Bufeos expulsados por una riada: una historia de vida y retorno a su hábitat

Con asombro y temor, así recibió el Sindicato Capinota en Villa Tunari, en el trópico, la llegada de una pareja de bufeos, una madre y su cría, arrastrados por una riada del río Isiboro a un arroyo.

Bufeo o delfín boliviano. | Los Tempos

Fuente: lostiempos.com

Era la tarde del 12 de abril cuando la comunidad se percató de que “dos animales rosados” nadaban en el brazo del río. El tamaño y el color de los delfines, sumado a la falta de información sobre su origen, hizo que algunos pescadores sugirieran cazarlos, mientras otro grupo optó por restringir el ingreso de personas al arroyo para observar su comportamiento y alimentación.



La versión de un poblador del rol de salvavidas de los bufeos que evitan que los pescadores se ahoguen en el río Ichilo y en Beni despertó el interés por protegerlos.

Con el paso de los días, la idea de resguardarlos cobró más fuerza a la par de la llegada de visitantes para ver la belleza de los delfines rosados.

Visitantes aprecian a bufeos en Villa Tunari. | Daniel James

 

El sindicato está en la localidad de Isinuta, a cinco horas de la ciudad de Cochabamba.

El dirigente Serafín Pascual contó que la actitud pacífica de los cetáceos y el aumento de la afluencia de turistas obligó a la comunidad a organizarse para instalar una tranca y una cerca para que la gente no ingrese a nadar o los toque. “Hemos instalado una tranca para pedirles a los visitantes que no los molesten ni ensucien el río”, explicó.

Pascual dijo que los animales terminaron cautivando a las familias que viven en la zona, quienes incluso realizan una vigilia en las noches para cuidarlos y comenzaron a participar en los talleres de socialización para conocer más sobre esta especie.

“Nosotros estamos coordinando con la Gobernación, la Alcaldía de Villa Tunari y expertos, que nos han dicho que no debemos alimentarlos. Los animales están bien, en bastante agua. Queremos aclarar que no los estamos reteniendo; el río los ha traído y sólo los cuidamos”, dijo.

Los bufeos están atrapados en el arroyo y no pueden continuar su migración libremente por un puente provisional. Además, tendrían temor de pasar por las anillas que hay debajo. Sólo podrían irse si hay una nueva crecida del río o reciben ayuda.

La cerca instalada para evitar contacto con los bufeos. | Daniel James

 

Más datos

¿Pero cómo terminaron en un arroyo de Villa Tunari? El experto en manejo de bufeos y director de Faunagua, Paul Van Damme, explicó que los delfines de río (Inia boliviensis) son una especie migratoria única en Bolivia que vive en afluentes profundos de Pando, Beni, Santa Cruz y Cochabamba en Puerto Villarroel. (Ver infografía).

Comentó que, en ocasiones, ingresan a los arroyos en época de lluvia para alimentarse de pirañas y pacú.

El director del Centro Limnología y Recursos Acuáticos (ULRA) de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) Edgar Goitia detalló que los cetáceos se pueden encontrar en los ríos Madera, Mamoré, Iténez e Ichilo. “Por lo general viajan solos, se reúnen para alimentarse y reproducirse”, dijo.

Van Damme remarcó que otro rasgo importante de la especie endémica y vulnerable a la extinción es que se desplaza grandes distancias. “En 2021, marcamos a cuatro bufeos con antenas que mandan señala al satélite y podemos seguir su movimiento, ellos migran enormes distancias. Hemos detectado que una hembra, por ejemplo, migró 100 kilómetros en un mes en el río Ichilo persiguiendo cardúmenes, subía y bajaba”, subrayó.

El experto sostuvo que con los dispositivos se pudo registrar que un bufeo recorre unos 350 kilómetros en cuatro meses, comportamiento que no se pueden dar en un arroyo, por lo que es vital devolverlos al río.

Goitia explicó que los bufeos son animales frágiles que no pueden estar en cautiverio, porque podrían estresarse y enfermar.

“Son vulnerables, no pueden estar expuestos a la contaminación o a cualquier cosa que pueda inhibir su estabilidad y su vida”, puntualizó.

El director de Faunagua informó que en el país hay alrededor de 5 mil delfines rosados, pero la cifra es mínima en comparación con los 100 mil ejemplares de delfín amazónico que tienen Perú, Ecuador, Colombia y Brasil.

En ese contexto, la Secretaría de Medio Ambiente de la Gobernación recalcó que se conformó una comisión interinstitucional para evaluar criterios técnicos, legales y sociales con el propósito de elaborar una plan para llevarlos a su hogar.

Fuente: lostiempos.com