Oficialismo y oposición marchan empatados hacia las elecciones de 2025, según encuesta

«Bolivia se dirige a un escenario de alta fragmentación del voto». «No hay un ‘Milei’ o un ‘Bukele’ a la vista que pueda suscitar el entusiasmo y que vuelva a unificar el voto», según establece una encuesta de la empresa Diagnosis.

Encuesta de Diagnosis: oficialismo y oposición marchan empatados hacia las elecciones de 2025

Foto: Diagnosis



 

Fuente: Brújula Digital

 

Candidatos del oficialismo y de la oposición marchan empatados hacia las elecciones generales de 2025, en medio de una fragmentación del voto, según establece una encuesta de la empresa Diagnosis.

“El voto se ha dispersado desde las elecciones del 2020 a mayo del 2024. En cada bloque político: masistas de clases bajas y antimasistas de clases medias, no hay alternativas que generen entusiasmo y que vuelvan a concentrar el apoyo electoral. Bolivia se dirige a un escenario de alta fragmentación del voto”, señala Diagnosis, luego de hacer un análisis de los resultados.

Según la intención de voto, los candidatos oficialistas como el presidente Luis Arce, el vicepresidente David Choquehuanca, Andrónico Rodríguez o David Choquehuanca obtienen, en total, el 44% de votos. En el otro frente, Carlos Mesa, Vicente Cuéllar, Manfred Reyes Villa, Fernando Camacho y Samuel Doria Medina tienen el 41% de respaldo.

“No hay un ‘Milei’ o un ‘Bukele’ a la vista que pueda suscitar el entusiasmo y que vuelva a unificar el voto. ¿Podrá aparecer un ‘líder nuevo’ en los próximos meses hasta las elecciones del 2025? Parece difícil. Si la dispersión y desilusión electoral continúan, tendremos un Gobierno extremadamente débil después del 2025, con la consiguiente dosis de inestabilidad y crisis política”, añade Diagnosis.

La ficha técnica del estudio señala que el trabajo de campo fue realizado entre el 4 y 5 de mayo de 2024. El universo fue de hombres y mujeres de 18 a 65 años. La muestra llegó a 1.800 encuestas en las áreas urbana y rural de los nueve departamentos. El margen de error muestral es de +/- 2,31%. El método empleado son encuestas presenciales en hogares en soporte digital.  La selección de entrevistados fue multietápica, con una selección aleatoria simple de zonas censales y de segmentos, y selección sistemática de hogares y de entrevistados.

El estudio indica que tanto en el campo del MAS (clases bajas sobre todo de occidente), como en el campo de la oposición (clases medias, sobre todo de oriente), hay una dispersión del apoyo electoral desde las elecciones del 2020 a la fecha. En ese sentido sostiene que el voto concentrado el 2020 pasamos a la fragmentación de la intención de voto en la actualidad.

“En el campo masista se puede hablar de una dispersión más que de una falta de alternativa, ya que los que esperan un «nuevo candidato del MAS» apenas llegan al 6%. En cambio, en el ámbito de la oposición hay una insatisfacción más que una dispersión. Los actuales líderes opositores no generan entusiasmo ni esperanza. Esta insatisfacción opositora se expresa un alto porcentaje que espera un candidato nuevo (15%), y en que se tiende a favorecer electoralmente a «líderes nuevos» (Cuéllar en primer lugar y Reyes Villa en segundo lugar)”, señala la investigación.

Diagnosis añade que, a pesar de esta insatisfacción en el ámbito opositor, el mismo se mantiene relativamente estable: fue el 41% en las elecciones del 2020 (contando con blancos/nulos), y sigue siendo el 41% de la población.

“En cambio, en el ámbito masista hay un desgaste. Fue el 52% de los votos emitidos, y ahora llega al 44%. Hay un 8% que abandonó el campo masista para engrosar las filas de los indecisos o de los que votan en blanco/nulo. Una pérdida neta del 8% de los votantes masistas en tres años y medio de la gestión de Arce parece relativamente aceptable”, resalta el estudio.