La canciller Celinda Sosa exigió este lunes el «cese inmediato al fuego» y expresó su profunda indignación por el ataque de un campamento de desplazados en Rafah, en el sur del territorio palestino, que dejó decenas de fallecidos y varios heridos.

“Esta acción es una grave violación al Derecho Internacional de los Derechos Humanos y al Derecho Humanitario. Desde Bolivia exigimos a Israel el cese inmediato al fuego y al genocidio que está cometiendo en territorio palestino”, escribió Sosa en sus redes sociales.

La autoridad hizo un llamado a garantizar “una solución amplia, justa y duradera a este conflicto, que permita al pueblo palestino ejercer su derecho a la libre determinación”.

Además, ratificó su solidaridad y apoyo inquebrantable a la causa palestina.

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Israel se enfrenta a una ola de condenas internacionales por un bombardeo que, según las autoridades de Gaza, mató a 45 personas en un campo de desplazados en Rafah, según AFP.

El bombardeo se llevó a cabo en la noche del domingo en el marco de la ofensiva emprendida por Israel contra Hamás hace más de siete meses, a raíz del mortífero ataque de comandos islamistas de Hamás en territorio israelí el 7 de octubre.

El Ministerio de Salud de la Franja de Gaza informó de que “la masacre” en Rafah había dejado “45 muertos” y “249 heridos”.

Según el ejército israelí, el bombardeo tenía como objetivo a milicianos de Hamás y los aviones lograron golpear “una instalación” del grupo islamista, matando a dos altos cargos.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) pidió a Israel llevar a cabo una investigación “exhaustiva y transparente” sobre el bombardeo y Estados Unidos urgió al país a “tomar todas las precauciones para proteger a los civiles”.