En medio de la crisis interna del Movimiento Al Socialismo (MAS) de cara a las elecciones del 2025, el exvicepresidente Álvaro García Linera aseguró que, si Evo Morales y el presidente Luis Arce desisten en las candidaturas, la pugna se acaba. “Es un tema de fácil solución”.

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«Si hoy Luis Arce dice que no va a ser candidato (…) o si Evo dice que ya no será candidato, y a apoya a Arce, se acabó la pelea. A eso se reduce todo», dijo en Piedra, Papel y Tinta, de La Razón.

Arce y Morales, ambos militantes del MAS, se encuentran enfrentados desde antes de septiembre de 2022, cuando el expresidente denunció que era víctima de un “plan negro” en su contra.

La disputa llegó a tal punto, que Morales llamó “traidor” a Arce y éste considera que quien fuera presidente por casi 14 años representa a la “nueva derecha”.

En el fallido congreso del MAS de Lauca Ñ, el 4 de octubre de 2023, Morales fue declarado “único candidato”, decisión que ahora ahonda las distancias entre ambos líderes.

García lamentó que la pugna se haya construido alrededor de la disputa por la candidatura en las elecciones generales de 2025. “En torno a ello se han construido puentes, castillos, trincheras, armaduras y terrazas”, ironizó.

En su criterio, cuando existen dos poderes y ni uno ni otro pueden derrotarse, deben establecerse acuerdos y pactos entre las partes. Aseguró que las elecciones primarias son la vía más óptima e “interesante” para definir al candidato ideal.

«Si encuentran pelos en la sopa» para evitar que Morales sea candidato, entonces que sea Andrónico Rodríguez el candidato del MAS, sugirió.

Al respecto, la semana pasada, el también presidente de la Cámara de Senadores dijo no tener “nivel de coordinación ni de comunicación para tratar temas internos del MAS o candidaturas”. Sobre la sugerencia de García, dijo que “son aseveraciones, declaraciones, análisis, evaluaciones muy particulares del exvicepresidente; no son decisiones oficiales”.

García insistió en su propuesta. “Que aparezca el tercer candidato y que ahí se resuelva quién tiene más apoyo y, el que pierda, tenga derecho a incluir una bancada (en la Asamblea Legislativa)”, argumentó.

Lamentó que ambos bloques del MAS estén apostando por el camino de ver a sus compañeros como enemigos. “Qué cantidad de energía, de entusiasmo, de pasión y de morbo despliegan cada uno de los dos lideres y sus acompañantes para destruir al otro compañero”.

Ante la pregunta de la directora de La Razón, Claudia Benavente, de si cree en la alternancia como un factor determinante de las estructuras democráticas, García respondió: «La alternancia no es el núcleo de la democracia, es un colorante».

En su criterio, el núcleo de la democracia es la decisión del pueblo, antes que la separación de poderes o la alternancia en el poder. “Lo democrático es que lo populacho (y) la plebe decida su destino”.

Sin embargo, advirtió que el MAS atraviesa por el fin de la primera fase del Estado Plurinacional y que el conflicto se debe a la transición a la segunda fase.

Recordó que el primer ciclo estuvo compuesto por distintos “momentos heroicos”, como la victoria de Morales en 2005, las medidas redistributivas, el establecimiento del modelo del Estado Plurinacional con la nueva Constitución Política del Estado (CPE).

“(Ahora) estamos viviendo el fin de una fase del Estado Plurinacional emergente de las organizaciones sociales”, explicó.

Aseguró que la evolución a una segunda fase está generando mucha incertidumbre, peleas, debilitamiento y degradación del lenguaje político en el MAS. “Esperamos que esa transición pase rápido”, auguró.

Comparó la crisis del MAS con otros partidos y procesos del pasado. Recordó que el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) tuvo su fase democrática desde 1952 hasta 1964. En su lectura, luego comenzó su periodo autoritario (dictaduras) entre 1964 y 1982.

También, hizo referencia al neoliberalismo en el país, que tuvo dos periodos, el primero que fue de 1985 y 1992, y el segundo, con la privatización, de 1992 a 2005.

“El Estado Plurinacional está cumpliendo su primera fase y hay que ver la manera en que pueda despuntar la segunda fase”, reflexionó García.

Para el arranque del nuevo periodo, planteó la candidatura de Morales y Rodríguez. Aunque no quiso dar el orden de la jerarquía, afirmó que Rodríguez le daría un respiro al país y traería con él a la “generación del relevo”.

“Andrónico, respaldado por Evo, puede darle un nuevo aliento al MAS y al Estado”, expresó.

Asimismo, admitió que la gestión, encabezada por Morales, fue “excelente y brillante”, pero el país requiere de nuevas políticas, en su criterio.

Advirtió que la pulseta entre Arce y Morales puede derivar en la interrupción del Estado Plurinacional en 2025, producto de una mirada “tacticista” sobre no saber llegar a acuerdos entre las partes.

Recomendó a Morales y a Arce establecer acuerdos, ya que ambos no tienen posiciones antagónicas respecto a su posición política. “No hay una diferencia estructural entre ambos, aún no, pero puede darse”.

Aseveró que se debe encontrar un camino de articulación entre Morales (poder social) y Arce (poder estatal) para reencauzar el horizonte del MAS para trabajar en un segundo ciclo del Estado Plurinacional que dure los próximos 15 años.