Momento mágico (Victor Aguilar) Mauricio Aira
Calle Ayacucho, a 100 metros del Palacio de Gobierno. «Hola Víctor, te aviso que viajo a Cochabamba, algún encargo?» Ven por la oficina, me responde, ahora mismo. Víctor Aguilar Dorado era Director de Informaciones de la Presidencia de la República. Llegado allí. «Le escribo a Hugo Maldonado, Director de Radio Centro» Escribe rápidamente y me lee: el portador Mauricio Aira es un colega y amigo de muchos años, te pido darle tarea en la emisora, es muy capaz y podrá darles una buena mano.
Días después, en Cochabamba, «qué bueno que Víctor escriba, yo deseo pedirle nos ayude como Jefe de Programación. ¿Cuándo puede empezar? Ahora mismo respondo y me da un escritorio en la joven emisora que ganaba audiencia cada día. Era entonces muy cerca del 6 de agosto. Hugo Maldonado muy cordial «Le pido trasmitir los actos oficiales» Dicho y hecho. Al parecer la audiencia fue grande y los diarios felicitaron a Centro por las trasmisiones a cargo de este cronista.
No pasó mucho tiempo, sonó el teléfono, soy Elsa Loredo, secretaria de Radio Nacional, el Gerente desea lo visite en calle Reza, predio del Lloyd Aéreo Boliviano, cuyos trabajadores eran propietarios de Radio Nacional. En efecto, Arnold López fue al grano. Deseamos contratarlo como Director, si está de acuerdo podemos ir a la notaría y firmar el contrato. Así sucedió Ramiro Villarroel, abogado y notario, redactó el documento, ¿duración? 2 años obligados y un tercero como alternativa.
De ese modo, en aquel momento mágico de La Paz con Víctor, luego Maldonado y ahora López, en pocos días cambió mi destino, ahora tenía por delante una tarea gigante, hacer de Nacional, la mejor emisora de la llajta.
Este es el preámbulo de mi llegada a Cochabamba y la tarea que emprendí algo más tarde en Los Tiempos, con «la columna luminosa», labor que duró 60 años y que todavía no ha terminado. ¡Nos vemos!