Una luz de la música nacional se apaga: murió el legendario Javier Saldías

Considerado como uno de los músicos más importantes del rock nacional y un «amigo de toda La Paz», el bajista, docente y compositor Javier Saldías falleció este martes. Se le vela en el Salón Jazmín de la Funeraria Valdivia.
FOTO: Facebook de Javier Saldías
FOTO: Facebook de Javier Saldías
Fuente: Visión 360
Por Jorge Manuel Soruco Ruiz

Una de las luces de la música nacional se apagó: Javier Saldías, el legendario bajista de The Black Birds, Clímax, Mango y Luz de América falleció este martes en la mañana, después de meses de luchar contra el cáncer. Es velado en el salón Jazmín de la Funeraria Valdivia (frente al Monumento a Busch).

«Es una terrible pérdida. No solo fue uno de los músicos populares más grandes de nuestra historia reciente, sino que, sobre todo, fue el gran amigo de La Paz. Una persona cálida que trabajó muy bien con varios músicos y que no se peleó con nadie», dijo a Visión 360 el musicólogo Sergio Calero.

Javier Saldías en plena actuación en 2021.         FOTO: Facebook de Javier Saldías

Desde su debut en la década de 1960, Saldías se convirtió en uno de los principales pioneros del rock nacional. Trabajó con varios grupos a lo largo de cinco décadas, tocó desde rock psicodélico hasta hard rock y rock latino; compartió sus conocimientos con las nuevas generaciones en el Conservatorio Plurinacional de Música.



«Era un bajista muy fino y experto. Además sabía cómo acomodarse a los compañeros con los que le tocaba trabajar. Lograba captar muy bien diferentes estilos y propuestas musicales. Con él tocamos, en los 70, Uriah Heep sin problemas», recordó el compositor Nicolás Suárez.

Javier Saldías nació en La Paz en 1947. Estudió música de forma académica, lo que lo convirtió en un instrumentista excelente.  En 1965 forma el grupo The Black Birds con José (Pepe) Eguino, Boris Rodríguez (ya fallecido) y Fernando Peña. «Si vamos a hablar de la música rock nacional, obligatoriamente tenemos que mencionar a The Black Birds. Fueron los principales pioneros de este género, experimentando con los psicodélicos y el sonido de la invasión británica (The Beatles, Rolling Stones)», explicó Calero.

La historiadora musical Yelitza Mozz agregó que Saldías y sus compañeros supieron tomar los ritmos que llegaban del exterior y hacerlos bolivianos. «Demostraron el talento nacional”, dijo.

A finales de 1968, Saldías y Eguino, tras nutrirse de otras corrientes de rock, se unieron a Álvaro Córdova para crear Clímax, con lo que «endurecieron» sus composiciones. Ya en los 70 llegó el turno de Luz de América, que comenzó a incluir piezas de música fusión. Pese a que la banda se separó, su recuerdo se mantuvo vivo y a principios del siglo XXI se reencontró.

Javier y su instrumento en una foto promocional.                                       FOTO: Facebook de Javier Saldías

Entre medio, Saldías trabajó en varias otras bandas y con músicos de todos los rincones del país. Paralelamente trabajó como docente del Conservatorio, especialmente de la materia de ensamble. «Fue un gran maestro. No solo en clases, sino que al hablar con él una aprendía mucho», aseguró Mozz. Se casó con Tania Marielena Ergueta Ávila, con la que tuvieron cinco hijos.

Fue Ergueta, quien confirmó la noticia del fallecimiento del artista. Saldías fue internado en marzo en el hospital Oncológico de la ciudad de El Alto, luego de presentar complicaciones a una primera intervención quirúrgica realizada semanas antes.

Sus restos son velados en Miraflores y el miércoles será enterrado en el Cementerio General. A lo largo del día, sus amigos y seguidores recordaron sus experiencias con el bajista y publicaron sus sentimientos en las cuentas de redes sociales, lamentando que la luz de la música se extinga.