Secuestros en el Chapare están vinculados con la protección al narcotráfico

Las autoridades del Ministerio de Gobierno comenzaron a llevar el registro de este tipo de delitos desde 2023, cuando en el trópico de Cochabamba se produjo una ola de plagios vinculados con operaciones en el trasiego de pasta base de esa región.

Los secuestros se incrementaron. Según el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, en la provincia del Chapare y la región del trópico de Cochabamba hubo 13 secuestros en 2023, además de tres en el departamento de Santa Cruz.

Todos estos hechos delictivos tienen vínculos con el narcotráfico puesto que las víctimas —dijo Del Castillo— eran personas que antes protegían a bandas criminales. Además, admitió que en el territorio boliviano operaban mafias extranjeras del narcotráfico.



En la primera rendición de cuentas públicas del Ministerio de Gobierno de este año, la autoridad cuestionó que legisladores leales al expresidente Evo Morales “no acompañen la tarea antidroga” en el Chapare que ejecuta el gobierno.

Cuestionó de este modo al senador Leonardo Loza y al diputado Gualberto Arispe porque —según dijo— afirmaron que no habían detenidos en el trópico de Cochabamba ni mayores implicaciones de la región con delitos de narcotráfico.

“Aprehendimos en flagrancia con cocaína, con pasta base, en laboratorios. Estamos hablando de aprehendidos solo en el trópico de Cochabamba”, dijo Del Castillo.

El informe fue entregado en un contexto político marcado por una pugna por el control del MAS.

De este modo, el ministro también vinculó estos casos de tráfico de drogas con los secuestros y lamentó que el trópico de Cochabamba sea donde más casos de este delito existan: 13 de 16 entre enero y lo que va de esta gestión. Se trata de un registro inédito en esa zona.

“Hemos tenido 13 secuestros focalizados en una región del país (trópico de Cochabamba): 13 personas que fueron secuestradas en el departamento de Cochabamba y tres en el departamento de Santa Cruz (provincia Ichilo), lamentablemente la gran mayoría vinculados al narcotráfico. Esto significa que estas personas ofrecían una protección al narcotráfico que ahora no le pueden dar. Nadie puede ofrecer protección al narcotráfico en nuestro país y precisamente esta gente, que no les está cumpliendo a los delincuentes, están siendo secuestrada”, detalló Del Castillo.

“Los 13 secuestros (en el trópico de Cochabamba) se han esclarecido y gracias al ‘modus operandi’ se pudieron identificar a los perpetradores. Nos han permitido esclarecer el modo operandi”, ratificó el viceministro de Régimen Interior, general Jhonny Aguilera, quien detalló que los secuestros en el Chapare buscan ocupar –dijo- rutas para proteger el tráfico de drogas.

Un marcado ejemplo. Nabor López es la persona que lideró la mayoría de los secuestro. Es uno de los sindicados de perpetrar secuestros, tráfico de armas y narcotráfico. Está cumpliendo una condena en la cárcel de Chonchocoro, en La Paz, pero según informes policiales todavía dirige a su banda delictiva.

El cuartel de Nabor está en Entre Ríos, cerca de la frontera con Santa Cruz. Según datos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), cerca del 70% de los secuestros ocurrieron en esa zona.

También se reportaron casos en Villa Tunari, Chimoré y Shinahota. La fiscal departamental de Cochabamba, Nuria Gonzáles, informó que en 2023 hubo 23 casos de violencia en el Trópico, siendo la zona de Entre Ríos la más afectada.

Entre septiembre de 2023 y febrero de 2024, los municipios de Entre Ríos, Villa Tunari, Puerto Villarroel y Shinahota de la región del trópico de Cochabamba reportaron 18 casos que causaron alarma a escala nacional. Entre ellos figuran asesinatos, secuestros, torturas y emboscadas a agentes antidroga.

En solo una semana, la Policía atendió el doble asesinato de un padre y su hijo de 6 años en Villa Tunari, además de una emboscada a una patrulla de Umopar donde fueron golpeados, rociados con gasolina y amenazados con ser quemados. También se tiene en el registro el asesinato de un joven en el municipio de Shinahota.

Del Castillo apuntó a mafias extranjeras que estaban asentadas —aunque según informes siguen operando— en varios puntos del país, entre ellos el trópico de Cochabamba. En su informe de rendición de cuentas públicas mostró seis grupos criminales que, según él, ya fueron desarticulados: Crucero, Petacas, Salitre, Onofre, Baldosas y la de Sebastián Marset, el narco uruguayo que está prófugo desde el año pasado hasta la fecha.

La primera banda es de origen colombiano y según reportes de medios de ese país, esta organización se dedica al tráfico de drogas y al sicariato. Además, se mostró que llegó a Ecuador, Perú y ahora Bolivia, pero Del Castillo aseguró que ya fue desarticulada.

En el informe ya no incorporó al Tren de Aragua, la banda venezolana que opera entre la frontera con Perú y con Chile.

El viceministro de Defensa Social, Jaime Mamani (segundo de la izquierda), coordina las operaciones para el secuestro de drogas en el Chapare