Donde están los verdaderos patriotas? seguramente es la pregunta que se hace el ciudadano común.
Patriota es definida por la Real Academia Española como a la persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien.
Algunos historiadores citan que el concepto de patriotismo se recupera durante la Revolución francesa. Los instigadores de la revolución y los constructores de la nueva nación alentaban el patriotismo y el nacionalismo como pilares fundamentales del nuevo orden nacional.
En todo caso no son patriotas aquellas personas o grupos de personas que anteponen sus intereses particulares a los altos intereses de la patria. Por ejemplo no pueden considerarse patriotas aquellos líderes políticos que incentivan a la realización de paros, huelgas y bloqueos de carreteras, dañando gravemente la economía de un país, agravando aún más su situación de crisis y provocando más hambre y pobreza extrema en la población en general, a título que ciertas reivindicaciones por más justas que se consideren.
Si analizamos la conducta de los líderes políticos sean oficialistas u opositores a través de la historia de nuestro país, es necesario un esfuerzo supremo para identificar, entre esta clase de individuos que viven de la política a los verdaderos patriotas.
Si bien este comportamiento ha caracterizado a los gobernantes de todos los tiempos, se tiene la percepción que, con algunos honradas excepciones, esta conducta se ha incrementado desde la recuperación de la democracia en nuestro país.
El amor a la patria se ha convertido lamentablemente en el amor al poder por el poder mismo, a la necesidad de formar y pertenecer a grupos de poder que benefician principalmente a su entorno privilegiado, no obedece definitivamente al ideal que la gran mayoría ciudadana anhela y aspira con todo derecho, a una sociedad más justa, solidaria, con igualdad de oportunidad para todos, donde todos tengan salud y educación, seguridad y un trabajo digno.
Cada proceso electoral se conoce de parte de los eventuales candidatos un sin número de promesas engañosas que evidentemente no se cumplen para desilusión y desencanto del ciudadano.
En este 2024 se inicia de alguna manera en nuestro país el proceso con miras a las elecciones nacionales del próximo año y sin duda es tarea de todos generar una masa crítica de pensamiento colectivo, un debate general que provoque la reacción del ciudadano de a pie y que haga posible el inicio hacia el camino del cambio necesario y el surgimiento de los verdaderos patriotas en este país que tanta falta hacen.
Fernando Crespo Lijeron