“A las mamás les pido ante todo sean madres”, recomendó tía de la niña violada y asesinada

La mujer aconsejó a todas las progenitoras que cuiden a sus niños, que no permitan que cualquier persona entre en sus hogares, porque no se sabe a quién se abre la puerta.

Fuente: Red Uno



Charles Muñoz Flores

La trágica muerte de Tamara, una niña de 3 años, dejó a la zona de Thago en el municipio de Punata, Cochabamba consternada y a toda Bolivia conmocionada. La pequeña fue víctima de un horrendo crimen: violación y asesinato a manos de la pareja de su madre. La tía de Tamara, quien presenció el dolor de cerca, envió un mensaje a todos los padres para proteger a sus hijos y evitar que sufran el mismo destino.

En una entrevista con el programa Que No Me Pierda (QNMP) de la Red Uno de Bolivia, la tía menor de Tamara declaró: “Aconsejo a todos los padres de Bolivia que cuiden a sus niños. No permitan que cualquiera entre en sus hogares, porque no sabemos a quién estamos abriendo la puerta”. Su llamado es desgarrador y urgente, recordando a todos que la seguridad de los niños debe ser una prioridad absoluta.

Además, la tía agregó: “A las mamás les pido que ante todo sean madres. Cuidemos a nuestros niños, porque son un regalo hermoso que Dios nos ha dado. No se toca ni se lastima a los niños; se les protege con amor y atención”.

El agresor, Romario Soria Fajardo, fue condenado a 30 años de cárcel por los delitos de violación a infante, niño, niña, adolescente e infanticidio agravado. La juez de Anzaldo dictaminó la sentencia, que se cumplirá en el penal de máxima seguridad de El Abra. El agresor confesó su crimen durante un procedimiento abreviado.

La audiencia de medidas cautelares se llevó a cabo en la localidad de Anzaldo, donde la jurisdicción correspondía. El agresor, de 23 años, había comenzado a vivir con la madre de Tamara hace siete meses. La mujer, al salir a trabajar diariamente, dejaba a su hija bajo el cuidado del hombre, ya que no le permitían llevarla al trabajo. Ayer, al regresar, encontró a su hija en un estado devastador.