Fiebre de Oropuche. Un recordatorio somero

 

¿Qué es la fiebre de Oropouche?



La fiebre de Oropouche es una enfermedad producida por un virus del mismo nombre, que se describió por primera vez en una persona que trabajaba en una zona selvática de Trinidad y Tobago, en Vega de Oropouche. Aunque este primer caso fue en 1955, y desde 1960 ha habido muchos brotes de esta patología, sobre todo en Brasil, no es hasta fechas recientes que se ha hecho algo más conocida entre el  público. Se transmite por el mosquito que se llama Culicoides paraensis en ámbitos urbanos y semiurbanos, aunque hay otros mosquitos que lo pueden transmitir en las zonas selváticas.

En un par de brotes se ha descrito de forma asociada al dengue, como en Perú en 2016 en la región de Madre de Dios. Donde más casos han aparecido es en la zona noroeste de Brasil, más de medio millón según las estimaciones que se han realizado desde los primeros casos en los años 60 del siglo pasado. En realidad, es difícil saber el número exacto de personas afectadas, porque la mayoría no se diagnostican, y no se sabe si puede haber casos asintomáticos.

En cualquier caso, lo más importante para prevenir la  fiebre de Oropouche, que por otro lado no tiene un tratamiento específico, ni vacuna para evitarla, es protegerse contra las picaduras de mosquito en las zonas tropicales y subtropicales de América, sobre todo porque de esta forma se conseguirá además la protección contra otras enfermedades que sí son más serias, como la malaria o el dengue.

Causa de la fiebre de Oropouche

La fiebre de Oropouche es producida por el virus Oropouche (OROV), un virus de tipo RNA que forma parte del género Orthobunyavirus de la familia de los Bunyavirus. El virus Oropouche pertenece al grupo Simbu dentro de este género, y se llama así porque en 1961 se publicó el primer caso de aislamiento de este virus en el año 1955 en un trabajador forestal de la localidad de Vega de Oropouche, en Trinidad y Tobago.

Este virus es uno más de los llamados Arbovirus (arthropod-borne virus), lo que quiere decir que se transmite por artrópodos, en este caso mosquitos. Tiene un ciclo urbano, en el que Culicoides paraensis pica a seres humanos infectados, chupa su sangre, y luego al picar a otros humanos les transmite el virus. Aunque se llame ciclo urbano, los granjeros de plátanos, cocos y cacao, están particularmente en riesgo porque estos mosquitos se asocian a dichos cultivos.

El ciclo selvático del virus tiene, que se sepa hasta la fecha, como vectores transmisores los mosquitos Aedes serratus y algunos Culex (Coquillettidia venezuelensis en Trinidad, y Ochlerotatus serratus y Culex quinquefasciatus en Brasil). En este ciclo selvático hay animales salvajes que actúan como reservorio del virus, como el tití de pincel negro (un pequeño monito), o el perezoso de tres dedos. También se han encontrado anticuerpos en otros primates, roedores y aves. No se han documentado casos de transmisión directa de una a otra persona.

El Culicoides paraensis es un mosquito de actividad diurna, que se incrementa en las horas crepusculares. Es bastante agresivo y se siente muy atraído por el olor en la piel de los humanos para picarnos. Es un mosquito pequeño de cabeza oscura y cuerpo más bien pálido, al que también llaman ‘manta blanca’. Su presencia es máxima en las épocas de lluvia, sobre todo en zonas de ribera, áreas periurbanas y urbanas, y las mencionadas plantaciones de plátanos, cocos y cacao.

Estos mosquitos están presentes en las áreas tropicales y subtropicales del continente americano. La mayoría de los brotes de Fiebre de Oropouche se han producido en zonas del norte de Brasil y algunos otros países. Los brotes de Brasil han sido particularmente numerosos, con medio millón de infectados desde los años 60. Los brotes de otros países como Perú, Panamá, Ecuador, Surinam, o Trinidad y Tobago,Bolivia, han sido más limitados. Se considera que el virus actualmente se limita a la región centro-norte de Sudamérica, siendo endémico del noroeste de Brasil.

Síntomas de la fiebre de Oropouche

El virus Oropouche produce la fiebre de Oropouche, una enfermedad con síntomas inespecíficos que se pueden confundir con otras enfermedades propias de zonas tropicales o subtropicales también transmitidas por mosquitos, como por ejemplo el dengue, el chikungunya, o el zika. El período de incubación desde la picadura de mosquito hasta que aparecen los síntomas es típicamente de cuatro a ocho días (aunque puede ser de sólo tres, o de hasta 12 días).

Desde que se inician los síntomas de la enfermedad por el virus de Oropouche el virus es detectable en sangre durante 2-6 días, y es en ese período en el que si un mosquito pica al enfermo lo puede transmitir a otras personas (pero la enfermedad no se transmite de persona a persona). El síntoma que le da nombre a la enfermedad es precisamente la fiebre alta de inicio brusco, y que habitualmente se acompaña de escalofríos.

Además, suele aparecer dolor de cabeza asociado a la fiebre, que puede ser retroorbitario (sentirse tras los ojos), o no. La fotofobia (empeoramiento con la luz, sobre todo intensa) es frecuente. Los dolores articulares y musculares generalizados son otros síntomas habituales en la fiebre de Oropouche. La erupción cutánea en forma de manchas rojas en la piel es relativamente frecuente. Otros síntomas pueden ser náuseas, vómitos, diarrea, y molestias abdominales.

Raramente pueden aparecer manifestaciones hemorrágicas menores en forma de petequias, sangrado de encías, o sangrado por las fosas nasales. Por otro lado, en algunas series de casos se ha descrito hasta un 6-7% de pacientes afectados con meningoencefalitis (que causa la inflamación de las meninges y el cerebro). En estos pacientes parece que el virus puede llegar al sistema nervioso central desde los nervios periféricos, o atravesando la barrera hematoencefálica.

No se ha descrito problemática en los niños nacidos de mujeres embarazadas que padecieran de fiebre de Oropouche. Y tampoco se han registrado casos mortales de la fiebre de Oropouche.

La duración de los síntomas suele ser de unos 4-5 días, pero en más de la mitad de los casos vuelven a aparecer con menor intensidad una o dos semanas después de la recuperación inicial. Posteriormente se produce la recuperación completa en la mayoría de los casos, aunque algunas veces los dolores articulares y el cansancio pueden ser más persistentes antes de desaparecer por completo( será un Long Oropouche?).

Diagnóstico de la fiebre de Oropouche

Al ser totalmente inespecíficos, los síntomas de la fiebre de Oropouche no permiten su diagnóstico. Se pensará en esta entidad como una posibilidad de diagnóstico diferencial en aquellas personas que tengan un cuadro clínico compatible, y que residan o provengan de zonas con epidemia o endemia de la fiebre de Oropouche, sobre todo si han sufrido picaduras de mosquitos (aunque estas pueden pasar inadvertidas).

En los casos en los que interesa realizar un diagnóstico concreto de laboratorio de la fiebre de Oropouche, sobre todo por interés epidemiológico, se pueden utilizar técnicas de virología molecular o de aislamiento viral. Sin embargo, el aislamiento del virus se debe realizar con la inoculación de muestras clínicas en cultivos celulares, por lo que es una técnica compleja y costosa que no se suele realizar.

Las técnicas serológicas de detección de anticuerpos contra el virus (ELISA) se pueden realizar en muestras de suero de personas convalecientes. En los casos de enfermedad aguda se pueden utilizar técnicas de reacción en cadena de la polimerasa (RNA-PCR) para la detección de material genético del virus en suero, o incluso en vísceras en caso de estudiar animales posiblemente infectados.

En la práctica clínica habitual no se realizan pruebas de detección específica para el diagnóstico de la fiebre por el virus Oropouche. Realmente, lo más importante es realizar un diagnóstico diferencial correcto para detectar la posible presencia de otras enfermedades que pueden tener un curso más grave como el dengue, la fiebre amarilla o el chikungunya, o implicaciones desde el punto de vista de la salud reproductiva como el zika, o que puedan ser tratables y de curso grave si no se trataran de forma específica, como la malaria.

En los casos en los que haya afectación de tipo meningoencefalítico sí se realizará punción lumbar para la extracción de líquido cefalorraquídeo, con el objetivo de descartar una meningoencefalitis de otra causa que pudiera ser tratable, pero en la inmensa mayoría de los casos de fiebre de Oropouche no es necesaria la realización de pruebas complementarias más allá de las precisas para el diagnóstico diferencial de las enfermedades comentadas.

Tratamiento y prevención de la fiebre de Oropouche

Para la fiebre de Oropouche, al igual que sucede con otras fiebres producidas por arbovirus, no hay ningún tratamiento específico. Solamente se podrá recurrir a las medidas habituales de tratamiento sintomático. Es recomendable que el paciente guarde un reposo relativo según su estado general, y suele aconsejarse ingerir agua u otras bebidas no alcohólicas para evitar la deshidratación por la fiebre, y también se puede tomar paracetamol para aliviar el dolor y las molestias de la fiebre alta.

En estos casos, como en otros con síntomas parecidos, normalmente es mejor no tomar aspirina ni otros antiinflamatorios como el ibuprofeno hasta descartar totalmente que se trate de dengue, para prevenir un posible riesgo de hemorragia. Aunque el dengue y la fiebre de Oropouche se transmitan por distintos mosquitos, las zonas en las que se produce la transmisión de ambas enfermedades se solapan.

En el momento actual no se ha desarrollado ninguna vacuna para evitar la infección por el virus Oropouche, ni se está investigando para encontrarla, al tratarse de una enfermedad que se cura sola de forma autolimitada, y que no deja secuelas en los pacientes. Además, no se han descrito casos mortales por esta enfermedad. Por ello, la forma más eficaz de evitar la infección es maximizando la protección contra las picaduras de mosquito.

Este virus se transmite en zonas tropicales y subtropicales donde hay otras enfermedades más graves transmisibles por mosquitos, como la malaria o el dengue. Adoptar medidas para protegerse contra las picaduras de estos insectos permite prevenir muchas de las enfermedades tropicales que se transmiten por esta vía. Para evitar las picaduras de mosquito se recomienda utilizar repelente contra dichos insectos de forma constante, porque aunque los mosquitos que transmiten el virus Oropouche sean diurnos o crepusculares, los nocturnos transmiten otras enfermedades.

Si se utiliza un protector solar, hay que aplicar primero el protector y posteriormente el repelente. Existen ropas que han sido sometidas a un tratamiento de permetrina contra los insectos, o se pueden tratar las propias ropas, y aunque hay mosquitos que pican a través de las prendas, lo hacen con mayor dificultad que sobre la piel desnuda, por lo que es recomendable vestir con mangas y perneras largas para optimizar la protección contra los mosquitos si el tiempo lo permite.

Además se recomienda la colocación de mosquiteras en las puertas y las ventanas, y dormir en una cama que también disponga de mosquitera. Y, por último, es conveniente no mantener agua dulce estancada en macetas o similares en los interiores para evitar atraer a los mosquitos.

Antecedentes en la Región de la Américas

En las Américas, se han descrito numerosos brotes de enfermedad por el virus de Oropouche (OROV) en comunidades rurales y urbanas de Brasil, Ecuador, Guyana Francesa, Panamá, Perú y Trinidad y Tabago

(1). En la mayoría de estos brotes, fueron afectadas personas de ambos sexos y de todas las edades. En poblaciones con contacto previo al virus, los más afectados fueron los niños y jóvenes (1).

Se sospecha que la circulación del virus Oropouche incluye ciclos tanto epidémicos como selváticos. En el ciclo selvático, los primates, los perezosos y quizás las aves son los huéspedes vertebrados, aunque no se ha identificado un artrópodo vector definitivo. En el ciclo epidémico urbano, el ser humano es el huésped amplificador y el OROV se transmite principalmente a través de la picadura del mosquito Culicoides paraensis que está presente en la región, al igual que el Culex quinquefasciatus, que también puede ser un vector (1,2,3).

Los brotes por virus Oropouche registrados en los últimos diez años han tenido lugar principalmente en la región amazónica.

Situación actual

En Brasil, el 6 de enero de 2024, la Fundación de Vigilancia en Salud (FVS) del estado de Amazonas publicó una alerta epidemiológica en relación con la detección de casos de enfermedad por virus Oropouche (OROV) en este estado. La alerta informó que entre diciembre de 2023 y el 4 de enero de 2024, el Laboratorio Central de Salud Pública de Alerta epidemiológica Oropouche en la Región de las Américas.

En los últimos meses se ha observado un aumento de la detección de casos de fiebre de Oropouche en algunas áreas de la Región de las Américas. A ello se suma la intensa circulación de dengue reportada por varios países de la Región. Ante ello la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) comparte con los Estados Miembros recomendaciones para el diagnóstico diferencial del virus Oropouche y recomienda reforzar las medidas de control vectorial y de protección personal de la población a mayor riesgo.

Entre 2023 y 2024, en el estado de Amazonas, se registraron 1.066 casos humanos con resultados detectables en la RT-qPCR para virus Oropouche. De estos, 699 muestras fueronde Manaus, 88 de Maués, 69 de Iranduba, 36 de Manacapuru, 32 de Presidente Figueredo,29 de Parintins, 22 de Carauari, 21 de Itacoatiara, 17 de Rio Preto da Eva, 09 de Careiro, 08

de Borba y Coari, 06 de Novo Airão y Tefé. Hay registro de transmisión en los municipios de Alvares, Autazes, Barreirinha, Benjamin Constant, Beruri, Boa Vista do Ramos, Caapiranga, Canutama, Cordeiro da Várzea, Itamarati, Lábrea, Nova Olinda do Norte, Novo Aripuanã, São Paulo de Olivença, Tabatinga y Tapauá (5).

Adicionalmente, se encuentran en investigación casos de OROV notificados en los estados de Acre y Roraima.

En Colombia, mediante un estudio publicado el 8 de diciembre de 2022, realizado por la Universidad Nacional de Colombia, se identificaron 87 casos de enfermedad por virus Oropouche ocurridos entre 2019 y 2021, en cuatro ciudades del país: Cúcuta (3 casos), Cali (3 casos), Leticia (43 casos) y Villavicencio (38 casos) los cuales fueron identificados a través del análisis retrospectivo por laboratorio de muestras de casos de enfermedad febril aguda.

Los casos fueron confirmados mediante diferentes técnicas serológicas, moleculares y de secuenciación metagenómica en el Laboratorio Genómico One Health de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín y sus resultados fueron corroborados por parte del laboratorio Nacional de Referencia del Instituto Nacional de Salud en 2023. En cuanto a la caracterización de los casos, el 35,6%(n=31) corresponde al grupo de 18 a 29 años, el 52%(n=45) son hombres y el 91,2%(n=80) de los casos corresponde a muestras colectadas en el año 2021 (6,7).

En Perú, desde el 2016 y hasta el 2022, se notificaron 94 casos de Oropouche en 6 departamentos del país: Madre de Dios, Cusco, San Martín, Cajamarca, Loreto y Ayacucho. En el 2022 se reportaron 8 casos. Del total de casos acumulados, el 45% ocurrieron en el año 2016, año donde se reporta la mayor tasa de incidencia acumulada de 0,14 casos por 100.000 habitantes, con el reporte de brotes de Madre de Dios, Cusco y Ayacucho (8).

En Bolivia se “reportó” infección por virus Oropouche, pero no se ha realizado confirmación por laboratorios de OPS y NIH.

La Organización panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud orienta a los Estados Miembros para intensificar la vigilancia para la detección oportuna de casos, actualizar al personal de salud para la detección y manejo adecuado de casos e informar a la población en riesgo sobre medidas de prevención y control.

Dada su presentación clínica, y considerando la actual situación del dengue y de otras enfermedades comunes transmitidas por vectores en la Región de las Américas (9), el diagnóstico de laboratorio es esencial para la confirmación de los casos, para caracterizar un brote y realizar el seguimiento de la tendencia de la enfermedad. A continuación, las principales recomendaciones para la vigilancia por laboratorio, así como las medidas deprevención y control.

Diagnóstico y vigilancia por laboratorio (10,11)

El virus OROV tiene un genoma segmentado con tres segmentos conocido como S (del inglés small), M (del inglés medium) y L (del inglés large). Durante la fase aguda de la enfermedad, que dura habitualmente entre 2 y 7 días, es posible detectar el material genético del virus(RNA) por métodos moleculares (RT-PCR) en muestras de suero. Aunque también es posible detectar el RNA en líquido cefalorraquídeo (LCR) en aquellos casos que se presentan con meningitis aséptica (complicación poco frecuente de la fiebre de Oropouche), la muestra de LCR solo debe ser tomada por indicación médica.

La mayoría de los métodos moleculares se basan en la detección del segmento genético conservado S. Por otro lado, el aislamiento viral se puede hacer con las mismas muestras utilizadas para la RT-PCR mediante inoculación intracerebral en ratones lactantes o por inoculación en cultivos de células Vero o de células C6/36. Sin embargo, el aislamiento viral no se considera un método de diagnóstico, sino una herramienta para caracterización e investigación.

Respecto a los métodos serológicos, los anticuerpos contra OROV en general pueden ser detectados en suero a partir del quinto día después del inicio de los síntomas. El diagnóstico serológico de OROV está basado en métodos caseros (in-house), como la neutralización por reducción de placas (PRNT), la fijación de complemento, la inmunofluorescencia, la inhibición de la hemaglutinación y el mejor: ELISA IgM e IgG. Los anticuerpos también se pueden detectar en muestras de LCR disponibles o colectadas por indicación médica. Sin embargo, la disponibilidad de reactivos para los métodos serológicos es extremadamente limitada. Por lo tanto, se recomienda priorizar y utilizar métodos moleculares (RT-PCR), siempre y cuando se cuente con las muestras apropiadas.

Dada la presentación clínica de la fiebre de Oropouche, para la detección y seguimiento se sugiere procesar las muestras agudas (hasta 7 días de iniciados los síntomas) provenientes de la vigilancia de dengue, que cumplen con una definición de caso sospechoso de dengue, pero que resultan negativas para la detección molecular del virus del dengue.

Dependiendo de la capacidad del laboratorio y del contexto epidemiológico, se puede procesar un porcentaje de las muestras agudas negativas para detección molecular de dengue (que puede variar entre el10% al 30%) o un número limitado de muestras representativas.

Vigilancia genómica

Debido a la naturaleza segmentada de su genoma, el virus OROV está sujeto a reordenamiento genómico, un fenómeno importante que genera diversidad viral dentro de la especie Orthobunyavirus oropoucheense. Así, se han descrito varios recombinantes dentro de esta especie como los virus Iquitos, Madre de Dios y Perdões, que contienen los mismos segmentos L y S que OROV pero diferentes segmentos M. Por esta razón y para

ampliar el conocimiento de este virus, la vigilancia genómica también puede ser implementada donde haya capacidad y sin dejar de lado la prioridad del diagnóstico y la detección oportuna.

Notificación bajo el Reglamento Sanitario Internacional

Dado que se trata de un arbovirus emergente y poco identificado en las Américas, la detección de una muestra positiva y confirmación de un caso requiere la utilización del Anexo 2 del RSI y su consecuente notificación a través de los canales establecidos del

Reglamento Sanitario Internacional.

Prevención y control vectorial

La proximidad de criaderos de mosquitos a los lugares de habitación humana es un factor de riesgo importante para la infección por OROV. Las medidas de control vectorial se enfocan en la reducción de las poblaciones de mosquitos mediante la identificación y eliminación de los lugares de desarrollo y reposo de los vectores. Estas medidas incluyen:

  • El fomento de buenas prácticas agrícolas para evitar la acumulación de residuos quesirvan de sitios de reproducción y reposo.
  • El rellenado o drenaje de colecciones de agua, charcas o sitios de anegacióntemporal que pueden servir como sitios de oviposición de las hembras y criaderos delarvas de mosquitos.
  • Eliminación de la maleza alrededor de los predios para disminuir los sitios de reposo yrefugio de los mosquitos.

Adicionalmente se deben tomar medidas para prevenir la picadura de los vectores. Entre estas medidas se encuentran:

  • Protección de viviendas con mosquiteros de malla fina en puertas y ventanas, de esta manera también se previenen otras arbovirosis.
  • Uso de prendas que cubran las piernas y brazos, sobre todo en casas donde existe alguien enfermo.
  • Uso de repelentes que contienen DEET, IR3535 o Icaridina, los cuales se puedenaplicar en la piel expuesta o en ropa de vestir, y su uso debe estar en estrictaconformidad con las instrucciones de la etiqueta del producto.
  • Uso de mosquiteros impregnados o no con insecticidas para quienes duermendurante el día (por ejemplo, mujeres embarazadas, bebés, personas enfermas o postradas en cama, ancianos).
  • En situaciones de brote se deben evitar las actividades al aire libre durante el periodode mayor actividad de los mosquitos (al amanecer y atardecer).
  • En el caso de personas con mayor riesgo de picadura como trabajadores forestales,agrícolas etc. Se recomienda el uso de prendas que cubran las partes expuestas delcuerpo.

Finalmente, tomando en cuenta las características ecológicas de los principales vectores de OROV, es importante considerar que la decisión de llevar a cabo actividades de control vectorial con insecticidas depende de los datos de la vigilancia entomológica y las variables que pueden condicionar un incremento en el riesgo de transmisión. En áreas de transmisión, la fumigación con insecticidas puede ser una medida adicional, cuando sea técnicamente recomendable y factible.

Referencias

  1. Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud. AlertaEpidemiológica: Brote de fiebre de Oropouche. 22 de junio de 2010, Washington,D.C.: OPS/OMS; 2010. Disponible en: https://www.paho.org/es/documentos/alerta-epidemiologica-brote-fiebre-oropouche-22-junio-2010
  2. Romero-Alvarez D, Escobar LE. Oropouche fever, an emergent disease from the Americas. Microbes and Infection. marzo de 2018; 20(3):135-46.
  3. Sakkas H, Bozidis P, Franks A, Papadopoulou C. Oropouche Fever: A Review. Viruses.2018; 10(4):175. https://doi.org/10.3390/v10040175.
  4. Fundação de Vigilância em Saúde do Amazonas “Dra. Rosemary Costa Pinto”(FVSRCP). Alerta Epidemiológico Nº1/2024. Manaos. 2024. Disponible en:https://www.fvs.am.gov.br/media/publicacao/ALERTA_EPIDEMIOLOGICO_N%C2%BA_01.2024_-_CIRCULACAO_DO_VIRUS_OROPOUCHE_NO_AMAZONAS.pdf
  5. Centro Nacional de Enlace (CNE) para el Reglamento Sanitario Internacional (RSI) deBrasil. Comunicación recibida el 2 de febrero del 2024 mediante correo electrónico.Brasilia; 2024. .
  6. Karl A. Ciuoderis, Michael G. Berg, Lester J. Perez, Abbas Hadji, Laura S. Perez-Restrepo, Leidi Carvajal Aristizabal, Kenn Forberg, Julie Yamaguchi, Andres Cardona,Sonja Weiss, Xiaoxing Qiu, Juan Pablo Hernandez-Ortiz, Francisco Averhoff, Gavin A.Cloherty & Jorge E. Osorio (2022) Oropouche virus as an emerging cause of acute febrile illness in Colombia, Emerging Microbes & Infections, 11:1, 2645-2657. 2022. DOI:10.1080/22221751.2022.2136536
  7. Centro Nacional de Enlace (CNE) para el Reglamento Sanitario Internacional (RSI) deColombia. Comunicación recibida el 18 de enero del 2023 mediante correoelectrónico. Bogotá; 2023.
  8. Centro Nacional de Enlace (CNE) para el Reglamento Sanitario Internacional (RSI) dePerú. Comunicación recibida el 31 de enero del 2024 .Lima; 2024. .
  9. Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud.Dengue. Sin fecha. https://www.paho.org/es/temas/dengue
  10. Organización Panamericana de la Salud. Recomendaciones para la detección y eldiagnóstico por laboratorio de infecciones por arbovirus en la Región de las Américas.Washington, D.C.; 2022. Disponible en: https://doi.org/10.37774/9789275325872
  11. Naveca FG, Nascimento VAD, Souza VC, Nunes BTD, Rodrigues DSG, Vasconcelos P.Multiplexed reverse transcription real-time polymerase chain reaction for simultaneous detection of Mayaro, Oropouche, and Oropouche-like viruses. Mem Inst Oswaldo

Cruz. 2017;112(7):510-3.