El 10 de mayo, en la Cumbre de Sama se buscará un consenso para proteger la Reserva. Una iniciativa crucial para preservar este tesoro natural.
Fuente: https://elpais.bo
La riqueza de la Reserva de Sama se extiende más allá de sus paisajes escénicos, yace en su esencia misma, el agua, fuente de vida de Tarija. Según el geólogo Daniel Centeno Sánchez, el acuífero de la reserva se recarga de tres maneras distintas.
Primero, durante la temporada de lluvias entre noviembre y marzo, las nubes cargadas del sur detienen su viaje en la serranía, liberando el preciado líquido que se filtra en la tierra, nutriendo el acuífero. Es un ciclo vital que ha persistido a lo largo de los siglos, alimentando las quebradas y manteniendo la vida en estas tierras.
Segundo, la evaporación desempeña un papel igualmente crucial. La masa de aire caliente del ambiente se encuentra con la masa de aire frío del altiplano, generando condensación que, con el viento, baña la serranía de Sama. Esta danza atmosférica, congelada durante la noche y luego deshielada por los rayos solares en el día, proporciona un flujo constante de agua que sustenta la vida en estas tierras.
Además, Centeno plantea una hipótesis sobre una tercera razón del origen del agua en Sama. Según esta teoría, el agua del Pacífico, arrastrada por la placa de Nasca que se hunde bajo el continente sudamericano, se evapora debido a las altas temperaturas del magma subyacente. Este vapor de agua, condensado de forma permanente, alimenta las fuentes de agua en la serranía de Sama, proporcionando un recurso vital para la región.
Este flujo de agua no solo es esencial para el ecosistema, sino también para la vida de los tarijeños. La Reserva de Sama, con sus 254 especies de flora y más de 180 de fauna, es la principal fuente de recursos hídricos para el Valle Central. Además, como parte de la cuenca Tajzara, un área Ramsar, desempeña un papel vital en la conservación de humedales en Bolivia.
Conscientes de su valor, diversas instituciones públicas y privadas se han unido para apoyar la gestión de la reserva. Encabezadas por PROMETA y FUNDESNAP, con respaldo de WWF, estas entidades se preparan para la gran Cumbre por la Sostenibilidad de la Reserva Biológica de la Cordillera de Sama, programada para el 10 de mayo en el restaurante «El Marquez».
El propósito central de la cumbre es alcanzar un consenso social para priorizar la conservación de la reserva. Se proponen tres mecanismos financieros clave: establecer un fondo municipal de agua, generar acuerdos intergubernativos y fomentar donaciones privadas.
La reserva, creada en 1991, abarca seis municipios y presenta seis cuencas de vital importancia para la región, incluida la del Guadalquivir, proveedora de agua para Tarija. Además, como sitio Ramsar, alberga una rica diversidad de flora y fauna de altura.
Sin embargo, la reserva enfrenta desafíos significativos, desde la degradación de fuentes de agua hasta la falta de gestión de su estatus Ramsar. Para abordar estos problemas, en 2022 surgió «Sama Fuente de Vida», una plataforma que busca apoyar la gestión sostenible de la reserva.
La cumbre no solo representa un paso crucial hacia la protección a largo plazo de este invaluable patrimonio natural, sino también un compromiso colectivo con la preservación de la biodiversidad y la vida de los tarijeños. Es un recordatorio de que el agua es vida, y su conservación es responsabilidad de todos.
Sitio Ramsar en Tarija
La Directora de Áreas Protegidas de PROMETA informó a El País que el sitio Ramsar en la reserva de Sama abarca 5.500 ha, con lagunas permanentes como Pujzara y Laguna Grande, 18 ríos de altura. Este ecosistema incluye bofedales, praderas y varias lagunas semipermanentes, vitales para la biodiversidad local.