Analista ve que Arce «no dio señales de creación de empleo digno» en su discurso del 1° de Mayo


Según el politólogo Franklin Pareja, el presidente debería acercarse al sector empresarial en este momento de «alta crisis».

El presidente Luis Arce en la marcha de la COB en Cochabamba. Fotos/David Flores/APG

Fuente: Red Uno

 



La Paz, Bolivia.-

Durante sus palabras por el Día del Trabajador, el presidente Luis Arce entregó los decretos supremos que autorizan el incremento salarial de 5,85% al mínimo nacional y de 3% al haber básico al ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, además, anunció el envío de un nuevo proyecto de ley para que el Decreto Supremo 4868 sea elevado a rango de Ley en respuesta a las demandas planteadas por este ente.

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Además, en el acto en la ciudad de Cochabamba, destacó las reuniones y mesas de trabajo entre el Gobierno nacional y los ejecutivos de la COB. Asimismo, remarcó que siempre se escuchará y atenderá los pedidos y reivindicaciones de la clase obrera.

Al respecto, el analista Franklin Pareja indicó que el presidente «está arropado», principalmente, de la COB para dar una señal que está muy cercano a la clase trabajadora.

«En un momento de alta crisis, donde no hay dólares, las subvenciones están al límite y la deuda también se necesita de otro sector productivo, que es el empresarial, es increíble que no los tome en cuenta para nada«, comentó Pareja.

También observó que el presidente, pese a haber anunciado que no hay plata y que el gas está agotando, hoy mencionó que el modelo económico social productivo y comunitario sigue vigente y en pie. También afirmó que los bolivianos ven el futuro con esperanza, cuando los datos y todas las encuestas dicen todo lo contrario.

«El presidente habló de la constitución de muchas iniciativas desde el Estado para generar empleo. A través de esta política estatista, lo que está haciendo es destruyendo el empleo con una matriz sindical muy fuerte, porque menciona y repite permanentemente a los obreros, los trabajadores, al secretario de la COB, se nota claramente que su proximidad es estratégica y por eso toma de manifiesto la necesidad de tenerlo como un socio político más que como un socio estratégico», detalló el analista.

En ese sentido, mantener la matriz sindical donde hay un «hiperestatismo» e «hiperproteccionismo» a las relaciones laborales en Bolivia, precariza el trabajo, desincentiva la inversión, ahuyenta a los empresarios que quieren formalizarse y por eso hay más del 80% de informalidad.

«En un día como el 1° de mayo, donde la mejor política social es el empleo, el presidente no ha dado ninguna señal de crear un empleo digno, de calidad, donde no haya odio al sector empresarial y tampoco extremada aproximación al sector obrero. Tiene que haber un equilibrio entre el capital, empleo, empleador y las políticas públicas de un estado inteligente que le baje a la ideología y genere eso que quieren del país. Precisamente lo que él dice, es lo que no están haciendo; generar seguridad y esperanza», complementó.

Conflicto interno en el MAS

También se refirió a que Arce mencionó que la disputa del MAS es una «confabulación y un contubernio de la derecha», como si la implosión y disputa entre Evo Morales y él fuera causada por algún móvil de la «derecha tradicional», y que es el sistema de partidos de Bolivia.

«Le dio un mensaje durísimo y clarísimo a Evo Morales, lo tilda de derechista y de ser el desestabilizador, pero que él no es ni cobarde ni traidor. En síntesis, le manda un mensaje electoral de que él está aquí, él va a dar lucha y está arropado de las organizaciones sociales. En un día emblemático como es el 1° de mayo, ya está mostrando las uñas electorales, cosa que el presidente ha venido cuidando mucho tiempo. Nunca se ha manifestado explícitamente, ahora ya lo está haciendo de forma frontal», agregó.

Respecto a las convocatorias para el Congreso del MAS, que el TSE rechazó tanto en El Alto como en el Trópico de Cochabamba, demostraría que el MAS no tiene la capacidad de resolver sus problemas internamente en el espacio orgánico y formalmente instituido que corresponde. Entonces, «le pasa la pelota» al Tribunal Supremo Electoral (TSE) para que resuelva.

«Les guste o no a los arcistas, Evo Morales es su jefe, y le guste o no a Evo Morales, las organizaciones sociales están más próximas a Arce. Esto no es una cuestión de legitimidad, quién es el dueño del partido. Esto es una cuestión de legalidad y Morales tiene que entender que no puede haber un congreso sin organizaciones sociales formalmente reconocidas y los arcistas tienen que entender que no pueden hacer un congreso sin el jefe de su partido. En consecuencia, es institucional lo que hace el TSE», explicó Pareja.