propensos a la emoción que a la racionalidad.

Para el mundo, somos la dictadura invisible, todos los organismos internacionales y países democráticos hablan solo de Cuba, Nicaragua y Venezuela como dictaduras en América Latina, hacen algunas observaciones sobre DD. HH, libertad de prensa y otros temas, pero no nos meten en la misma bolsa de las otras dictaduras, eso es por el lobby del gobierno, pero también por errores nuestros que no sabemos calificar al gobierno como dictadura, a pesar de tener casi trescientos presos políticos, casi 9.000 pedidos de asilo en diversos países del mundo. No existe democracia con exiliados ni presos políticos.

Los presos más emblemáticos son Jeanine Añez y Luis Fernando Camacho, y a ambos solo lo defienden en foros internacionales sus hijos, no hay una defensa organizada, no se llega al Parlamento Europeo, al Congreso Americano, a la OEA, a la ONU o a la Corte Penal Internacional, pero además el discurso de sus hijos es muy limitado, ellos deberían entender que al ser sus padres presos políticos de una dictadura, deben enfrentarse a la dictadura no a los jueces y ser amplios en su pedido, deben pedir al mundo que presione por una AMNISTÍA GENERAL E IRRESTRICTA, que signifique la libertad de todos los presos políticos, la vuelta de los exiliados, el cese de la persecución política partidaria y elecciones libres con observación internacional, solo así se logrará la libertad de Jeanine, Luis Fernando y todos los presos del país.

La primera lección en política es calificar a tu enemigo, hacer un relato sobre lo que pasa en tu país, afinar tu discurso, repetirlo en todos lados.

Evo y Linera huyeron porque hicieron fraude y desde el mismo día que cayeron, prepararon su vuelta con el falso relato del golpe de Estado y siguen repitiéndolo en todos lados.

Nosotros que peleamos con la verdad, con la justicia no hemos conseguido imponer un relato sobre la realidad de lo que pasa en Bolivia.

Cuando reconquistamos la democracia, fueron mujeres mineras de izquierda radical, hombres de la Falange como Carlos Valverde Barbery, esa heroica juventud mirista en las calles que salió con una sola consigna ELECCIONES LIBRES Y AMNISTÍA GENERAL E IRRESTRICTRA, se logró porque todos apuntamos a un solo objetivo, derrotar la dictadura.

Hoy la coyuntura es similar, pero los actores políticos no se dan o no quieren o no les conviene darse cuenta, y eso consolidará al MAS en el gobierno.

No pierdo la fe porque el pueblo es más sabio que sus dirigentes.