Sin Sección: El proceso de rehabilitación es más difícil por el abandono y la apatía del Estado

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Foto ilustrativa

 

Fuente: ANF

La Paz.- Por las condiciones precarias y el abandono estatal en que se encuentran los privados de libertad sin sección del penal de San Pedro de La Paz, es poco probable que puedan acceder a la rehabilitación. Su situación de indigencia, en muchos casos, impide una esperanza de reinserción, según la socióloga Magaly Quispe.



“En mi criterio, el proceso de rehabilitación y la reinserción social es mucho más dificultoso con estas personas por el abandono y la apatía del mismo Estado”, indicó la especialista a ANF.

Los internos sin sección de la cárcel de San Pedro son al menos 520 y son ubicados en aulas y ambientes como el auditorio, donde solo pueden usar los lugares para dormir.

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Quispe explicó que entre los sin sección hay al menos tres grupos de personas: un grupo que es consumidor de droga y tiene problemas de conducta a causa de esto; otro grupo de personas que no tiene dinero para pagar su ingreso a la cárcel; y, un tercer grupo conformado por personas expulsadas por haber tenido problemas en sus secciones.

“No todos puedan cubrir sus ingresos a las secciones porque tiene un costo vivir en la cárcel, entonces, al no poder cubrir esos costos ellos tienen que recurrir a pagar su ingreso con trabajo, en algunos casos, y aquellos que no pueden pagar de ninguna forma, son enviados a sin sección”, indicó.

La especialista refirió que dentro de la cárcel se fomenta el proceso de autorehabilitación y autoreinserción, donde los internos que mantienen vínculos con sus familias tienen más posibilidades de reinsertarse a la sociedad, debido a que constituye un medio de apoyo para reintegrarse.

Sin embargo, en el caso de la mayor parte de los sin sección, no solamente han perdido sus vínculos familiares, sino que “están perdiendo también el sentido de auto, ese sentido de generarse un trabajo, de participar en actividades, de mantener sus vínculos, debido a que han dejado relegado este sentido de responsabilidad por el consumo de drogas”.

“Se dificulta mucho su proceso porque al perder estos vínculos no tienen medios para reinsertarse en la sociedad y se podría decir incluso que son las personas que tienen más probabilidades de reincidir”, apuntó.

Y dentro de la cárcel, por este consumo problemático, cargan cierto nivel de estigma que también salpica a los otros dos grupos que no tienen ese problema, sin embargo, “son estigmatizados al igual que todos con la denominación de ‘tisis’, y es muy generalizado para los de sin sección; es muy poco conocido que son personas que no tienen recursos económicos para pagar su sección y los han expulsado por eso”.

Al no tener medios ni vínculos familiares o sociales para ser recibidos nuevamente en la sociedad, “lo que les queda es solamente la reincidencia o adscribirse a los grupos sociales a los cuales llegan a ser parte en el tiempo de indigencia, que de alguna forma comparten con sus compañeros de infortunio o de encierro, establecen alianzas, vínculos, no solamente de solidaridad interna, sino también vínculos laborales en el exterior, con actividades ilícitas de las cuales después llegan a formar parte”.

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