Esposa de cocalero Juan Cocarico: “No hay justicia para los de bajos recursos, es muy triste”

Juan Elías Cocarico lleva preso más de 17 meses en La Paz, acusado de la quema del mercado paralelo de Adepcoca, sin haber estado en el lugar.

imagen aleatoria
Vigilia de cocaleros de Adepcoca en el conflicto por el mercado paralelo. Foto: Unitel

 

Fuente: ANF / La Paz



 

Cynthia Mollo desde hace más de 17 meses vive una situación insostenible. Su esposo, el exdirigente Juan Elías Cocarico, lleva preso acusado de la quema del mercado paralelo de Adepcoca, sin haber estado en el lugar. Ella es la única que debe afrontar las responsabilidades del hogar y las deudas bancarias que fueron asumidas de forma conjunta con su esposo.

“Yo soy la que sufro con mis hijos, ya no sé qué hacer, ya no se puede, por qué tiene que ser así la justicia con mi esposo, ya no puedo sola con mis hijos y con la deuda”, dijo Mollo a ANF, que debe encargarse sola del proceso penal contra su esposo, de llevarle medicamentos y alimentos, de sus tres hijos y de las deudas bancarias, duplicando su jornada laboral diaria.

Cocarico resultó seriamente herido en su detención el 4 de noviembre de 2022. Cayó de al menos cinco metros de altura al no poder superar un muro, cuando escapaba de tres encapuchados de civil que resultaron ser policías. Perdió el conocimiento y despertó enmarrocado, con los brazos ensangrentados, dentro de una patrulla policial.

Su esposa sale cada semana desde Coripata para verlo en el penal de San Pedro en la ciudad de La Paz donde padece estrés y reumatismo por el encarcelamiento injustificado. No hay una prueba fehaciente en contra de él y su libertad solo depende de un sistema judicial que perdió prestigio y credibilidad. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) califica al sistema de instrumentalizado por los gobiernos de turno.

“Yo le dije a mi esposo por qué no te sales (de la cárcel) como los demás (dirigentes, con procedimiento abreviado), y él me dijo ‘yo no he cometido ese delito, no me voy a culpar, si puede ser verdad me puedo culpar, pero soy inocente y no voy a salir con el abreviado’”, refirió Mollo.

Dirigentes de la Asociación de Productores de Coca de La Paz (Adepcoca), como César Apaza y Freddy Machicado, se acogieron al proceso abreviado para obtener su libertad, es decir, tras ser víctimas de una fuerte presión del gobierno, se responsabilizaron de los hechos delictivos ocurridos con el mercado paralelo.

“Mi esposo es inocente y una persona no puede culparse por esos delitos, porque posteriormente el proceso sigue, los demás (exdirigentes) se han culpado por salir y eso le está perjudicando también a mi esposo”, dijo Mollo que da fe de la inocencia de su esposo. Aseguró que ese día, en el momento de los hechos luctuosos, Juan Elías estaba con ella en la parte final de la marcha, a unas seis cuadras, mientras el mercado ardía.

“La marcha era tan grande que primero bajaron los de Chamaca y Chulumani, Coripata estaba casi en el medio y Trinidad Pampa estaba casi al final de la cola, como mi esposo era representante de Trinidad Pampa, estaba al último, y cuando sucedió la quema del paralelo mi esposo después se enteró”, dijo.

Mollo indicó que la reacción violenta de los marchistas se debió a las provocaciones que venían de la terraza del mercado paralelo, desde donde los seguidores de Arnold Alanes, que fundó el mercado ilegal y gozaba del respaldo del Gobierno, lanzaban bombas molotov y cachorros de dinamita. La quema del mercado paralelo sirvió de pretexto al gobierno para detener a los principales dirigentes de Adepcoca, mientras que a Alanes y a sus seguidores el Ministerio Público nunca los investigó.

“La gente estaba con tanta rabia de que el gobierno hizo prevalecer ese paralelo y por eso reaccionó, la rabia de la gente era tan grande que entró y cercó el lugar, mi esposo estaba muy atrás cuando ya lo habían intervenido, después llegó, pero no hizo nada, estaba con los demás dirigentes”, apuntó.

Para enfrentar esta situación de cautiverio, su esposo le pide calma, le dice que pronto saldrá libre. Ella le pide que clame a Dios por libertad y justicia.

“Últimamente ya me he tenido que resignar, no sé cuándo saldrá mi esposo de ahí, solo estoy clamando a Dios para que salga, porque la justicia del hombre parece que no da resultados”, refirió la esposa de Cocarico y afirmó que “no hay justicia para los que somos de bajos recursos, estoy peleando para los gastos judiciales, para cada audiencia, es una situación muy triste”.

Mollo también cuestionó la poca ayuda de la Defensoría del Pueblo para una persona con los derechos vulnerados, que se le niega de forma reiterada la libertad y se le acusa por un delito que no cometió.

“A veces no hay confianza ni en ellos, en vano (Pedro Callisaya) es defensor del Pueblo”, dijo.

Cuenta que sus hijos están seriamente afectados, sobre todo el más pequeño, que sufre de estrés por la ausencia de su padre. Tenían la esperanza de verlo libre el Día del padre, pero la justicia les negó esa posibilidad por cuarta vez.

“Mi hijo nació prematuro y cuando se enferma a veces convulsiona, trato de hacerle hablar con su papá, le dice cuándo vas a venir, cuándo vas a llegar a la casa, se pone mal cuando no llega”.

Cynthia Mollo pertenece a la regional Coripata mientras que su esposo a la regional Trinidad Pampa. Ella vive en Coripata con sus hijos que ahora van al colegio y requieren mayor atención gastos que cubrir, pero confía que llegará el día en que su esposo salga libre y su vida regrese a la normalidad.

“Yo siempre digo eso, en la verdad del Señor, mi esposo no ha participado ahí, estaba junto conmigo, a unas cinco a seis cuadras arriba, por el hospital cocalero, por ahí estaba todavía la regional Trinidad Pampa”.

Mónica Ramírez, la abogada de Cocarico, lamentó que el Ministerio Público insista en acusar a su defendido por delitos que nunca cometió. En líneas generales, dijo, la acusación fiscal señala que Juan Elías Cocarico “hubiera utilizado actos violentos como la toma (del mercado paralelo), hubiera realizado el incendio, causado lesiones en contra de otras personas”.

Cocarico también se hacía cargo de sus padres. Los ancianos se han visto afectados por el encarcelamiento de su hijo, al que ya no ven por casi 17 meses.

“Los que más sufren son sus padres de la tercera edad, al ver a su hijo encerrado siendo inocente, con tanta pena se han enfermado, ellos están en Trinidad Pampa, su papá de 88 años y su mamá de 83, era mi esposo quien estaba pendiente de sus padres”, dijo Mollo.

Exdirigente, Juan Elías Cocarico. Foto: Facebook

/ANF/