Liderar y guiar el desarrollo de Bolivia es la ruta segura para el mayor crecimiento de Santa Cruz

Santa Cruz es parte de Bolivia, esa mentalidad común muy frecuentemente escuchada en Santa Cruz, que puede resumirse en un comentario que me hicieron:

¨ Santa cruz no depende de nadie..Santa cruz siempre sólo a ido en todas las lucha..no precisa que ni un departamento se aleje de el… SantaCcruz siempre tuvo su lucha sólo¨



Aquel pensamiento funcionó ayer, hoy ya no, porque nos convierte en una isla que si no conecta con las demás se la traga el océano que es el Estado.

Si no se dan cuenta, el gobierno es quien está limitando nuestro desarrollo y los demás miran de palco, porque nos hemos centrado en nosotros mismos y no va a dejar que nos desarrollemos más porque le restregamos su mala gestión en la cara, porque mucha de la gente se va a Santa Cruz y eso le está afectando.

Ya no somos una aldea y si queremos progresar aún más debemos ya no solo liderar el desarrollo económico, sino liderar también en lo político como región, marcar la pauta escuchando a cada uno de nuestros hermanos departamentos, apoyándoles, si Santa Cruz logra ese liderazgo entonces seremos imparables, ya que si el gobierno atenta contra Santa Cruz, se le van encima los otros departamentos.

Es decir, en síntesis, debemos de lograr el liderazgo moral, político, no solo económico, es decir, transformarnos en lo que nacimos para ser, un pueblo líder que da luz a sus hermanos sin rencores.
Pero si actuamos como expresas, solo ganaremos que el gobierno siembre más veneno en nuestra contra, y así pueda impunemente frenar nuestro crecimiento.

En la unidad nuestra y con Bolivia está nuestra verdadera fuerza ahora.

Nuestro rol está en que los demás departamentos logren igual desarrollo, conquistar e impulsar con nuestros capitales el desarrollo de los demás departamentos, solo así seremos imparables y ni el gobierno podrá contra nosotros.

Ya que si seguimos en una actitud encerrada en nosotros mismos, solo generaremos más anticuerpos, de la misma manera que un rico que próspera encerrado solo en sí mismo, sin inspirar y guiar a nadie, solo el por él y para él, levanta antipatía y rechazo en su entorno.