Fuente: rt.com
La Universidad de Arkansas comunicó el pasado viernes que el ChatGPT, la aplicación basada en el motor de inteligencia artificial (IA) GPT-4, fue capaz de superar la creatividad de un grupo de personas en tres pruebas diseñadas por un grupo de científicos para evaluar el pensamiento divergente.
El pensamiento divergente, también conocido como pensamiento lateral, es un proceso que implica la generación de diversas respuestas con el propósito de encontrar alternativas a la resolución de un problema concreto o abstracto. Debido a que algunas de las propuestas se caracterizan por su originalidad, el pensamiento divergente se considera un indicativo del potencial creativo.
Evaluar la creatividad de la IA y los humanos
En un nuevo estudio recientemente publicado en la revista Scientific Reports, 151 participantes humanos compitieron contra el ChatGPT-4 para contestar preguntas divididas en tres categorías. En la primera prueba, denominada ‘tarea de uso alternativo’, tanto los encuestados como la IA debían proporcionar usos alternativos de objetos cotidianos, como un tenedor o una cuerda.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Posteriormente, en la segunda prueba, nombrada ‘tarea de consecuencias’, se pidió que se ofrecieran respuestas a situaciones hipotéticas, mientras que en la última, ‘tarea de asociación divergente’, se debían generar 10 sustantivos que fueran lo más distantes semánticamente posible, como ‘gato’ y ‘ontología’.
Los responsables de la investigación evaluaron el número de respuestas elaboradas y la longitud de la mismas, así como la diferencia semántica de las palabras proporcionadas, y descubrieron que, «en general, GPT-4 era más original y elaborado que los humanos en cada una de las tareas de pensamiento divergente, incluso cuando controlaban la fluidez de las respuestas», lo que significa que esta herramienta mostró «un mayor potencial creativo» en las pruebas.
Una de las posibles razones de las diferencias entre las respuestas ofrecidas por la IA y los humanos es que estos últimos tendieron a basar sus soluciones en entornos del mundo real. No obstante, los investigadores añaden que la IA «depende de la asistencia de un usuario humano» para generar contenido, por lo que «el potencial creativo» de esta tecnología «está en un estado de constante estancamiento a menos que se le solicite» que lo haga.
Los autores señalan que aún tienen que determinar si los avances en la IA pueden representar una posible amenaza a la creatividad humana. «De cara al futuro, las posibilidades futuras de que la IA actúe como herramienta de inspiración, como ayuda en el proceso creativo de una persona o para superar la fijación son prometedoras», concluyeron.